El Abrazo

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El Abrazo es el proceso de crear nuevos vampiros a partir de mortales. Sólo funciona con seres humanos o (en casos sumamente extraños) con criaturas tan parecidas a los humanos como para pasar por ellos.

El derecho a Abrazar nuevos vampiros es celosamente guardado por los antiguos de la Camarilla, que temen tanto la superpoblación como la perspectiva de un mar de neonatos hambrientos en busca de vitae de antiguo.

Incluso los detalles de cómo se lleva a cabo el proceso a veces se ocultan a la juventud de sangre diluida de la Camarilla, generando una ignorancia que evita algunos accidentes pero provoca en otros casos horribles errores.

Obtener Permiso

La Camarilla actúa bajo la Mascarada, un esfuerzo concertado por ocultar la existencia de los vampiros al mundo mortal. Una derivación lógica de esa definición es que cuantos más vampiros hay, más difícil es ocultarlos, luego lo mejor para la Mascarada es mantener bajas las cifras. Pero los vampiros son vampiros, y uno de los impulsos básicos que tienen los Vástagos es Abrazar a otros. Como consecuencia de esto, la Camarilla ha propuesto un procedimiento adornado para obtener permiso para Abrazar. Si no se siguieran esas pautas, la población vampírica crecería exponencialmente, destrozando la Mascarada mientras tanto. Aunque en realidad a nadie le gusta como está organizado el proceso (la queja más habitual es que los Ventrue y los Toreador parecen contar con trato de favor), casi todos están de acuerdo en que es mejor que la alternativa. Un vampiro que quiera crear progenie tiene que ir directamente a la cima, a saber, al príncipe. El príncipe ostenta el derecho de creación y eliminación en su ciudad, lo que significa que sólo él tiene el derecho real de crear chiquillos. No obstante, está dentro de sus atribuciones conceder ese poder temporalmente a uno de sus súbditos. Esto a menudo se hace como recompensa por un servicio excepcional, como rechazar un ataque del Sabbat, descubrir a un infiltrado o evitar una ruptura particularmente peligrosa de la Mascarada. En otros tiempos el derecho de creación se emplea como soborno para posibles aliados, o como un modo de hacer juegos malabares con el poder de la primogenitura. Si el antiguo Brujah, que ocupa una posición contraria al príncipe, tiene demasiados chiquillos, puede incumbirle a Su Majestad otorgar el derecho de creación al primogénito Nosferatu que aún no se ha puesto de lado de nadie. Al hacerlo refuerza las filas del Nosferatu y le obliga a estar agradecido al príncipe; en total, un resultado completamente satisfactorio.

En raras ocasiones, los Vástagos intercambian deudas a cambio del derecho de creación. El derecho a crear un nuevo vampiro nunca se vende barato. El vampiro que solicita un favor de tal magnitud debe poner mucho sobre la mesa, endeudándose tremendamente con el príncipe u ofreciéndose a liberar al príncipe de fuertes obligaciones que haya contraído. Una vez que el derecho de creación ha sido otorgado (a menudo en una ceremonia pública en el Elíseo; de manera más infrecuente en privado si un príncipe está apoyando silenciosamente a un aliado o aumentando su propia prole), no puede rescindirse. El Vástago que recibe este favor tiene el tiempo que quiera para ejercerlo, aunque la mayoría de los vampiros ya tienen a alguien en mente para el Abrazo cuando acuden a solicitar el favor. A veces hay un periodo de observación ordenado por el príncipe, durante el cual se puede dar o denegar la aprobación de un cierto candidato al Abrazo. Sin embargo, lo más habitual es que el vampiro con el encargo de crear tenga completa libertad en su elección.

¿Por Qué Hay Que Crear Chiquillos?

Mientras que los mortales son impulsados por la biología a perpetuar la especie, los vampiros no tienen una excusa así. A un nivel básico, no tiene sentido Abrazar mortales. Un nuevo vampiro supone más competencia por la comida, un estorbo durante su educación y, a la larga, un posible rival. Además, dentro de las pautas de creación establecidas por la Camarilla, Abrazar a un mortal es caro. El coste del derecho de creación es un favor valioso o el perdón de una enorme deuda de prestación; el permiso para aumentar los chiquillos de Caín no es barato.

