Mithra es la deidad angelical zoroastriana de los convenios y juramentos, al recrear el asesinato legendario de un toro, los hechiceros assamitas pueden conferir su bendición a una operación contra un único objetivo. Primero el hechicero limpia ritualmente un subterráneo y coloca un toro que será sacrificado, entonces el hechicero y los participantes se reúnen al rededor del toro y comienzan a pronunciar el nombre del objetivo durante una hora. Luego cada participante mancha con un punto de su propia sangre una espada de dos manos, al unísono los participantes dicen el nombre del objetivo una ultima vez y el hechicero sumerge la espada profundamente por la garganta del toro para completar el ritual. Los participantes como si fueran uno solo matan al toro y como uno prometen matar a su objetivo. No todos los participantes necesitan conocer el ritual para participar, sólo el presbítero hechicero. Para que el ritual funcione debe tener al menos dos participantes y no más de siete.
Sistema: cuando los participantes del ritual ataquen al unísono al objetivo seleccionado, un número de ellos (igual a los éxitos alcanzados en la tirada de activación) pueden impulsar su iniciativa y actuar un turno antes. Por ejemplo, cuatro Assamitas están atacando a un objetivo, el objetivo actúa sobre una iniciativa de 10, pero tres de las iniciativas de los Assamitas son 9,9 y 7 respectivamente, dos éxitos fueron conseguidos en la tirada de activación, permitiendo que dos de los tres assamitas puedan actuar con una iniciativa de 11, el tercero permanece con su iniciativa original. El ritual solo concede su beneficio si todos los participantes (incluyendo al hechicero) atacan al objetivo al mismo tiempo, ademas cada participante en combate tiene una bonificación para cualquier tirada de alerta en esta escena igual a los éxitos en la tirada de activación. Los efectos de este ritual duran hasta después del amanecer o hasta que finalice el primer combate contra el objetivo, lo que ocurra primero.
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