Este grupo fue fundado en la década de 1950 como una especie de red de apoyo clandestino para Ghouls huérfanos o fugitivos. Aunque al principio tenía unos 20 miembros, sus cuatro fundadores fueron: Gregory Winter, Ginevra Salamanca (Obertus), Enrico Sagunto y Philip Marshall. Los cuatro tenían experiencia en el trato con los Vástagos y estaban deseosos de compartir sus conocimientos con los miembros menos afortunados.
Sagunto, un antiguo miembro del Gladius Dei de la Sociedad de Leopoldo, nunca fue Ghoul. Había abandonado la Inquisición unos años antes a causa de una discusión metodológica, consagrándose a ayudar a las víctimas de la manipulación Cainita. Aunque durante su época con los Indómitos acabó al menos con 12 Vampiros, murió finalmente a manos de un Malkavian en los Estados Libres Anarquistas.
Philip Marshall era un Ghoul Independiente cuyo primer encuentro con un Vampiro había sido trabajando como reportero gráfico. No tardó en descubrir las benéficas propiedades de la Sangre de vampiro, alquilando sus servicios como una especie de investigador privado a cambio de Vitae. Aprendió por las malas el Vínculo de Sangre, pero quedó liberado cuando Sagunto mató a su Domitor en el clímax de un auto-da-fé. Marshall siguió investigando secretos de la Estirpe para los Indómitos, pero desapareció a finales de los 60's mientras buscaba información sobre el Inconnu. Todos los años surgen rumores de supuestos avistamientos, pero nunca llegan a nada sólido.
Los dos restantes, Salamanca y Winter, siguen formando parte del Núcleo, y poco a poco han ido aumentando su influencia en todo el mundo. Han aprendido de sus errores, y son los responsables de la actual eficacia de la organización.
Hoy los Indómitos son una secta bastante amplia. Sus métodos de reclutamiento suelen ser muy persuasivos, pero el número de miembros se mantiene más o menos estable, tanto por el suministro disponible de Vitae como por el desgaste a manos de sobrenaturales más poderosos. Es lo bastante secreta para que ni la Camarilla ni el Sabbat sepan de su existencia, aunque algunos Príncipes han empezado a ensamblar rumores acerca de la "red clandestina Ghoul".
Objetivos
Los objetivos de la Secta son bastante sencillos: Servir como lugar seguro para la huida de Ghouls huérfanos o renegados, preservar su propia existencia consiguiendo Vitae por todos los medios posibles, preservar la independencia y libertad de sus miembros y mantener su existencia en secreto frente a los Vampiros en general. (lo que también ayuda a preservar la existencia y la libertad de sus miembros.
Por supuesto, los miembros tienen sus propios objetivos individuales. La Secta lo tolera mientras nadie amenace la seguridad de los Indómitos. Quienes, a propósito o no, traicionan a la Secta no reciben un segundo aviso.
Influencia Global
Los Indómitos operan sobre todo en Estados Unidos; la combinación de libertades personales y escasa investigación criminal les permite operar cómodamente desde las sombras. Las células tienden a ser del mismo tamaño en el territorio de la Camarilla y el Sabbat. Los Indómitos redoblan sus actividades en las zonas en disputa por ambas Sectas vampíricas; la guerra ofrece muchas oportunidades de atrapar rezagados de ambos bandos. Los Estados Libres Anarquistas son un excelente escenario para sus operaciones, en estas zonas de guerra, un Vampiro desaparecido más no llama mucho la atención. Uno o dos Ghouls Indómitos han sido lo bastante descuidados como para que el FBI se fije en ellos. La política oficial del Núcleo es "enterrar" al ghoul durante un tiempo... o, si ha sido especialmente escandaloso, enterrarle para siempre.
Canadá es algo distinto. Los Indómitos tienen una presencia mínima allí. Aunque los territorios del Sabbat pueden ser costos de caza interesantes, el bajo indice de criminalidad implica que los cadáveres llaman la atención.
Algunas células se han trasladado a América Central y del Sur, pero los Indómitos consideran que ir allí es lento y peligroso. Ciudad de México está infestada de vampiros que disfrutan de las presas fáciles, y los más gordos y perezosos suelen convertirse en presa a su vez.
En Europa, los Indómitos han establecido células en Lóndres, París, Berlín y Barcelona. Por ahora han evitado Italia, siguiendo los consejos del fallecido Sagunto: el baluarte de los Giovanni, los Lasombra y la celosa Sociedad de Leopoldo es un peligroso coto de caza.
Los Indómitos tampoco han enviado a nadie a Rusia: el hecho de que no se haya sabido nada de los vampiros rusos durante años perturba en gran medida al Núcleo.