Con todos estos inconvenientes, ¿por qué siguen los vampiros de la Camarilla incrementando sus filas? Hay varias respuestas que se combinan para proporcionar alguna justificación al hecho pero ninguna es completamente satisfactoria por sí misma.

Ante todo, el acto de crear progenie proporciona a un vampiro un aliado automático (si eligiera imponer el vínculo de sangre). Incluso en casos donde no se emplea el vínculo, lo más probable es que el neonato recorra un largo trayecto antes de escoger su propia senda, dando al vampiro antiguo apoyo y alguien que le guarde las espaldas en las intrigas homicidas de la Camarilla. Muchos chiquillos llegan a la larga a competir con sus sires, pero ese es un proceso de décadas o siglos, y mientras tanto los beneficios de un aliado razonablemente legal son incalculables. Algunos Vástagos llegan incluso a crear enormes proles de chiquillos, vinculando por orden a ellos y a sus chiquillos, pero el resto de la secta desaprueba esta práctica; al fin y al cabo, nadie quiere ver a ningún vampiro acumular una base de poder personal excesiva.

En segundo lugar, crear un chiquillo puede ser un asunto de logística. Los Vástagos que han tenido sus garras en una industrial mortal determinada durante cien años pueden ver que el negocio se ha expandido más allá de su capacidad de controlarlo eficazmente. En tales casos, es necesario un ayudante y protegido, y hay veces en las que un ghoul no es suficiente (por ejemplo, si el control por parte del vampiro de ese negocio está siendo desafiado activamente, o si el negocio ha abierto una nueva filial con tecnología más allá de la comprensión del Vástago). Del mismo modo, los vampiros más viejos a menudo se dan cuenta que están anticuados en asuntos como las telecomunicaciones, la informática, etc., y Abrazan mortales entendidos en estas materias para que sirven de tutores o subordinados. El problema con esta práctica es que estos Abrazados de orientaciones técnicas suelen tener una vida útil limitada; a los pocos años del Abrazo su conocimiento a menudo se queda anticuado, y, a su vez, se vuelven prescindibles.

Incluso hay Abrazos por rencor, o para negar a un enemigo un chiquillo prometedor. A menudo un vampiro Abrazará al mortal favorito de otro Vástago, causando estragos en planes proyectados con mucha antelación e inutilizando al neonato de cada a su antiguo patrocinador. Aunque tales maniobras no equivalen a la Yihad, aún así, proporcionan momentos agradables de venganza al nuevo sire; ¿hay peor castigo hay para un enemigo que ver a su apreciado pupilo y futuro chiquillo vinculado a otro? Tales Abrazos también tienen un aspecto comercial, ya que, por su propia naturaleza, desbaratan magníficamente los planes mejor calculados de otros vampiros.

Algunos vampiros Abrazan mortales por razones menos pragmáticas. Los Toreador en particular tienen la costumbre de tratar de inmortalizar la belleza mortal por medio del vampirismo, aunque otros vampiros se quejan de que les gustaría que los Toreador prestaran más atención a las personalidades de sus chiquillos y menos a su aspecto. En raras ocasiones, el amor surge entre almas vivas y no vivas; un posible resultado de este tipo de romances es que el moral sea Abrazado. Tales romances suelen acabar desgraciadamente, pero no evita que los optimistas lo intenten. De vez en cuando, mortales excepcionales (de nuevo, los Toreador han convertido esto en otra de sus aficiones) son “recompensados” por sus logros con la vida eterna. De esta manera son atraídos al redil, voluntariamente o no, compositores, científicos, artistas, escritores y otros de ese jaez.

Y a veces, sólo a veces, un vampiro sucumbe a la aplastante soledad de su estado y Abraza a un mortal a quién considera que podría ser una compañía agradable durante los siglos. El azorado sire suele desdeñar esas creaciones o justificarlas como si fueran otra cosa, pero tienen lugar con más frecuencia de la que se podría pensar.

La No Vida en Tiempos de Guerra

En una situación de guerra, las restricciones a la creación a menudo se relajan. Con el Sabbat llamando a la puerta y el número de bajas creciendo constantemente, la necesidad de refuerzos a veces tiene prioridad sobre las exigencias del protocolo.

