Los Wan Kuei viajan mucho, más que los Cainitas. Evidentemente, si el Wan Kuei posee un dominio moderado del Dios-Cuerpo de la Tierra, los viajes no suponen un gran problema, suponiendo que esté dispuesto a gastar el Chi necesario para hundirse en tierra todos los días. Los que no son tan afortunados deben hacer una tirada de Inteligencia + Supervivencia cada día con una dificultad igual a la cantidad de cobijos posibles en el lugar por el que viajen. Las ciudades, las montañas cubiertas de barrancos y los bosques de bambú tienen una dificultad de 4 a 6, mientras que las llanuras rocosas y las estepas tienen una dificultad de 8 o 9. Si el Wan Kuei cuenta con los accesorios necesarios para asegurarse el cobijo (por ejemplo, una lona o una pala y un ayudante que lo cubra después con arena), la dificultad se reduce en 2.
Un fracaso puede significar cualquier cosa, desde un encuentro con shen hostiles que buscan un sitio donde dormir hasta la idea equivocada de que se ha encontrado cobijo hasta que ya es demasiado tarde para hacer nada aparte de pudrirse a la luz del sol.
Hay que recordar que viajar está prohibido para cualquiera salvo para los heimin y los que dispongan de los documentos necesarios. El castigo por viajar sin permiso varía desde la repatriación forzosa hasta la pena capital. Aunque esto no se practica estrictamente en muchas zonas, los que no poseen el permiso correcto quedan de todos modos a merced de las cortes locales. Los que viajan con papeles incorrectos o sin papeles de ningún tipo deben enfrentarse a un interrogatorio por parte del Primer Oni de la Corte, que puede devorar las almas de los culpables si lo desea.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario