Rituales de sangre y misas negras satánicas. Finlandia tiene la mayor cantidad de bandas de metal per cápita del mundo, alcanzando las 53,5 bandas 
por cada 100 000 habitantes. Le siguen Noruega y Suecia con 27,2 cada 
una. La escena del metal, y en especial del black metal, parece una buena elección 
para un chupóptero que quiere rodearse de sangre y blasfemia sin atraer sospechas. 
O, al menos, sin atraer más sospechas que el satanista quemaiglesias promedio.
Karoliina Koski es una joven vampira que ha pasado años como una groupie 
de black metal, siguiendo a bandas por todo el país. 
Política de Satán 
Tengo que empezar con la pregunta más obvia: ¿has sentido alguna vez la necesidad de 
crear tu propia música? 
Lo hice, de hecho, cuando aún era humana, a finales de los noventa. Tenía 
una banda o, más bien, un proyecto musical personal llamado Lilith’s Satanic 
Flood. Fue muy duro porque la escena es muy misógina. Recuerdo que una vez 
me apuñalé en el brazo durante una actuación y luego me acusaron de haberlo 
fingido. ¡Pero no lo fingí! Me tuvieron que dar diez puntos. 
¿Eso fue antes de convertirte en una de nosotros? 
Sí, sí. Era mucho más intensa cuando era humana. Ya sabes, escupir sangre al 
público sólo tiene sentido si aún respiras. Si eres un vampiro, te la tragas. 
¿Cómo ha cambiado tu papel en la escena tras el Abrazo? 
Me volví mucho más retraída. Antes del Abrazo quería luchar por mi espacio, pero, tras entender las exigencias de la Mascarada, decidí ser más discreta. 
Cuando eres una groupie, es fácil 
mantenerte al margen y la Caza 
casi se hace sola. Por ejemplo, voy 
al backstage, algún mamón comienza a meterme mano y puedo 
beber de él ahí y nadie pestañeará 
siquiera siempre que no me ponga 
a exhibir los colmillos. Los mordisquillos y un poco de sangre son 
parte de este mundillo. 
¿Aún crees en el black metal? 
Pregunta a muchos de los chicos 
qué es el black metal y te dirán que 
es todo política. Y la banda que lo 
niegue son unos fracasados y traidores. Luchas por una visión satánica de la guerra contra la religión en 
todas sus formas creando música, 
quemando iglesias y profanando 
cementerios. 
¿Alguna vez has profanado un 
cementerio? 
Claro, cuando era humana. No 
siento tanto la necesidad ahora 
que bebo sangre de verdad. 
Sangre corriendo 
por las paredes 
¿Cuánto tiempo pretendes seguir en 
la escena? 
Bueno, voy a cumplir veinte 
años como vampira. Es bastante 
tiempo sin envejecer y la gente 
está empezando a comentarlo. Por 
fortuna, la pinta cadavérica oculta 
tu edad muy bien, así que si te 
disfrazas aún puedes ir a conciertos y la gente con quien apenas 
coincides no se da cuenta. Son 
un problema mayor que quienes 
te ven todo el tiempo. Si ves a 
alguien todos los días, te acostumbras a su aspecto. 
Y ¿por qué quedarse? 
Déjame hablarte de un concierto en el que estuve el sábado 
pasado. Era en un pueblecito cerca 
de Seinäjoki, con una audiencia 
bastante diversa. Uno de esos sitios 
donde toda la gente del pueblo 
acude a ver todos los conciertos 
sin importar el estilo de música 
porque pasan muy pocas cosas.
La banda comenzó a tocar y el 
cantante lanzó botellas de sangre 
al público. La gente las abrió y 
comenzó a lanzarse sangre unos a 
otros, a la banda, a los muros… Dos 
groupies que conozco se cortaron 
los brazos con cuchillas. Les lamí la 
sangre directamente de la piel.
En la mayoría de lugares, eso 
habría sido una ruptura de la 
Mascarada. Aquí es algo habitual. 
Suena perfecto. 
¡Lo es! Fue muy divertido. Tras 
el concierto bajé las escaleras a la 
cafetería y se podía ver la sangre 
chorreando por las paredes, había 
mucha. 
¿Qué opinas del Sabbat? 
¿Black Sabbath? Eso es música 
de viejos. 
Don de Satán 
Entonces, ¿qué tendría que hacer si 
quisiese unirme a ese estilo de vida 
de sangre y adoración a Satán? 
Hay algunos obstáculos prácticos. Finlandia es un país grande y 
vacío y gran parte de la escena tiene 
lugar en conciertos fuera de las grandes ciudades, lo que significa que 
tienes que viajar, conducir por el país 
siguiendo a las bandas. Esto ayuda a 
la discreción, ya que puedes Cazar en 
un pueblo distinto cada noche.
También tienes que acostumbrarte a algunos lugares peligrosos. He pasado más días en la 
trastienda de bares mugrientos 
de los que puedo contar. Tampoco es una escena en la que resulte 
fácil entrar siendo un forastero. 
Por supuesto, puedes comenzar 
a ir a conciertos, pero llamarás 
la atención. A mí me fue más 
fácil porque todo el mundo me 
conocía ya. No parecía estar fuera 
de lugar. 
¿Alguna vez te asusta la violencia en la escena? Su imagen es 
bastante extrema. 
[ríe] ¡No! Cuando era humana era demasiado joven y estaba 
demasiado cabreada para asustarme. Y ahora como vampira es muy 
liberador. Suelo Cazar interpretando a la víctima, haciendo que 
algún tío piense que puede pasarlo 
en grande follando conmigo. Y 
luego, después de que me lleve 
a un lugar apartado, invierto el 
guion.
Es fácil sabiendo que, como 
vampira, nunca estás en peligro 
real ante un cabrón borracho. 
¿Te sientes mal depredando tu propia escena? 
¡Nunca! Los chicos dicen que quieren llevar sangre y destrucción por todo el mundo. No se dan cuenta de que, como vampira, soy mucho más metal de lo que ellos podrán serlo jamás. Alimentarme de ellos es un don de Satán. 
Chinasa Adeyemi es una antigua periodista de origen nigeriano que trata 
de desempeñar su anterior profesión 
trabajando bajo la Mascarada.
 
 
 
    





















 
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