Las tierras de la India, más allá de los picos del Himalaya, son bastante diferentes de las que conocemos en China. Los Wan Kuei también exhalan allí el Segundo Aliento, pero parecen lejos del corazón de las enseñanzas del Gran Arhat Xue. Las enseñanzas heréticas y extranjeras son corrientes en las tierras que originaron a Buda. Mi propia experiencia sobre la India es mínima, pero he viajado con un nativo de esta región que ahora recorre el Dharma herético de la Tempestad del Foco Interior. La siguiente información se la he oído relatar a él.
Cuando la Augusta Personalidad de Jade impuso su veredicto a los Wan Xian, la gente de la India quedó sin medios propios. Desgraciadamente, tras siglos de señores feudales inmortales y ataques por parte de las enfurecidas Gentes Feroces, estos medios han consistido en crudas herramientas de piedra y cobre. Las culturas de la India tardaron más de un milenio en volver a emerger de las llanuras y las selvas, pero cuando lo hicieron, serían el producto de los propios designios de la humanidad.
La llegada de los aryanos hace más de 2.000 años despertó a los Inmortales, ahora convertidos en los Diez Mil Demonios, de su estado durmiente. Los invasores trajeron consigo una religión, sus dioses y el concepto de casta, que unía a la religión de forma indisoluble con la sociedad. El sistema de castas era una estructura hereditaria que aseguraba la estabilidad de la sociedad estableciendo qué posiciones podía ocupar cada individuo.
Esta estabilidad también ayudó, por supuesto, a asegurar los privilegios de las
castas mayores. El sistema de castas consistía en cuatro castas generales, cada una de las cuales incluía otras sub-castas numerosas y en constante evolución, ordenadas según el siguiente orden de posición: los Kshatriya, guerreros, los Brahman, sacerdotes, los Vaisya, cultivadores, los Sudra, criados y trabajadores. Los que se encontraban fuera del sistema de castas, incluidos impuros y extranjeros, recibían el nombre de Pariab. Casi inmediatamente después de cristalizar el sistema, los brahmanes se dieron cuenta del poder que suponía estar en la cima de la estructura. Derrocaron a los Kshatriya afirmando tener la habilidad única de conferir a los reyes Kshatriya el derecho divino de gobernar, y codificaron las nuevas posiciones en sus transcripciones de la tradición oral Vedica.
Los Diez Mil Demonios se adaptaron a esta estructura con facilidad. La estructura social de las castas les proporcionaba una situación cómoda, aunque existían divergencias al respecto de dónde debían situarse los Muertos Famélicos. Los que gozaban del poder y la posición de la casta Brahman en vida no soportaban ceder sus grandes privilegios al morir. Tras una larga contemplación y análisis, los Brahmanes dieron vida al Dharma de la Llama del Fénix Ascendente, al que las Cinco Cortes Augustas declararían herético.
Sin embargo, en muchos casos, el poder de los demonios por separado, independientemente de su casta, era imposible de ignorar. Los de castas bajas, al obtener el poder en la vida tras la muerte, se negaban a pasar esta existencia como siervos. Estos poderosos seres declararon que los Wan Kuei eran una casta más, elevada incluso por encima de los humanos Brahmanes.
Los reyes Aryanos y sus dinastías, y los de otros invasores y otras tribus fueron elevándose y cayendo. Las enseñanzas de Buda inspiraron a los Wan Kuei que rechazaban la filosofía hindú. La adopción del Dharma de la Tempestad del Foco Interior, que resultaba aceptable teológicamente (que también consideramos herético en nuestra supuesta sabiduría), junto con la resurrección del Sendero de los Mil Susurros, del Gran Arhat Xue, constituyeron un evidente rechazo hacia aquellos que deberían adoptar el puesto de Brahmanes tras la muerte. Esta decisión provocó una clara división entre los Wan Kuei, lo que obligó a la creación de cortes definidas con claridad, basadas tanto en la geografía como en la pertenencia a uno u otro Dharma.
El Rey Chandragupta creó el imperio Maurya, que se extendía por todo el continente, un siglo antes del auge de Qin Shihuangdi con la ayuda de consejeros militares y el apoyo del Wan Kuei Brahmán Kautalya. El talento natural del joven rey para el liderazgo, combinado con los consejos de Kautalya sobre asuntos militares, económicos y de espionaje, provocaron la subyugación de la mayor parte del subcontinente. Al morir Chandragupta, Kautalya desapareció de la vida pública.
En este momento, la India servía como intermediario para el Este y el Oeste. Junto con los artículos comerciales y el dinero llegaron los aventureros extranjeros: vampiros bárbaros del oeste, Wan Kuei del este. El gobierno mortal proporcionó grandes extensiones de tierra para crear enclaves extranjeros en los puertos comerciales de la capital de Pataliputra, enclaves que los subordinados de Kautalya vigilaban como halcones.
La amenaza para el control de los brahmanes no vendría del exterior. El bisnieto de Cahndragupta, Asoka, proclamó su conversión al budismo la misma noche de su mayor victoria militar, la conquista de su último enemigo en la India. Los eruditos subrayan la fiereza de la batalla y el increíble número de muertes debidas a esta conversión. Se calcula que se pasó a espada a 100.000. Los eruditos Wan Kuei esgrimen teorías sobre visitas sobrenaturales de los enemigos de Kautalya o de un rey que simplemente se cansó de su interminable manipulación, buscando refugiarse de su sombrío consejero. En cualquier caso, la conversión de Asoka estranguló al floreciente poder ortodoxo. Kautalya desapareció, y el imperio Maurya se derrumbó por su propio peso tras la muerte de Asoka.
Nunca se volvió a ver un imperio tan vasto. El imperio Gupta, creado por Chandragupta I aproximadamente en el momento de la fundación de las dinastías del norte y el sur de China, trajo una época de prosperidad, pero debido a su gran riqueza, no puedo mantenerse unido. Siguiendo al derrumbamiento del imperio, los reinos del sur de la India ascendieron por primera vez. Estos reinos siguen existiendo incluso hoy en día, como Hoysalas, Yadavas, Kakatiyas y Cheras.
Durante el siglo pasado, en el norte, cuatro familias del clan Rajput han competido por la dominación geográfica y la posesión de la ciudad principal de la región, Kanauj. Las familias Rajput afirman ser dueñas del nombre Agnikula, la Familia de Fuego, descendientes de un personaje de fuego mítico que emergió de los fuegos de sacrificio del monte Abu. Los escépticos afirman que esta historia es un intento por parte de esta familia de casta baja de establecer una genealogía más respetable. Los Agnikula crearon una compleja caballería de guerra, enviando a nuestros ejércitos a vengar insultos estilizados o a llevar a cabo desfiles como demostración de fuerza. Este uso constante de las fuerzas deja al clan incapacitado para responder de forma eficaz en caso de ataque desde el norte. Un líder musulmán llamado Muhammad de Ghor, sustituyó los ocasionales asaltos con destrucción de iconos y pillaje por un ataque concertado a los edificios oficiales. Sin embargo, hace seis años, el reino Rajput de Delhi cayó a manos de los invasores musulmanes.
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