En muchos sentidos, Los Ventrue son el propio imperio, tanto respecto a la Camarilla como tanto a la extensión de territorio que ostenta la propia Reina Victoria. Venerable, distinguido, poderosos, influyente, ubicuo… defectuoso, conservador, imperialista y construido con el sudor de aquellos a quienes su sistema no beneficia.
La época victoriana representa un período de transición para los Ventrue. Para los Nobles, este apodo también indica cambio. Tiempo ha que pasaron las noches del señor absoluto en su castillo, pero el tiempo todavía no ha convertido al hombre en un amo indiscutible. Por lo tanto, su mote significa dos cosas: hace referencia al tiempo en el que las familias reales daban forma a los destinos del mundo, pero también se aplica a la carga de liderazgo que han acarreado por el bien de todos los demás Vástagos.
Las filas de los Ventrue han tenido que diversificarse cada vez más para evitar quedar fuera del lugar “dentro de la evolución”, por usar la jerga de los asuntos candentes de la noche. Sin duda, todavía se cuentan entre las familias aristócratas y los generales de la época (o, más bien, consejeros de generales y otros altos cargos para quienes los horarios inusuales resultarían una notable preocupación), pero ahora también incluyen al comerciante, el académico, el embajador colonial y el personaje de la alta sociedad. En un mundo cada vez más moderno, las masas son las que poseen la verdadera voz, y el feudalismo se ha dado por vencido, ya que las visiones más democráticas del liderazgo han alzado la cabeza. Esta idea concreta es el motivo de regocijo agridulce entre los antiguos más egregios del clan, que recuerdan las noches de la república de Roma y la elevación de la aristocracia. Esta situación moderna es un pálido reflejo de aquella, y la caída de una nobleza que no tiene en cuenta los verdaderos orígenes de los Ventrue como clan de liderazgo las hace sacudir la cabeza con desaprobación.
Resumen:“Allá donde va el Imperio van los Ventrue”, o eso dice la frese inicial de una ponencia por parte de un orador Malkavian en una reciente reunión del Consejo Interno. Lo que los representantes de la Reina Victoria son para el ganado, los Ventrue lo son para los Vástagos, árbitros de disputas y agentes del orden. Sin embargo, son más que funcionarios, ya que se han entregado por completo a la causa que de la Camarilla. Que se mofen los demás clanes, ya que no comprenden el verdadero valor de la nobleza. Incluso dentro del modelo feudal, los señores tenían cierta responsabilidad para con sus vasallos, y, por tanto, los Ventrue se toman su misión de liderazgo tan en serio como los deberes que tienen para con los demás Vástagos. Puede que Rafael de Corazón fuese el Toreador que hiciese poesía de la Camarilla y convenciese a otros Vástagos para acudir en manada bajo su estandarte, pero el autor de la propia idea era Hardestadt, nada menos que el propio Ventrue.
Sin embargo, no todos los Ventrue son tan nobles como pretende su ambiguo sobrenombre. Muchos son cómplices y maquinadores, herederos de un legado de sires que ostentan por derecho de linaje y generación. Éstos encarnan los peores aspectos del clan, y sólo exhiben codicia y un sentido anacrónico de la titulación.
Otros Ventrue abanderan los éxitos de la secta o del clan, al oponerse fuertemente al Sabbat o comentar racionalmente las ofensas do otros Vástagos enfrentados. Sin un orden, Los Vástagos se volverían contra sí mismos, y toda la raza de Caín sufriría. Después de todo, la anarquía y el cinismo provocan la Revuelta Anarquista y la Inquisición, y la función de un clan de líderes es, bueno, liderara a los Vástagos para que eviten sus ansias autodestructivas.
La mayoría de los Ventrue se encuentran en un punto medio entre estos dos extremos de idealismo, aunque desgraciadamente tienes a la avaricia y el abuso de poder de los que se les acusa tan a menudo. Sin embargo, ¿qué decir de esto? Es una época decadente, rica en placeres y comodidades, y ¿de qué sirve al conjunto de los Vástagos el que un Ventrue no aproveche las ventajas que le corresponden? ¿A quién beneficia el que otro se quede sin?
