El Consumo de Sangre

Todos las musulmanes deben someterse a severas restricciones en la dieta, pero las necesidades particulares de los Cainitas dieron lugar a numerosas polémicas espinosas que tuvieron que resolver los primeros Ashirra. ¿De quién podían extraer los fieles su sustento, y cuánta sangre podían tomar? ¿Era limpia la sangre de los no creyentes? ¿Era posible purificar la sangre impura si el vampiro no tenia otra con la que alimentarse?

Los Ashirra, bajo la guía de Suleiman ibn Abdullah pronto establecieron una tradición de beber sangre que hubiese sido purificada y consagrada a Alá. Para hacerlo es necesario, drenar de forma ritual la sangre y verterla sobre un cuenco de plata, después de lo cual el vampiro debe rezar durante cerca de cinco minutos. El vampiro puede purificar también todo un recipiente vivo después de inmovilizar a la víctima. Aunque este método de purificación suele estar aceptado por la comunidad en general, los problemas morales que plantea beber sangre nunca se han resuelto del todo. Han florecido divergencias en opinión y práctica por todo el mundo musulmán.

Muchos Ashirra arguyen que la causa de la Yihad es mucho más importante que el pecado de beber sangre, y en estos tiempos azarosos puede beberse con relativa libertad. Otros opinan que la sangre es el alimento natural de los vampiros y que por tanto es ético beberla, siempre que sea con moderación. Los Banu Haqim que siguen el Tariq el-Haqim (Camino de la Sangre) consideran el consumo de sangre perfectamente moral, por supuesto.

Al otro extremo se encuentran muchos musulmanes que consideran la sangre repugnante. Para ellos la oración de purificación es una concesión insuficiente para los menos devotos. Estos vampiros mantienen sus reservas de sangre bajo mínimos o se imponen una serie de reglas. La restricción más común es evitar la sangre de los infieles y los peregrinos, beber de cada fuente sólo una pequeña cantidad y evitar los recipientes involuntarios. No es necesario decir que los que cumplen las reglas más estrictas se ponen en seria desventaja. Incluso para los que cumplen estas restricciones, siguen sin resolverse numerosas cuestiones difusas. ¿Se consideran infieles a los Pueblos del Libro? ¿Es la seducción un medio válido para hacerse con una fuente de sangre voluntaria, o se considera un engaño?.