Walid Set

Los miembros del Walid Set saben perfectamente que su estirpe es distinta a la de otros Cainitas, ya que ellos descienden del dios Set. Creen que el equilibrio entre el mundo de los vivos y de los muertos, Maat, se ha corrompido por los actos de los dioses Ra y Osiris a causa de su defensa de la ley y la costumbre. El bay't desea quebrar y corromper este orden para restaurar así el equilibrio de Maat. Esta creencia (al mismo tiempo subversiva e idólatra a ojos de los musulmanes) hace que el clan se enfrente con los Ashirra y muchos otros vampiros. Los Walid Set son los maestros del deseo. Saben que el anhelo y la necesidad son las emociones más puras y poseen un talento casi sobrenatural para discernir las auténticas apetencias de los individuos. Luego se aprovechan de ese conocimiento para sus propios fines: la felicidad de un individuo allana el camino a la corrupción y el fracaso, y pocas víctimas de los Walid Set se percatan del peligro hasta que es demasiado tarde. Los Walid Set afirman que su hogar natal es Egipto, y suelen actuar como si les perteneciese sólo a ellos.

La verdad es muy distinta: los Cainitas de otros clanes, que con bastante razón temen y desconfían de los Walid Set, nunca han llegado a aceptar sus insidiosas manipulaciones basadas en aprovecharse de las debilidades de los demás. Sus continuos enfrentamientos con otros bay't y numerosos enemigos, entre ellos, los terribles Lupinos del desierto, impide que lleguen a consolidar de verdad su predominio en Egipto. Las únicas regiones que se puede decir que sean suyas son las más remotas, en donde se hayan sus mayores templos. En cierto modo, esta situación agrada a las Serpientes: los miembros del clan viajan a otras ciudades de Oriente Próximo para atrapar a gobernantes mortales e influyentes Ashirra por igual en su red de seducción y explotación y de esta forma si atrapan a un Walid Set y se encargan de él los templos siguen estando ocultos y a salvo. Mientras tanto los miembros del bay't logran eficientemente custodiar las reliquias de la antigüedad que salpican el paisaje desértico, expulsando a los desagradables cazadores de tesoros, sean mortales o Cainitas ya que los consideran indignos productos de la corrupción de Maat. El legado de Egipto debe protegerse para el futuro regreso del propio Set, cuando se restaure el Maat.