Los Ventrue hacen de sus Abrazo grandes espectáculos. Esto no significa necesariamente que el acto en sí lleve consigo una pompa y circunstancias innecesarias, sino, más bien, que la puesta en práctica del acontecimiento implica mucha ceremonia Muchos Ventrue realizan un período de instrucción casi al estilo clásico, durante el cual, sus descendientes aprenden cómo es la cultura de los Vástagos. Recitan linajes, celebran las fechas de ancestros exaltados y respetan las antiguas costumbres de la hospitalidad, que sin duda sirven más para incordiar al anfitrión que para beneficiar al huésped. La no-vida del Ventrue es un mundo de dualidad: sacrificio con beneficios, ganancia en alto precio, nobleza obliga en una guarida de opulencia. Y no lo cambiarían por nada.
Dominio: Siempre que un Ventrue toma posesión de un dominio, cualquier Vástago con dos dedos de frente pensará qué implica esto antes de refutarlo o reírse. Como los Nobles dan tanta importancia a sus deberes como líderes, el dominio de un Ventrue no es sólo el territorio en el que tiene la última palabra. El dominio de un Ventrue, efectivamente, conlleva el peso del reconocimiento. Esto es, si otro Ventrue visita el dominio y le parece que es totalmente insuficiente, el dueño no sólo se convertirá en motivo de burla entre otros Nobles, sino que habrá fracasado en su misión. Ciertamente, algunos se toman su causa con más sobriedad que otros, pero su sangre es orgullosa, y es raro el Noble que acepte de buen agrado las bromas de los demás. Por esta razón, los Ventrue desprecian los dominios miserables y los territorios disputados a no ser que no haya nada más disponible, eh incluso en este caso, probablemente harán todo lo posible por convertir el dominio en algo digno de su presencia en él. Los rasgos de los dominios Ventrue, por lo tanto, tienden a lo prominente o prestigioso. Los distritos gubernamentales suelen reunir estas características, así como las zonas de finanzas y los vecindarios ricos.
Aunque los distritos culturales y artísticos normalmente también cumplen estos criterios, los Ventrue suelen dejárselos a los Toreador, que están mucho más interesados en el aspecto tangible de la prosperidad de un dominio que en el beneficio menos tangible del patronazo. Los Ventrue especialmente dedicados a veces toman dominios difíciles, con el fin de enmendar los problemas de éstos, o al menos usar su influencia para encauzarlos, con lo cual cumplen sus obligaciones como líderes y se ganan acólitos recurrentes. Recientemente, han adaptado el concepto de dominio para incluir a sectores del ganado además de las regiones de una ciudad. En Londres, un Ventrue tiene como domino a la policía, mientras que en la ciudad de Ámsterdam, los muelles quedan dentro del dominio de un Vástago, mientras que los estibadores en sí entran dentro de la esfera personal de otro. Las proles y los linajes de los Ventrue a veces surgen del dominio de un sólo señor poderoso, pero sólo sobreviven las menos de las veces si no se separan. En muchos de estos casos, el sire extiende los beneficios (y las responsabilidades) del dominio a sus chiquillos. Es cierto que esta situación puede ser cómoda, pero también es cierto que no sirve de gran cosa a los chiquillos, ya que, hasta que hagan algo ellos mismos, seguirán bajo las faldas de sus progenitores. Los sires a veces legan porciones de sus dominios a sus chiquillos, pero esto sucede muy pocas veces, ya que perpetúa el nepotismo a la vez que empequeñece el dominio del sire.
En la mayoría de los casos, un sire puede dejar algún tipo de testamento adaptado a la no-vida, por el cual los chiquillos puedan distribuir porciones de su dominio entre ellos tras su defunción (Dios no lo quiera). Ni que decir tiene que estos suelen ser motivos de acaloradas disputas y una parte siempre creerá que ha salido peor parada en el trato e intentará mejorar su posición por todos los medios.
Las zonas de influencia Ventrue a menudo se solapan con las regiones de preeminencia del Imperio. Lo primero que viene a la mente es el ejemplo de Londres, así como las regiones de Francia que no están infestadas de Toreador o miembros del Sabbat. Los Ventrue poseen dominios en algunas partes de España, pero muchos menos que los Brujah, Toreador o el Sabbat. Europa central tradicionalmente ha pertenecido siempre a los Ventrue, ya antes de la época del Sacro Imperio Romano Germánico y posiblemente, desde tiempos de la expansión del Imperio Romano anterior. Algunas partes de Italia son dominios Ventrue, así como ocasionalmente algún dominio de Europa Oriental disputado con el salvaje Sabbat, los Gangrel y Nosferatu territoriales de la zona y los sigilosos Tremere. Los restos de una facción conocida como los "Señores del Este" han conseguido mantener el dominio sobre zonas aisladas repartidas a lo largo y ancho de la franja occidental de Europa Oriental y unos pocos incluso han extendido su influencia a territorios tradicionalmente Tzimisce, incluso más al este. Sin embargo, estos dominios tienden a ser pequeños y humildes, al menos en opinión de un Ventrue.