Cuidado y Alimentación

Las Tradiciones establecen que un sire es responsable de su chiquillo hasta que le libera como “adulto” responsable. Educar neonatos puede ser una tarea pesada, especialmente para un vampiro enredado en intrigas a punto de estallar. La mayoría de los sires enseñan los fundamentos de la existencia vampírica, los clanes, las Tradiciones, la Mascarada y las cosas que pueden o no matar a un vampiro y después esperan que el neonato vaya aprendiendo cosas por su cuenta.

Los Tremere y los Nosferatu son notables excepciones, ya que sus estructuras básicas del clan exigen una educación intensiva de todos los nuevos miembros para el bien de todos. Los Ventrue a menudo meten en su papel a sus neonatos, enseñándoles lo justo para que se las arreglen para que no se les pase por la cabeza nada relacionado con el ascenso. Un vampiro que no enseña adecuadamente a su chiquillo corre un riesgo tremendo. Todas las acciones del chiquillo mientras sigue “instruyéndose” se achacan al sire; el desconocimiento de la ley no es excusa. Además, incluso después de la emancipación del neonato, si demuestra una profunda ignorancia de hábitos o costumbres, perjudica a su sire. Seguro que sufre una pérdida de posición: si la ignorancia del neonato se vuelve peligrosa, pueden aplicarse castigos más severos.

Qué Va Mal

Los fundamentos del Abrazo son sencillos. El aspirante a sire extrae la sangre mortal a su futuro chiquillo, y después deja que un poco de la suya caiga en sus labios. Si todo va bien, la víctima despierta pronto, vorazmente sedienta de sangre. Se ha convertido en miembro de la Estirpe. Aún así, en la vida real (o en el Mundo de Tinieblas), nada es tan sencillo. Hay complicaciones y equivocaciones, errores y tragedias que hacen que el proceso de convertir a un mortal en un vampiro sea terriblemente arduo. Algunos de esos problemas se pueden anticipar, otros no, y todos hacen que la creación de un chiquillo sea una aventura.

La primera y más evidente complicación surge cuando un mortal, por la razón que sea, rechaza el Abrazo. Aunque no es habitual, este problema sucede, y deja al frustrado sire con unos cuantos problemas. El príncipe de la zona puede disponer que el propio intento basta para anular el derecho a la creación del vampiro; el vampiro se queda sin nada a cambio de haber gastado su favor. Y antes hay que encargarse de un cadáver seco con sangre vampírica en sus labios; el procedimiento forense policial es lo suficientemente bueno como para sacar todo tipo de conclusiones interesantes de ese cuerpo del delito. Finalmente, está la cuestión del efecto que tiene el Abrazo frustrado sobre el sire rechazado por su progenie. El frenesí siempre es una posibilidad, y dadas las circunstancias de un Abrazo fracasado, esa pérdida de control podría ser desastrosa para la Mascarada.

De manera parecida, hay un porcentaje pequeño pero significativo de neonatos que sufren daños psicológicos permanentes a causa del Abrazo. La experiencia de morir y después renacer mediante la sangre no es agradable, y un buen número de nuevos vampiros han quedado maltrechos tras ella. Los efectos observados varían, desde las fobias suaves a las demencias hechas y derechas. Curiosamente, los neonatos Malkavian parecen totalmente inmunes a los aspectos trastornadores del propio Abrazo; son los miembros de los otros clanes los que tienen que vigilar con cuidado las transiciones de sus chiquillos.

Menos apremiante, pero con consecuencias a largo plazo, es el peligro de hacer demasiado daño a un posible chiquillo antes del Abrazo. En teoría, el sire del nuevo vampiro extrae su sangre con un solo mordisco. En realidad, las cosas pueden ponerse feas. Si la víctima se resiste, puede causarse daño permanente al cadáver del neonato antes del Abrazo. Por desgracia, esta herida puede volverse permanente y llevarse a la no vida, terminando en un vampiro que está lisiado eternamente y despierta cada noche con sus heridas recién reabiertas. Es improbable que un vampiro con tal mala suerte tenga buena disposición hacia su sire.

