Los príncipes Cainitas de Europa llaman a los
Assamitas diabolistas, fanáticos, asesinos y sarracenos Más propiamente, son los Hijos de
Haqim, los señores de la noche en Levante. Aunque los estudiosos de sangre
alta consideran de forma apócrifa al
progenitor Assamita un traidor que
abandonó a sus hermanos cuando
lo necesitaban, la tradición Assamita habla de Haqim como un noble juez guerrero que se opuso a las
maquinaciones inhumanas de la
Tercera Generación en la Segunda
Ciudad. Los descendientes de Haqim trazan sus raíces hasta la antigua
Persia, el lugar natal del fundador, y
afirman ser el poder Cainita tras los imperios mesopotámico, babilónico y asirio.
Haqim estableció una serie de reglas para sus
chiquillos en aquellas noches, ordenándoles que
honraran a sus antiguos, protegieran a los mortales de
las intrigas de otros Cainitas y que juzgaran (y castigaran) a aquellos que lo merecieran. Desde el colapso de esos antiguos reinos,
el clan ha llegado a ser asociado con todos los pueblos tribales de
Oriente Medio y por medio de ellos, con el Islam. De acuerdo
con el juicio de la mayoría de los vampiros europeos, el clan Assamita es un ejército monolítico de celotes sarracenos.
De hecho, pasaron muchas noches hasta que el Islam fuera
aceptado como siquiera remotamente legítimo por los Hijos de
Haqim. Desde Alamut, el corazón espiritual del clan en las montañas de Anatolia, los antiguos del clan al principio afirmaron
que violaba su legado con su progenitor. A medida que la combinación de celo, sabiduría y unidad que era tan evidente en el califato temprano hechizaba a cada vez más Assamitas, se abrió un
gran abismo dentro del clan. Algunos renunciaron por completo
a su linaje durante esta época de discordias y dieron en llamarse
los Desposeídos. Hizo falta la amenaza de la destrucción a manos
de los infernales Baali para que la dividida progenie de Haqim
se reunificara al fin. Después de una sangrienta y terrible guerra
nocturna hace cinco siglos, el clan emergió mucho más unificado, aunque sólo fuera para salvaguardar sus posesiones. Aunque
la mayoría del clan se siente ahora protectora (o posesiva) del rebaño musulmán, hay minorías significativas de cristianos, judíos,
zoroastrianos o seguidores de otras religiones menos conocidas.
Aparte de las cuestiones de fe, el clan también está dividido
en tres castas distintas; guerreros, hechiceros y visires; y cada una
sigue las leyes de Haqim a su manera.
Los guerreros son la casta
dominante, pero sólo han tenido esta posición desde la muerte
del Profeta. Siguen siendo los partidarios más ardientes del Islam
en el clan.
Los hechiceros Assamitas afirman ser los más antiguos practicantes de la magia de la sangre. Muchos usan kalif, una hierba
alucinógena cultivada por medios místicos. Esta droga es ingerida por medio de la sangre de mortales que han fumado hojas
de la planta, y ofrece a los hechiceros un atisbo de iluminación
y un medio por el cual enfocar su conciencia. Esta casta es responsable de gran parte de la firmemente unida organización del
clan, pues sus miembros destacan en métodos místicos
de comunicación a través de grandes distancias.
De todas las castas, los visires suelen ser
los que pasan más tiempo en compañía de
Cainitas de otros clanes, y la casta ha cultivado numerosos contactos en Europa.
Cuando tienen éxito en sus empresas
diplomáticas, los visires a menudo
aparecen como consejeros sagaces o
intermediarios imparciales en diversas negociaciones Cainitas.
Remoquete: Hijos de Haqim,
Sarracenos.
Apariencia: La gran mayoría
de los Assamitas tienen ascendencia
del Oriente Medio. Aunque su vestido tiende hacia lo más tradicional, se
puede encontrar una gran variedad entre
las tres distintas castas, en especial entre
aquellos que dejan la seguridad relativa de Levante y parten a destinos en Europa. En vez de palidecer a lo largo del tiempo, los Assamitas son únicos en que su semblante se oscurece con la edad. Un auténtico antiguo puede ser
señalado por el tono de ébano y ligeramente lustroso de su piel.
Refugio y presas: Los Assamitas gravitan hacia refugios que
oculten sus actividades nocturnas, en particular en aquellas en
las que se ocupan cuando visitan dominios europeos. La seguridad siempre es de suprema importancia, y todos excepto los Assamitas más materialistas prefieren un tugurio bien disimulado a
un palacio peligrosamente conspicuo.
Cuando se hallan en tierra extranjera, los Assamitas se alimentan con muchas precauciones, a menudo de los indeseables
de una ciudad, para no atraerla atención no deseada de las autoridades mortales o vampíricas.
