Esta "inmortalidad" depende por naturaleza no sólo de una dieta de vitae, sino también de necesidades más básicas, como comida y bebida. ¡La Sangre puede sustentar nuestras formas indefinidamente, pero no basta con ella para alimentar a un cuerpo vivo!. Estoy seguro de que no necesito extenderme mucho acerca de las necesidades básicas del cuerpo humano: por lo general, el tema parece desagradar a muchos Vástagos. Pero incluso el más altivo de los Ventrue, alegremente libre de las onerosas exigencias de la biología, debería tomarse las molestias necesarias para o separarse demasiado de la experiencia humana. Naturalmente la comida significa poco para nosotros los Cainitas, y muchos vampiros prefieren dejar a sus ghouls la tarea de alimentarse. No obstante, recomiendo tomarse un interés por la dieta de los criados: después de todo, la nutrición es la nutrición y un cuerpo saludable puede hacer mejor uso de la Sangre. Un niño frágil con facultades físicas sobrenaturalmente mejoras puede ser un asesino sorprendente, pero si el mismo niño recibe una dieta alimenticia y hace ejercicio adecuado, el potencial aumenta en gran medida.
De forma similar, los ghoul que han alcanzado la madurez sexual (y sobre todo los adolescentes) sienten deseos sexuales (quizá incluso más que antes de comenzar su dieta de vitae) Considero que esta necesidad debería ser al menos tenida en cuenta por el domitor. Personalmente, he proporcionado a ghouls el ocasional incubo o súcubo, por así decirlo, para que saciasen su lujuria. Cuando más se aproxime a las fantasías del ghoul, más satisfecho estará el criado. Por supuesto, no defiendo ni mucho menos plegarse a todos los deseos de un criado, ¡a fin de cuentas , es el ghoul quien debe servir a los deseos de su domitor, y no al revés!. Un ghoul mimando es un ghoul inútil y más vale destruirlo. Pero la ocasional zanahoria añadida a una tradición de disciplina obtiene resultados más gratificantes y refuerza la lealtad del ghoul más allá incluso del Vínculo de Sangre.
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