Nápoles, dirección: [Borrada deliberadamente]
Voz de hombre 1, en italiano: ¿Estás
seguro de que es buena idea? Esta
gente tiene una reputación extraña.
Voz de hombre 2, en italiano: ¿A
qué te refieres con extraña?
H1: Cuando matas a alguien, debe
haber un propósito y una función. Lo
haces limpiamente cuando sólo quieres muerta a la víctima. Lo haces de
forma desagradable cuando quieres
mandar un mensaje. Lo haces en público cuando quieres sembrar paranoia.
Esta gente, no sé…, me inquieta.
H2: La sangre.
H1: ¡Claro que es la sangre! He
visto a una de las víctimas. La
forma en que la colgaron y le drenaron la sangre. Funciona como táctica de terror, no lo niego. Es una
forma terrible de morir, perder la
vida conforme tu sangre se escurre
hasta el suelo. Un gran sello personal, diez puntos por estilo.
H2: La gente está aterrorizada con
ellos. Como táctica de terror, funciona. Te llega la noticia de que
les han contratado para hacerte una
visita, [inaudible]
H1: Pero no lo entiendo, siempre
dicen que quieren ser discretos,
dar un golpe ocasional para financiar su estilo de vida. Como si
fueran asesinos haraganes. Pero su
firma es tan terrible que todo el
mundo les presta atención. Nosotros, la policía, pronto la prensa.
H2: Me sorprende, Andrea. ¿Estás
sugiriendo que unos asesinos profesionales no actúan según las patrañas que sueltan? Menos mal que eso
es algo inaudito en la camorra.
H1: El sarcasmo es muy mal hábito.
Aparte, creo que es la hora. Pronto
estarán aquí. ¿Tienes las bolsas de
sangre?
H2: En el frigorífico.
H1: Voy a preguntarles por eso.
Entiendo que maten como lo hacen,
pero ¿por qué quieren bolsas de
sangre como parte del pago?
H2: ¿Por estilo?
H1: El estilo está bien, pero esto
es raro.
[suena el timbre]
H1: Dios, son puntuales. Voy a
abrir.
[suena una puerta abriéndose, saludos y palabras de bienvenida indistinguibles]
H1: Por favor, sentaos.
H2: Encantado de conoceros, mi nombre es Giancarlo.
Voz de mujer 1, en italiano: Gracias, Giancarlo. [inaudible]
Voz de hombre 3, en italiano, recurriendo a veces al sardo: Hablemos
de negocios.
M1: ¿Por qué siempre tienes que ser
tan brusco? No tenemos por qué saltarnos las cortesías.
H2: No pasa nada.
H1: Hay algo que quería preguntaros, si no hay problema.
M1: Por supuesto. Pregunta.
H1: ¿Qué pasa con la sangre? Quiero decir, ¿por qué pedís sangre en
lugar de dinero?
M1: [ríe]
H3: Es porque somos vampiros.
[silencio prolongado]
H1: Ah, claro. ¡Vampiros!
[risas generales]
H1: Pero en serio…
H3: ¿Tenéis lo que os hemos pedido?
H2: Sí, por supuesto. Dejadme que
lo traiga.
[suenan pasos, se abre la puerta
del frigorífico]
H2: Aquí tenéis.
H3: Gracias. Déjame comprobarlo.
H1: ¿Comprobarlo? Te aseguro que es
sangre de verdad, como pediste.
H3: Esto es sangre de vaca. Pedimos
sangre humana.
[silencio]
H1: ¿Cómo puedes distinguirla?
H3: Siempre puedo distinguirla.
Déjame explicarte por qué pedimos
sangre. Es para comprobar si la
gente con la que estamos tratando
es seria. Si no es seria, trata de
jodernos con nuestra petición. Si
es seria, nos consigue la sangre.
M1: Creo que lo que está preguntando es… ¿sois serios?
H2: De acuerdo, mirad, hemos malinterpretado…
H3: Somos gente razonable. Podéis darnos una bolsa de sangre humana ahora
y el resto al completar el trabajo.
H1: ¿Una bolsa justo ahora?
H2: Quiere decir que tenemos que
echar nuestra sangre en la bolsa.
H3: Sí. Eso es lo que quiero decir.
Tira la sangre de vaca y llena la bolsa con sangre de tus propias venas.
M1: Pero lávala primero. Mezclar sangre de vaca y humana es asqueroso.
H1: Joder… [inaudible]
[siete minutos de sonidos indistinguibles con algún que otro improperio]
H1: Aquí tenéis. ¿Ya estáis contentos?
M1: Estaremos contentos cuando nos
proporcionéis el resto de bolsas de
sangre.
H1: Sin duda, hay formas más fáciles
de ver si alguien es serio que ésta.
M1: Nos gusta la sangre. Obtener
sangre humana siempre requiere un
sacrificio. La obtienes de tu propio cuerpo o del cuerpo de algún
otro. O de un banco de sangre. No
nos gusta la gente que nos contrata porque sí sólo porque se ha
cabreado con alguien. El asesinato
es algo serio, e incluso si no lo
haces tú mismo, tienes que sentirlo
de una forma u otra.
H1: Supongo que lo entiendo.
H2: Aún estás sangrando. Déjame ponerte una gasa.
H1: Oh, sí. Gracias.
[gruñido indistinguible]
H1: ¿Se encuentra bien?
M1: Sólo tiene hambre.
H1: Vale, entonces deberíamos terminarlo rápido.
M1: ¿Quiénes son los objetivos?
H1: Dos hermanos. Uno es juez, el
otro cura. El juez la tiene tomada
con nosotros, ha estado buscando
nuestras conexiones políticas. El
cura es peor. Ha estado diciendo que
no hay salvación para la camorra.
H2: Nos gustaría que muriesen juntos. No en público, pero de una
forma lo suficientemente terrible
para mandar un mensaje.
H3: Podemos hacerlo.
H1: [inaudible]
H2: Sabemos que podéis. La mitad
del pago ahora, la mitad tras el
trabajo. Como siempre.
M1: Excelente.
H1: Aquí están los dosieres de los
objetivos.
M1: Gracias. Creo que será mejor
que nos marchemos ya. Todo este derramamiento de sangre le está dando
hambre a mi compañero.
H2: Muy macabro por su parte, señora.
M1: [ríe] Eres encantador, ¿lo sabes?
[suenan pasos, despedidas, una
puerta se abre y se cierra]
H2: Guau. Qué fuerte.
H1: Estos tipos están locos. Ese
rollo Viuda Negra…
H2: Pero locos útiles. Mandarán el
mensaje correcto.
H1: Joder, aún estoy sangrando. Deberíamos lavar la herida con alcohol.
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