Una vez que despierta el nuevo vampiro, se presenta la cuestión de la comida. Los nuevos Vástagos están inevitablemente famélicos. Esto es comprensible, ya que la única sangre que tienen en sus sistemas es aquella donada por sus sires, que habitualmente están poco dispuestos a donar demasiada.

Como tal, un neonato entra en su nueva existencia en medio de un frenesí inducido por el hambre, y atacará a cualquier fuente de sangre que esté a mano. Un sire inteligente guarda algo (o alguien) a mano para tales ocasiones, pero siempre hay complicaciones.

Cuando un Abrazo es una decisión de improviso, normalmente no hay alimento conveniente cerca, y eso quiere decir que el neonato está en frenesí por las calles. Por otro lado, los sires especialmente malévolos pueden poner cuidado en el alimento que reservan para sus chiquillos, los amigos, parejas y parientes ofrecidos para el sacrificio son magníficos medios para alejar al vampiro de su anterior existencia.
Accidentes

Parecería casi imposible Abrazar a alguien por accidente. Al fin y al cabo, el proceso es largo y complejo; pocos Vástagos son tan torpes como para cortarse accidentalmente y después apañárselas de alguna manera para derramar su vitae en el lugar justo. Aún así, los Caitiff salen de algún sitio, y cada noche hay más. La mayoría de los Abrazos “accidentales” son productos de la piedad o los remordimientos. El guión es habitual: un vampiro se alimenta (a menudo mientras está en frenesí), mata a su recipiente, y, acuciado por la culpa o la pena, trata de enmendarlo otorgando la inmortalidad a su víctima. Por supuesto, en estos casos el sire habitualmente vuelve en sí mientras su chiquillo está estremeciéndose al volver a la consciencia, y la mayoría de las veces abandona a su responsabilidad antes de que despierte del todo. De esta manera se agrava el error; un neonato hambriento, ignorante de la Mascarada, recorre las calles, y su sire no puede educarle o protegerle. Hacerlo es admitir su violación de las Tradiciones, que lleva aparejada el riesgo de la eliminación. Las propias leyes de la Camarilla impiden que proteja a su hijo díscolo, poniendo irónicamente en peligro de paso a la Mascarada.

La gran mayoría de los Abrazos accidentales es causada por vampiros jóvenes, Vástagos de 12ª o 13ª generación, o vampiros más poderosos que sólo han estado en la Sangre desde hace poco. Dichos Vástagos inexpertos rara vez son educados decentemente en los modos de crear progenie, y pocos se toman en serio las amenazas de castigos. Como consecuencia de ello, tienen la inoportuna costumbre de fastidiarla, y después abandonar a sus errores en las calles. Tales “errores” normalmente encuentran la manera de desaparecer de la comunidad vampírica (aunque sea mediante los azotes), pero ¡ay del sire de los Caitiff a los que se encuentre el linaje! Los castigos por la creación no autorizada son auténticos y se ejercen con severa regularidad.

Los vampiros más viejos y poderosos a veces también crean chiquillos por accidente. Aunque pueda parecer injusto, dichos Vástagos suelen contar con un buen número de favores en la manga, o son aliados suficientemente valiosos para un príncipe como para que puedan llegar a algún tipo de acuerdo para evitar el castigo máximo.

Promociones en el Campo de Batalla

Un porcentaje significativo de los Abrazos espontáneos tiene lugar en medio de tiroteos y otras escenas peligrosas. Un ghoul o mortal favorito es herido mortalmente en la refriega, y el vampiro tiene la opción de dejarle morir o Abrazarle. Se considera a dichos Abrazos más disculpables que las habituales creaciones a lo loco, y en tales casos el sire a menudo se libran con un castigo relativamente leve (comparado, por ejemplo, con que te claven una estaca al sol).
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1 comentarios:

  1. Pues ya que estoy, te comento aquí. He llegado hasta aquí porque estoy empezando una One-Shot con con 4 de 5 jugadores novatos, y en mi idea, todos empiezan siendo humanos en una secta, que los llevará a responder una serie de preguntas extrañas para decidir en qué clan acabarán. Para ello, estoy buscando la manera de justificar un abrazo en cualquiera de los clanes de la revisión de 2018, y aquí he encontrado un par de ideas, así que gracias!

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