Oriente Medio es un lugar muy volátil, y hasta la fecha sólo dos células han sido lo bastante fuertes para sobrevivir allí. Australia es una prioridad igualmente baja; sin contar dos o tres ciudades, apenas hay Vástagos.
En cuanto al Tercer Mundo, la Secta tiene poca influencia en la mayor parte de sus regiones, y menos razones para ir allí. La única excepción es el paraíso vampírico del Caribe, con tantos Vástagos compitiendo por el control de la región, los Indómitos saben que sería estúpido dejar pasar la oportunidad.
La Secta ha intentado establecerse en Asia en dos ocasiones. En ambas, llegaron al Núcleo unos pocos informes acerca de los poderosos y repulsivos Vampiros Catayanos antes de que las células desapareciesen por completo. Con la vuelta de Hong Kong al control chino, el Núcleo ha abandonado sus planes de un tercer intento. Sencillamente, la Secta sabe muy poco de los Vampiros de Oriente, y considera demasiado arriesgado intentar descubrir más cosas.
Métodos
Aunque la metodología de los Indómitos sigue en fase de evolución, el Núcleo ha establecido unas pocas tácticas básicas. Parte de la reeducación de los reclutas incluye enseñarles a pensar con rapidez. Se espera de los Indómitos que sean capaces de abandonar un plan fallido e improvisar una forma de salvar la situación. No obstante, los miembros de la Secta tienden a "recurrir al manual" en primera instancia, resolviendo por sí mismos sólo en momentos de crisis.
Cuando la Secta ha reunido los suficientes nuevos reclutas como para justificar una nueva célula, el Núcleo escoge una ciudad basándose en sus informes de inteligencia. Obviamente, las ciudades preferidas son las que tienen grades poblaciones vampíricas, y es mucho mejor si los vampiros están luchando entre ellos. Entonces el Núcleo asigna una célula base de más o menos cuatro operativos, entre los que hay cazadores experimentados (trasladados de sus células anteriores) y nuevo reclutas.
La célula recibe toda la información posible sobre su nuevo hogar, así como una pequeña reserva de apoyo de Vitae. Una vez establecidos, los miembros empiezan a verificar su información y recopilar nuevos datos. Algunas células envían miembros directamente a la sociedad Cainita local, ya sea bajo el disfraz de ghouls mercenarios o (menos corrientes) de vampiros. Su objetivo no es ganarse la confianza de los Vástagos locales (lo que sería prácticamente imposible), sino descubrir sus nombres y hábitos.
Por lo general, un Indómito caza sólo cuando está bien informado. Cierto, una vez que empieza a bajar la provisión de Sangre de la célula, pueden ser menos exigentes en la búsqueda de blancos, pero suelen mostrarse tan cuidadosos como sea posible. Las partidas de Caza (o los cazadores solitarios, si son lo bastante hábiles) intentan capturar a sus presas, ya sea usando arcos o ballestas para clavarles una estaca en el corazón, o acribillándolas hasta que entran en letargo y dejar que se curen en cautividad. A los vampiros capturados se les vendan los ojos, se les da suficiente "comida" para que repongan las reservas de Vitae de la célula y se les extrae Sangre. El miembro más veterano de la célula puede interrogar al cautivo para descubrir más cosas de los Vástagos de la ciudad, pero por lo general esto ocurre sólo cuando no hay peligro de que el prisionero haga nada. Comúnmente, el vampiro es conservado con vida hasta que todos los Indómitos de la célula han llenado dos veces sus reservas a su costa, y después se le destruye con fuego o luz solar. Cuantos menos cabos sueltos queden, menos peligro corre la célula.
El Núcleo
Casi toda la actividad de los Indómitos tiene su origen en el Núcleo, los fundadores del grupo. Sólo lo componen tres miembros activos (aunque hay gran cantidad de rumores acerca de sombrías figuras que entran y salen de la política de la secta, ninguna de ellas se ha dado a conocer). Estos tres (Ginevra Salamanca, Gregory Winter y la misteriosamente mutable Carter) comparten un dominio del saber Cainita que provocaría la envidia de muchos antiguos Obertus, aunque no es ni mucho menos absoluto.
Aunque el Núcleo no puede gobernar todas las facetas de la actividad de los Indómitos, se mantiene muy al tanto. Los tres líderes dirigen muchas células y coordinan constantemente información sobre Vástagos de todo el globo. En los últimos tiempos, han descubierto la existencia de algo llamado la Mano Negra y empezado a filtrar rumores acerca del Inconnu. Su combinación de vasta experiencia, inigualable habilidad como espías y notable inteligencia hace de ellos un grupo peligroso y una más que adecuada autoridad para los Indómitos.
Ginevra Salamanca
Su nombre auténtico es Ginevra Obertus, de los Obertus de Haverhill, Massachusetts. Fue sometida a los dementes experimentos de sus padres a temprana edad: probaban métodos alternativos para acelerar la maduración física y mental de los aparecidos.
