Leyendas
Una notable Setita conocida como Zhenga es la
dueña del mundo ilegal de Mombasa, en Kenya.
Esclavos, drogas, sangre o secretos, todo esto y más
puede obtenerse de Zhenga por el precio adecuado. Ella
dirige a sus criados mortales, ghouls y sus seguidores
Laibon (en su mayoría, pero no todos, del Legado Setita)
para que acechen en la noche siguiendo sus órdenes.
Las
principales ambiciones de Zhenga son dos: la principal es
convertir toda Mombasa en su dominio, aunque
dirigiéndolo desde la seguridad de las tinieblas. Con esa
herramienta a su disposición cree que los Setitas estarán
mucho más preparados para recibir el regreso de su dios,
y Zhenga se encuentra cada vez más cerca de este
objetivo con cada año que pasa.
El segundo objetivo es crear un ejército para su
dios desaparecido. Está utilizando el mercado de esclavos
para llevar a cabo un programa de crianza selectiva como
nunca se ha visto. En las tierras salvajes más allá de la
ciudad, existen pequeños campamentos donde Zhenga
está cruzando a sus ghouls embriagados con su sangre
con los mortales.
Cuando los niños de estas uniones
nacen, el padre o madre mortal es asesinado y su carne y
su sangre son mezcladas con la leche y los alimentos para
alimentar al pequeño.
Zhenga llama a estos niños bima
(una palabra kenyata para designar a los ghouls), y espera
que su especial alimentación, el entrenamiento y en
ocasiones sus habilidades sobrenaturales más allá de la de
los ghouls típicos, los convertirán en las tropas de la
oscuridad de Set, alzándose cuando el dios oscuro
regrese. Los Bima son muy oscuros y peludos, y muchos
tienen colmillos y garras.
Trasfondo
Los Seguidores de Set de África son los
guardianes del conocimiento y de antiguos secretos. Ellos
acechan en los rincones más oscuros del Reino de Ébano
y son considerados un misterio por los demás Labion,
que tienden a temerlos y evitarlos. Cuando un nido de
Setitas se instala en una ciudad, normalmente surgen
problemas y desorden. Las cosas se complican a medida
que descubren los temores y debilidades de quienes les
rodean, y los Seguidores de Set utilizan ese conocimiento
para enfrentar a Laibon y ganado entre sí. Del caos
resultante los Laibon esperan reconstruir el Reino de
Ébano a la imagen de su dios.
A los Setitas africanos no les afectan las
diferencias que les separan de los Setitas del norte del
Sahara. No les importa no compartir la cultura y rasgos
de sus compañeros de Egipto, considerando que una
serpiente debe mudar varias veces de piel a lo largo de su
existencia. Saben que son tan hijos del dios serpiente
como los demás, y actúan para preparar el camino del
regreso de Set como cualquier otro de sus seguidores.
Pero estos Setitas creen que sólo una cosa puede permitir
el regreso de su dios y trabajan para conseguirla. Aunque
los demás Seguidores sólo conservan rumores y leyendas
sobre el Gran Templo, los Setitas africanos saben que su
existencia es verdadera. Su misión es descubrir en qué
lugar del Reino de Ébano se encuentra, porque en él
habita el primer Chiquillo de Set. Y los Setitas africanos
creen que este poderoso Matusalén será capaz de
dirigirles en los preparativos finales para el regreso del
Dios Serpiente.
Y de este modo, muchos Setitas africanos están
unidos en un único y oscuro propósito. Para conseguir
este objetivo, reúnen tanta información como pueden de
los indígenas mortales así como de los exploradores
occidentales sobre la localización del Gran Templo.
Y si
pueden sembrar las semillas de la discordia durante el
camino, tanto mejor, pues están seguros de que al final
los demás Laibon los verán como una fuente de
estabilidad y escucharán sus consejos.
Sin embargo, algunos de los Setitas más jóvenes
no creen en la búsqueda con el mismo fervor que sus
antiguos. Las influencias del mundo occidental han
dejado sus marcas en el Reino de Ébano, y los
deseos de los jóvenes Setitas han comenzado a
apartarse de la búsqueda del Primer Chiquillo, y
algunos incluso han comenzado a cuestionar los
propósitos e intereses de sus antiguos en el Reino
de Ébano. Esta división se está produciendo de
forma soterrada, pero un huracán a menudo
comienza con el primer susurro del viento.
La mayoría de los demás Laibon tratan a
los Setitas con cautela, como se puede apreciar
por su apodo de Víboras. Los Guruhi y sus
aliados desconfían de ellos, pero se sienten
curiosos ante los secretos que los Seguidores
de Set ocultan, qué conocimientos buscan y
qué planes tienen para encontrar y resucitar a
su dios. La mayoría de los Guruhi no creen
que Set siga existiendo, pero son lo bastante
sabios como para reconocer que la verdad importa
poco. Aunque sea un rumor falso, si en algún
momento las Víboras llegan a creer que su dios ha
regresado, se rebelarán por todo el Reino de Ébano.
Los Setitas se preocupan poco por la
política de los Guruhi, las advertencias y amenazas
de los Osebo y Shango, aunque la constante
curiosidad y búsqueda de conocimiento de
los Akunanse los intranquiliza un poco.
Consideran que los demás Legados son
herramientas útiles, que pueden ser utilizadas
cuando es necesario y desechadas cuando se ha
terminado con ellas. Los Xi Dundu reciben una
especial atención, pues son uno de los pocos
Legados que los Setitas respetan a
regañadientes y mantienen vigilado.
