Parece ser que, de los Antediluvianos, tan sólo Saulot tuvo el don de la profecía. Es posible que Zillah, la esposa de Caín, también lo tuviera. He comentado muchas veces que aquello que afectó los pensamientos de los Antediluvianos sigue afectando los nuestros.
Seguramente estas profecías de la Gehena, la sangre débil, Lupinos, y cosas por el estilo han empezado a causar que estas profecías se hayan ido cumpliendo a sí mismas.
Puesto que sus preocupaciones pasan de Generación en Generación, murmullos de paranoia y miedo continúan reverberando a través de los Cainitas, y, a través de éstos, la Canalla.
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