Este igualitarismo (incluso esta negación del igualitarismo) hace que muchos Vástagos ajenos al movimiento anarquista lo miren con escepticismo y afirmen que los anarquistas niegan a aquellos que han conseguido estos bienes lo que ellos no pueden conseguir por sí mismos.
Los anarquistas, por otro lado, suelen verse como estoicos o mártires que sufren y desean que otros vean lo bien que algunos Vástagos viven a costa del resto.
Lo que muchos vampiros ajenos al movimiento anarquista no logran ver es que los anarquistas se enfrentan a algo más que a la política a lo largo de su existencia nocturna. Los anarquistas no son agitadores unidimensionales que existen con el único propósito de desafiar el status quo. Es cierto que los enfrentamientos políticos modelan la mayor parte de la existencia de estos Vástagos, sólo los más estúpidos no se dan cuenta de que los anarquistas, como todos los Vástagos, son ante todo vampiros. ¿Cómo podría un anarquista levantarse cada noche para continuar con su lucha si no se alimentara de sangre? ¿Sería la no vida digna de vivirse (por así decirlo) si todo fueran puñetazos y diatribas amenazadoras? No, los anarquistas sufren los mismos prejuicios morales, las mismas cargas de la inmortalidad y los mismos recuerdos difuminados de sus vidas mortales que cualquier otro Vástago. Sólo cambian las circunstancias.
En ese caso, ¿qué es lo que los anarquistas hacen? En las noches modernas, ser un anarquista es algo más que golpear al príncipe noche tras noche, o golpear a la idea de príncipe cuando no está cerca para poder enfrentarse a él de forma directa.
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