Apodo: Víboras
Apariencia: Los Setitas del
África Subsahariana, en su mayor parte
tienen los rasgos y costumbres de la zona que habitan,
aunque tienden a ser más modernos que el resto de los
Legados. El cabello rojo no es tan apreciado entre los
Seguidores de Set del Reino de Ébano como en otros
lugares, porque la henna y otros tintes son muy utilizados
como cosméticos entre los mortales. Sin embargo, los
albinos son muy apreciados, pues su piel blanca y casi
translúcida es la marca de una criatura de la oscuridad
definitiva y por lo tanto, se los considera más próximos a
Set. Tanto varones como mujeres Setitas también suelen
llevar pendientes, anillos o escarificaciones.
Refugio: Al contrario que muchas de sus
contrapartidas de Egipto y Oriente Medio, los Setitas del
Reino de Ébano raramente crean templos. La geografía
no se adapta muy bien a la proliferación de edificios
ornamentados con el debido respeto y reverencia a Set
que puedan sobrevivir a los estragos del clima y del paso
de las estaciones. Normalmente mantienen refugios
aislados, cómodos y ligeramente más confortables en
apariencia que los de los mortales que les rodean.
Procedencia: Muchos Setitas que han
sido Abrazados en las noches modernas fueron
servidores leales antes de convertirse en Laibon,
con años de dedicación y adoración a sus espaldas.
Los Setitas se sienten atraídos por los chiquillos
que muestran devoción y diligencia, así como
encanto, fuerza física y capacidad. El encanto
personal a menudo es necesario para obtener
información, y la resistencia física a menudo es
necesaria para resistir los peligros de las tierras
salvajes. La búsqueda del Primer Chiquillo no
se deja en manos mortales, y no es una tarea
sencilla.
Creación del personaje: Los Setitas
de una región concreta a menudo tienen
Naturalezas similares debido a la fuerza del
propósito religioso que comparten. Su
Conducta cambia para adaptarse a las
necesidades del momento. Los Atributos
Mentales y Sociales suelen ser los Primarios
en la lista. Los Conocimientos de Ocultismo y
Política son claves, y los Trasfondos como
Rebaño e Influencia son muy apreciados. Sobre
todo, los Setitas más fanáticos y dedicados suelen
mostrar una elevada Fuerza de Voluntad.
Disciplinas del Legado: Ofuscación,
Presencia, Serpentis
Debilidades: Como criaturas
de la oscuridad, los Setitas no pueden
resistir la luz brillante, y sobre todo la
luz del sol. Añade dos niveles de salud por
cualquier daño recibido por la
exposición al sol. Los Seguidores
de Set también sustraen un dado
de todas las reservas de dados
mientras actúen bajo luces
extremadamente brillantes
(llamas, lámparas de magnesio,
etc.). Muchos Setitas instalan sus refugios en las
profundidades de la espesura de varias regiones y donde
las fuentes de luz brillante son casi inexistentes.
Organización: La mayor parte del tiempo los
Setitas se dedican a sus intereses personales o con un
grupo que no conoce su verdadera naturaleza (o si la
conoce, no tiene importancia), para poder reunir tanta
información como sea posible. Aunque no hay muchos
templos donde reunirse, muchos Setitas suelen
encontrarse periódicamente para intercambiar
información y comparar notas. Utilizan localizaciones
salvajes y remotas para sus reuniones, que han sido
consagradas mediante varios ritos e impías ceremonias en
momentos anteriores. Algunos mortales han oído
rumores de “sociedades secretas” e incluso han intentado
espiarlas, aunque nadie que haya tropezado con un nido
de Setitas ha regresado para contar su experiencia.
Cita: "Al final rodearemos la tierra, porque nuestros anillos son infinitos
y nada se escapará de ellos. Siéntate conmigo y te lo explicaré encantado."
Estereotipos
Akunanse: Estúpidos que se han
convertido en bestias deformes para descubrir los
orígenes de la humanidad y que se han perdido en
la Bestia. ¡Qué desperdicio de conocimiento!
Guruhi: Utilizan sus puños para someter
a los demás y después utilizan sus puños para
mantener el orden. Lo que no perciben esa espiral
de violencia está preparando el camino para un
silencioso y rumoreado cambio.
Ishtarri: Un grupo hermoso y sensual.
Es muy sencillo encandilarlos para que hagan
nuestra voluntad y dejarlos secos cuando han
terminado.
Kinyonyi: Extraños que no se dan cuenta
de en lo que se han convertido. Útiles para las
tareas más… desagradables si el pago es lo
bastante alto.
Naglopers: Es divertido susurrar en sus
oídos y contemplar cómo aterrorizan a los demás
Laibon con su comportamiento lunático. Están
completamente encantados por nuestro
conocimiento y harían lo que fuese para obtener
más.
Osebo: Una fuerza desperdiciada por la
falta de disciplina, pero si son adecuadamente
encadenados, podrían ser de utilidad.
Shango: Podríamos ser aliados, si
estuviéramos unidos por una misma divinidad,
pero no es así. Como nosotros seguimos a un dios,
ellos siguen al suyo. Sin embargo, se consideran
una especie de jueces celestiales y no se esfuerzan
por acercarse a quien adoran. Es un error que
bordea la blasfemia, por cierto.
Xi Dundu: Aunque me cuesta admitirlo,
reconocen el valor del conocimiento y lo utilizan
para sus intereses. Eso y sus mentes
maquiavélicas los convierten en una fuerza muy a
tener en cuenta. Seguiremos vigilándolos.
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