El Abrazo: Los Hijos de Haqim prefieren seleccionar fida’i,
aprendices, de entre las filas de sus propios seguidores tribales y familias, aunque los extranjeros (incluyendo a
europeos) de vez en cuando se prueban dignos de la
sangre de Hagim. Más allá de esto, los guerreros valoran la fe, la dedicación y por encima de todo, la
lealtad. Los hechiceros tienden a Abrazar mortales
cuyas experiencias reflejan las de los propios
magos de sangre no muertos, tales como
místicos sufíes y derviches beduinos. Los
retoños de los visires acostumbran a tener en común una agudeza de intelecto
en general y una viva ambición.
Creación de personaje: Los miembros de la casta guerrera acostumbran a
poseer habilidades marciales altamente desarrolladas, favoreciendo los Atributos Físicos y
las Habilidades de combate. A grandes rasgos,
los hechiceros tienden hacia Atributos y Conocimientos Mentales, y los visires hacia
una mezcla ecléctica de Atributos y Habilidades Mentales y Sociales. Muchos
Sarracenos tienen al menos un
círculo en Mentor (su sire), así
como uno o dos círculos en
Generación, debido a
su práctica de diabolizar a aquellos que han
sido juzgados indignos.
Los Caminos del Cielo,
de los Reyes y de la Humanidad son todos populares,
aunque los Assamitas más
tradicionales siguen el muy
secreto Camino de la Sangre.
Disciplinas del Guerrero: Celeridad, Ofuscación, Extinción.
Debilidades del Guerrero: Los Guerreros están marcados por su tradición de
diablerie ritual. Toda habilidad sobrenatural para
sentir la mancha oscura
del Amaranto confirma que un Guerrero Assamita es
un diabolista,
incluso si el
sujeto nunca
ha probado la
sangre de otro
Cainita (algunos
también sufren de una
maldición de la sangre
impuesta en ellos por los Baali
y tienen el Defecto Demencia de Sangre, página 309, del cual
ganan puntos de bonificación adicionales).
Disciplinas del Hechicero: Hechicería Assamita (o Taumaturgia), Auspex, Extinción.
Debilidades del Hechicero: Los Hechiceros tienen dificultades para ocultar su naturaleza arcana. Todos los
intentos místicos para determinar el uso de magia en
y en torno al personaje se hacen con un -2 de dificultad, y se considera que operan a dos niveles más
altos para el propósito de poderes y tiradas opuestas.
Disciplinas del Visir: Auspex, Celeridad, Extinción.
Debilidades del Visir: Los visires son exigentes en extremo. Cada personaje se considera que posee un trastorno de obsesión o compulsión asociado con su
habilidad intelectual o creativa más
elevada. Cuando este trastorno
esté activo, el aura del personaje
brilla de tal forma que proporciona a un observador atento indicios de la verdadera
Naturaleza del Visir, así
como el objeto de su
obsesión, al utilizar
con éxito Visión del
Alma (Auspex 2).
Organización:
Gracias en parte a
los poderes de comunicación de su
casta de hechiceros, los Assamitas están organizados mucho
más intrincadamente que muchos otros clanes. En conjunto “El
Viejo de la Montaña” (El chiquillo
de Haqim más antiguo que no esté en
letargo) dirige al plan desde el Trono
Negro en Alamut. Ese honor recae actualmente en el hechicero Sha’hiri aunque se dice que está cayendo en el sueño
de las edades. Cada una de las castas mantiene su propio dirigente, y son estos tres
individuos, llamados colectivamente los
du’at, los que son los principales responsables de las operaciones del clan
cada noche. La voz más poderosa en
el consejo es el Califa Jamal, el poderoso espada y estadista a la cabeza de la
casa guerrera. Los visires siguen la voz de Tegyrus, que antaño cabalgó con Alejandro Magno.
Los hechiceros han sido dirigidos durante muchos
siglos por el poderoso Amr al-Ashrad.
Cita: Tú, que querías que nos quedáramos quietos
mientras arruinas todo lo que consideramos sagrado, conocerás el juicio de Haqim.
Estereotipos:
• Los Altos Clanes: Fue por su orden que se proclamó
la llamada a la cruzada entre los Franj (N. del T.: Franj, en
árabe, los francos, término genérico para los invasores Cruzados, franceses en su mayoría), y sus manos permanecen
manchadas con la sangre de los que murieron..
• Los Bajos Clanes: Un epíteto curioso, considerando
que los Hijos de Haqim, los Nosferatu y los Gangrel en particular poseen infinitamente más honor que todos aquellos
que los clasifican como “bajos”.
• Lasombra: Nuestros Hermanos musulmanes entre
ellos hicieron grandes progresos en Al-Andalus antes de
que sus contrapartidas cristianas se dispusieron a reclamar
tierras ocupadas por aquellos de su propia sangre. Nunca
he visto una desunión tan intencionada.
• Seguidores de Set: Durante las Cruzadas, hemos tenido algo en común por primera y última vez con estas
serpientes. Ten por seguro que cuando los últimos Franj
hayan sido rechazados, volveremos nuestra atención sobre
ellos con energía.
• Ventrue: Es bueno verles salir de su autocomplacencia en sus tronos y fortalezas ocultas. Tal vez ahora podamos encontrarnos con ellos en el campo de batalla, cara a
cara, para variar.
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