El proceso funciono bastante bien con ella, posiblemente mejor de lo que sus padres habían esperado. Desarrolló una asombrosa inteligencia a temprana edad y fue consciente de las manipulaciones de sus padres mucho antes de lo que éstos esperaban. Saber esto la llenó de despereció y una vez alcanzada la adolescencia biológica, dejó a su familia.
La inteligencia aumentada de Ginevra le fue muy útil en el mundo exterior, permitiéndole eludir a los perseguidores enviados para arrastrarla de vuela a casa. Finalmente se encontró viviendo en compañía de una pequeña banda de Zantosa. Se estaba aburriendo bastante de ellos cuando empezaron a caer a derecha e izquierda, eliminados por un antiguo inquisidor Enrico Sagunto. Ginevra escogió ese momento para traicionar a sus compañeros, poniéndose de parte del mortal y ganando rápidamente su confianza. Nunca le reveló su verdadero nombre.
La pasión de Sagunto por su buena causa era distinta a cualquier cosa que Ginevra hubiese visto en un aparecido o un mortal. Al principio, la causa del cazador no podía importarle menos, pero su emoción acabó por seducirla, inundándola de simpatía y pasión. Acabaron convirtiéndose en amantes, y pronto se unieron a Winter y Marshall para formar los Indómitos.
Pero las predilecciones de la sangre de aparecida de Ginevra alejaron a Sagunto de ella. Cuando el Inquisidor murió, Ginevra lloró su pérdida. Pero la pasión que había avivado en ella era la emoción más fuerte que había sentido nunca. Para mantenerla viva (y algunos dirían, para mantener la sensación viva), ha redoblado sus actividades en la secta, viviendo vicariamente al conseguir lo imposible.
Salamanca es una hermosa joven cuya carne ha sido alterada hasta asumir una apariencia exótica, casi de hada. Como los demás miembros de su familia, es reservada, obsesiva y moderadamente perversa. Le resulta difícil fiarse de Carter, sobre todo cada vez que la enigmática criatura cambia de cara.
Últimamente, Ginevra se ha visto tentada por el encanto del Abrazo. La idea de la verdadera inmortalidad, de una esperanza de vida lo bastante amplia para ver a todos los demás Cainitas muertos o sometidos, baila en su subconsciente. Por supuesto, lo está meditando cuidadosamente y puede que no tome una decisión hasta dentro de 50 años más o menos. También se siente atraída por la fuerza de la personalidad de Winter y está considerando fríamente si podría o no surgir algo bueno de una relación carnal con el veterano ghoul. De nuevo puede que tarde años en decidirse, pero es una idea más con la que mantener ocupada su mente.
Gregory Winter
Winter quizá el arquetipo de Indómito. Fue vasallo de un cruel domitor y también tuvo que buscar la vitae por su cuenta. En el proceso, se convirtió en uno de los más hábiles ghouls de todos los tiempos. Sin su experiencia, es dudoso que los Indómitos hubiesen durado tanto tiempo.
Nadie sabe quién fue su primer domitor, ni siquiera de que clan era. Prestando mucha atención a sus ocasionales y sardónicas anécdotas, los otros miembros del Coro han deducido que sirvió como mano derecha de un poderoso vampiro de la Camarilla durante algún tiempo, probablemente en la Costa Este en el siglo XIX.
Cortó sus lazos algún tiempo después de la Guerra de Secesión, consiguiendo sobrevivir unos años como independiente. Durante un tiempo se vio obligado a unirse al servicio de otro Cainita, pero a lo largo de la Primera Guerra Mundial cambió tantas veces de domitor como un Toreador de traje. Nadie está muy seguro de cómo se las arregló, pero sus compañeras del Núcleo tienen algunas suposiciones. Por un lado, Winter es un extraordinario embaucador, quizá no sea un planificador maquivélico de alto nivel, pero puede engañar a casi cualquiera durante casi todo el tiempo. Por otra parte, sus numerosos años como ghoul parecen haberle dado una resistencia innata al Vínculo de Sangre. Ha destruido a más de un Cainita que confió su no vida a la devoción de un criado.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Winter huyó de Inglaterra con el séquito huérfano de un poderoso Ventrue En sus esfuerzos por ayudar a sus inexpertos camaradas, acabó tejiendo una red de contactos que pronto florecería en un dotado sistema de apoyo. Al conocer a Philip Marshall, ambos descubrieron una meta en común y más por iluminado interés personal que por otra cosa, formaron los Indómitos.
