Cualquiera que sea la verdad sobre Set, hubo un tiempo en que existió un poderoso vampiro llamado Osiris. Era un filósofo y sabio en una corte egipcia (cuya dinastía se desconoce), Abrazado por un vampiro desconocido que creía que su conocimiento de la ley lo convertiría en un aliado útil en la batalla para situar Egipto bajo la influencia de los vampiros. Sin embargo, Osiris estaba horrorizado por su nueva condición. En lugar de entregarse al sol, estaba decidido a enfrentarse a sus demonios personales y derrotarlos, y especialmente a su propia Bestia. Sus estudios para sublimar los impulsos vampíricos pueden haber ayudado a formar la base de la búsqueda de la Golconda.
Por lo menos, la extendieron. Los Hijos de Osiris podrían haberse convertido en un Clan y haber continuado hasta las noches modernas, pero Set mató a Osiris. Según cuenta la leyenda mortal, Set desmembró a su “hermano” y esparció su cuerpo por toda la tierra de Egipto. Su hermana y esposa, Isis (quizás otro vampiro, pero nadie que haya sobrevivido hasta hoy lo sabe con seguridad), encontró los pedazos de su cuerpo y los reunió, y contra todo lo imposible, Osiris fue resucitado. Sin embargo, la muerte había pasado su factura. Su sangre estaba muerta y ya no podía crear más chiquillos. Sin embargo, esto no le impidió extender su senda de redención para los vampiros.
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