Sistema: el Kuei-jin gasta un punto de Chi para emitir una masa luminosa de tamaño aproximadamente humano. Después podrá hacer una tirada de Destreza + Pericias (Shintai de la Hoguera) para dar a las llamas la forma deseada (la dificultad la asigna el Narrador; según la complejidad de la forma). El Kuei-jin podrá dirigir su creación mentalmente hasta una distancia de 175 metros. Las llamas son fosforescentes y luminosas. Los espíritus que las vean podrán creer que se trata de otro espíritu y seres como los Vástagos no tendrán la menor idea de lo que puede ser. No es fácil engañar a un shen oriental, pero a pesar de todo la llama puede servir como distracción.
Si una creación de llamas entra en contacto con un ser material, se autodestruirá y eliminará un punto de Chi de su oponente (del tipo opuesto al empleado). Cuando se emplea contra otros shen, la creación consume un punto de Gnosis, quintaesencia, Glamour o Puntos de Sangre, según corresponda. El contacto produce un gran escozor, pero no causa daño real. Sin embargo, una criatura tocada súbitamente por una de estas llamas debe hacer una tirada de Fuerza de Voluntad para no retroceder asustada, perdiendo las acciones del siguiente turno. Estas consecuencias pueden ser muy peligrosas si, por ejemplo, la víctima está escalando un muro o se encuentra en una cornisa estrecha.
Nivel 03 - Aliento de Muerte
El Devorador de Escorpiones desarrolla un control más preciso sobre las llamas emitidas. Podrá generar grandes fuegos y darles cualquier forma compleja. Estas creaciones serán de materia espiritual luminosa, aunque podrán estar compuestas de muchos colores. En manos de un experto, estas llamas pueden ser ilusiones muy útiles.
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