Winter aparenta algo menos de 50 años, con pelo gris y corto y ojos corrientes de color castaño. Tiene una complexión maciza, con una musculatura no tanto definida, como toscamente labrada. Su conocimiento de las Disciplinas es bastante extraordinario para tratarse de un ghoul, pero prefiere recurrir a medio más mundanos para llevar a cabo sus tareas, no necesita Ofuscación para disfrazarse y sus corazonadas rivalizan con su Auspex. Ha aprovechado su larga vida, y domina muchas habilidades, todas ellas de carácter práctico. Ahora dedica la mayor parte del tiempo a compartir sus conocimientos, adiestrando a los nuevos reclutas en las bellas artes de la mentira, la caza y el sabotaje.
Sus compañeras del Núcleo han empezado a preocuparse por la avanzada edad de Winter. Saben que se está acercando el momento en que no recibir su dosis mensual de sangre le mataría. Aunque Winter ha sido un modelo de lealtad hasta la fecha, no es fácil desdeñar la posibilidad de que venda a los Indómitos si no hay otra forma de salvar su vida. En consecuencia, Ginevra y Carter procuran que la secta le mantenga puntualmente provisto de vitae, evitando además que intervenga en operaciones de campo.
Carter
Carter es quizá la miembro más enigmática del Núcleo, incluso para los demás fundadores. Se unió a la secta poco después de la muerte de Sagunto, tras un encuentro con Winter y Ginevra Salamanca en el que les convenció de que sería una ayuda inapreciable.
Puesta a prueba. Carter reveló unos conocimientos acerca de la Estirpe que rivalizaban incluso con los de Winter, aportando a la secta información secreta de los príncipes de las tres ciudades principales de Estados Unidos. No tardó en entrar en el Núcleo, donde sus conocimientos resultarían más útiles.
Aunque Carter había demostrado repetidamente su lealtad, en 1960 sorprendió a sus compañeros del Núcleo apareciendo tras una prolongada ausencia... con una complexión y rostro totalmente distintos. Los exhaustivos interrogatorios demostraron que era la misma persona que había colaborado en la captura de una manada novata del Sabbat unas pocas semanas antes. Gradualmente, los demás acabaron aceptando el cambio de forma de Carter, lo que fue bueno, pues se repitió un año después. Ha cambiado de aspecto físico no menos de 15 veces, con frecuencia alterando también su raza y (al menos en tres ocasiones) su género.
En realidad Carter no es un ser vivo, sino un wraith que usa sus poderes para habitar los cuerpos de humanos y así comunicarse con sus aliados del mundo físico. Sus amplios conocimientos se deben a su práctica de abandonar su cuerpo "anfitrión" para espiar en forma invisible a sus blancos, que raramente tienen motivos para sospechar la presencia de un wraith. Sólo Salamanca y Winter conocen su verdadera naturaleza: su extraño hábito de dejar atrás su cuerpo se explica a los Indómitos de menor rango como un talento para experiencias extracorpóreas.
La mortal que fue Carter murió durante la Depresión, víctima de un hastiado príncipe Toreador que quiso animarse con algún jueguecito. Tras hacer que la joven pasase una serie de obstáculos emocionales como si de una carrera de vallas se tratase, la hizo ejecutar despreocupadamente para satisfacer sus gustos. El furioso espíritu de la muchacha quedó atrapado en el Mundo Subterráneo buscando venganza. Pasó varios años dominando los poderes arcanos de su nueva formal y otros más aprendiendo todo lo posible sobre los Vástagos (parte de esa educación fue la lección práctica de que algunos vampiros pueden tratar con wraiths; desde entonces, Carter procura evitar a Giovanni y Samedi).
Cuando supo de los Indómitos, decidió de inmediato unirse a ellos. Su odiado Toreador fue derrocado pero no destruido varios años atrás y Carter ha sido incapaz de localizarle de nuevo. Usa a los Indómitos como herramienta para su meta final: humillar por completo y después destruir a la criatura que la degradó y ordenó que fuese asesinada. De paso, disfruta vengándose de todos los vampiros que puede, pero también le gusta ayudar a los ghouls a liberarse de sus enfermos amos.
Estos días, Carter usa su dominio de Arcanos Títeres para dejar un rastro de identidades falsas. Posee repetidamente a alguien hasta que su personalidad está completamente hundida y después toma el control del cuerpo. No obstante, Carter sólo puede conservar el mismo cuerpo durante un corto período de tiempo antes de tener que abandonarlo y regresar al Mundo Subterráneo por razones que se niega a explicar (por lo que Winter puede deducir, tiene algo que ver con "pagar su deuda kármica por partes"). Suele dejar su cuerpo anfitrión en estado de coma al cuidado de algún subordinado de los Indómitos, pero siempre puede haber accidentes y es frecuente que deba buscarse una nueva cara. En estos casos, Carter intenta elegir a alguien tan vil como su torturador, pero a veces su juicio queda nublado por su pasión por la venganza.
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