No hay gloria alguna en la lucha, aunque unos pocos estrategas y generales, como Sun Tzu y Cao Cao en el pasado obtengan respeto por su instinto. Tú formabas parte de los escalones más bajos de la escala social, por debajo de los campesinos, que, después de todo, alimentan a todo el mundo. Tu trabajo sólo existe porque los hombres y las mujeres carecen todavía de moralidad suficiente para regular sus propios asuntos. Te alistaste en el ejército para escapar de la miseria personal y serviste relativamente bien, para acabar cayendo en batalla contra algún enemigo de la paz del imperio.
• Segundo Aliento: Escapaste de los círculos del Yomi porque eres sobre todo disciplinado. Esta es una ventaja de tu formación militar. El que creas que hay más depende de cuánto deseases luchar y cuánto mejor fuese el ejército que las demás alternativas. Si vuelves al mundo convencido de lo sagrado de tu misión, ya sea para convertirte en un soldado perfecto o para acabar con la maldad que supone el mantener ejércitos, te convertirás en Grulla Resplandeciente. Si decides tomarte la administración de justicia y la defensa por tu mano, probablemente te parecerá más adecuado el camino de los Tigres-Diablo, ya que necesitan a más guerreros que los demás Dharmas. Si decides que es el momento de iniciar la búsqueda (disciplinada) de la satisfacción personal en vez de la guerra, los Dragones Asesinos te reclaman.
• Dharmas recomendados: Tigre-Diablo, Grulla Resplandeciente, Dragón Asesino
• Atributos: Físicos primarios, Mentales secundarios, Sociales terciarios
• Habilidades: Talentos primarias, Técnicas secundarias, Conocimientos terciarias
• Habilidades recomendadas: Alerta, Atletismo, Pelea, Esquivar, Liderazgo, Artes Marciales, Armas Cuerpo a Cuerpo, Supervivencia
• Trasfondos recomendados: Aliados, Contactos, Rebaño
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