Intereses: Si da dinero, a los Ventrue les interesa. Mercenario, pero cierto. Los Ventrue no pierden el tiempo con la modestia, para gobernar hace falta recursos. Sin embargo, la distinción entre la época victoriana y otros momentos está en la naturaleza de esos intereses. Mientras que antes los Ventrue podían afiliarse a la nobleza (o declararse nobles ellos mismos) y desvalijar arcas aristocráticas, esas noches hace tiempo que pasaron. En la actualidad, los negocios comerciales amenazan con suplanta a la "antigua economía" de los Ventrue. La banca, las inversiones, la navegación, el comercio y el imperialismo a la antigua usanza aportan numerosos beneficios a los Ventrue. Naturalmente, la política también sigue estando en el centro de los intereses de los Ventrue. Estadísticamente hablando, es probable que este clan posea más príncipes dentro de sus filas que ningún otro, y podría incluso considerarse la posibilidad de que tengan más príncipes que todos los demás clanes juntos. Sus naturalezas severas y sus personalidades diligentes también convierten a muchos Ventrue en candidatos a Sheriff y azote, aunque muchos consideran que el título de sabueso es indigno de ellos. De hecho, de un modo muy parecido a los hijos de nobles de la época feudal que no tenían oportunidad de heredar tierras y a menudo entraban a formar parte de la Iglesia, muchos Ventrue que no pueden tomar posesión por si mismos de un dominio importante ganan posición y consideración sirviendo a la Camarilla en otros aspectos.
No pocos Ventrue se encuentran entre primogenituras y muchas ciudades con príncipes Ventrue también poseen primogenituras del mismo clan, una táctica inteligente que príncipes y simpatizantes del clan usan para manipular en su favor el consenso general de ese organismo. Incluso el puesto informal de arpía a veces se ve bajo la influencia de los Ventrue, que se concentran menos en el aspecto social del cargo y hacen de él título uno de liderazgo moral o ético. Algunos Ventrue siguen el ejemplo de los caballeros de la época feudal y entran a formar parte del cuerpo de agentes de la Camarilla en lugar de tomar posesión de un dominio o un refugio en una sola ciudad. Al igual que los arcontes, estos Nobles poseen cierto grado de influencia, aunque esta estima procede de la fuerza de la Camarilla, a diferencia de cualquier logro en solitario por parte del propio Ventrue. Al final, estos Vástagos podrían convertirse realmente en arcontes, o al menos afiliarse al cuerpo de Vástagos que les ayudan. En cualquier caso, pueden servir como ojos y oídos, e incluso como confesores o confidentes de los arcontes de los justicar. Los Ventrue jóvenes a menudo se ven perdidos en cuanto a su finalidad, sobre todo a finales de la época victoriana.
Los antiguos poseen todos los dominios principales, los ancillae poseen las sobras de los antiguos o entran al servicio de algún poderoso amo principesco. ¿Qué más puede hacer un neonato? Muchos de estos Vástagos terminan formando cuadrillas, a las que sus sires consideran un mal necesario ya que les permiten "calmarse" durante su adolescencia, antes de encontrar su verdadera vocación como miembros del Clan de la Realeza. A menudo, estos jóvenes Ventrue sirven como portavoces de la época y proporcionan nuevas oportunidades a Vástagos antiguos que no pueden seguir el ritmo apresurado de la no-vida moderna. Incluso este fenómeno tiene su cantidad de jóvenes Nobles obligados por su deber y algunos ponen su perspicacia al servicio de los antiguos a cambio de su parte de los beneficios, mientras que otros fingen estar ayudándolos cuando en realidad conspiran contra ellos y reservan para sí los beneficios.
Cita: "Ah, la reina lleva casi ocho décadas de reinado... Qué encantadores, los mortales, con su idea insignificante de tiempo".
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