Leyendas
Una Ishtarri conocida como Igoli sirvió antaño a
los reyes Guruhi de África viajando entre sus dominios y
actuando como mensajera, intérprete, negociadora y
diplomática entre los más grandes gobernantes de los
dominios. El auge de su notoriedad tuvo lugar a finales
del siglo XVII y a principios del siglo XVIII, cuando el
consejo más alto de los reyes Guruhi contaba con 20
miembros.
Igoli recordaba cuáles eran las opiniones de
cada rey, que política fomentaban, una comprensión del
clima político de cada dominio y los líderes magaji de
cada dominio, pero también sabía cómo tratar con cada
uno para poder llevar a cabo sus labores diplomáticas y
negociadoras con éxito.
Pero cuando los reyes Guruhi finalmente
descubrieron el alcance de las habilidades y secretos de
Igoli, la desconfianza creció entre ellos, como ocurre a
menudo entre los Laibon cuando uno de ellos tiene el
potencial de convertirse en una amenaza. Los señores
más poderosos del Reino de Ébano se reunieron e
invitaron a Igoli para que asistiera.
En su sabiduría Igoli
se dio cuenta de que era una trampa, pero no podía
renunciar a sus responsabilidades con el Reino de Ébano. Se mostró recelosa pero obedientemente acudió al
palacio donde se celebraba la reunión.
En este momento la historia varía, dependiendo
del narrador. En algunos casos, cada uno de los reyes
Guruhi reunidos intenta matarla, pero la educada
conducta de Igoli y su lengua de plata le permite hablar
con cada uno de ellos para evitar la Muerte Final. (De
hecho, muchos cuentacuentos prefieren esta versión de la
historia, y han creado historias individuales sobre lo qué
ocurrió en cada uno de los enfrentamientos). Otra versión
de la historia sugiere que Igoli acudió preparada con 20
poderosos guerreros entre los Laibon por cada uno de los
Reyes –bien para entregárselos como una muestra de
lealtad o para cortarles la cabeza si demostraban ser
traicioneros. También existen otras variantes, pero
invariablemente terminan con Igoli haciendo fracasar el
plan de los Guruhi para matarla.
Naturalmente, en las noches actuales ninguno de
los gobernantes del Reino de Ébano tiene recuerdo de la
existencia de un Laibon semejante, mucho menos la
épica leyenda de sus logros.
Trasfondo
Si es cierto o no que estos Laibon descienden de
la diosa babilonia Ishtar, es casi imposible de demostrar,
aunque ellos reclaman su nombre. Como ella, han
engañado a la muerte y escapado de sus garras en más de
una ocasión dejando que otros tomaran su lugar. Según la
leyenda fueron los últimos en llegar al Reino de Ébano y
pidieron a los Guruhi un lugar en su dominio, y para
sorpresa de los Laibon indígenas los Guruhi aceptaron.
Hasta esta noche nadie sabe por qué los Reyes dieron el
sí, pero el peso de la tradición ha asegurado el lugar de
los Ishtarri.
Como la diosa que los creó era patrona del amor,
la fertilidad y la guerra, sus descendientes Laibon siguen
sus pasos. Sin embargo, tras el paso de milenios desde su
llegada al Reino de Ébano su conocimiento de las
costumbres de la madre se ha vuelto más carnal.
Verdaderamente los Ishtarri no son nativos del
Reino de Ébano y nunca han intentado ocultar este hecho.
Sin embargo, pero han conseguido integrarse y se han
convertido en una parte inextricable del tapiz africano.
No desean usurpar la influencia de los Guruhi, pero se
han convertido en una pieza integral de la sociedad
Laibon, de modo que se derrumbaría sin ellos. Además,
han hecho un trabajo excelente para hacerse un lugar con
una mezcla a partes iguales de diplomacia y espionaje. Su
red de espías y contactos abarca la mayor parte del Reino
de Ébano e incluye compañeros Laibon y mortales. Los
Ishtarri han conseguido establecerse como los mercaderes
y traficantes de la zona. Si necesitas algo acudes a ello
por la sencilla razón de que sabes que pueden
conseguirlo, no importa lo que quieras.
Cuando los
Ishtarri utilizan su encanto, pocos pueden resistírseles.
Aparte de su necesidad de integrarse entre los
Laibon, los Ishtarri también sienten que necesitan
continuar formando parte del mundo mortal
mientras sus vidas antinaturales se lo permitan.
Se sienten obligados a buscar la gratificación y
constantemente se revuelcan en ella.
Además, no sólo lo hacen porque estén
desesperados por despertar sus pasiones
dormidas, sino simplemente para
embriagarse con la experiencia del placer.
Los Ishtarri a menudo disfrutan del
placer físico, incapaces de quedarse
en el lado de la templanza o de
controlar sus deseos. En muchos
casos esto constituye su perdición,
pues su ansia de placer los pone en
el camino de la corrupción, el
chantaje y la adicción. Por otro lado,
son el Legado con una conexión más
fuerte con los mortales de África, la
más “viva” de las familias Laibon, y
su mano se encuentra en el pulso de
los mortales del continente. A
menudo observan a los vivos,
aconsejando a sus magaji con un
candor desconocido entre los no
muertos. Por otro lado algunos
terminan por convertirse en
decadentes sibaritas que se
preocupan sólo de
dónde vendrá su
siguiente impulso de
satisfacción sensual.
Los Ishtarri
apenas consiguen
mantenerse a flote
debido a que constantemente
son distraídos por sus deseos, pero los
Glotones que consiguen mantener el control
son poderosos guerreros, líderes tribales y
políticos, mediante el poder de su
personalidad o su tremendo poder físico.
Aunque un Ishtarri puede haber engordado
por la glotonería, sigue teniendo el potencial
para moverse como el rayo a través del cielo;
aunque un Ishtarri puede parecer infectado por
una enfermedad venérea, sigue siendo tan duro
como el cayado de Cagn.
Aunque los Ishtarri se llevan bastante
bien con los demás Legados, esto ocurre
porque los demás Laibon no son
verdaderamente conscientes del
verdadero potencial de los Ishtarri,
considerándolos como frívolos,
irrelevantes o perdidos en sus propios
deseos.
Por supuesto, esto beneficia a los
Ishtarri, pues que los demás Legados les subestimen
les permite engañarles con más facilidad, obtener
enormes beneficios y conseguir lo que quieren. Tratan
respetuosamente a los Akunanse, cuyas historias
aprecian, a los Shango y Osebo, con los que comparten
lazos comunes en las cortes de los reyes Guruhi, y
secretamente, con los Seguidores de Set, cuya posición
similar como “nativos extranjeros” los convierte en
extraños en sus tierras natales. Muchos Ishtarri ven a
los Xi Dundu como los siguientes gobernantes (que
pueden realizar el trabajo sucio de la
administración, dejando que los Ishtarri se
dediquen plenamente a sus deseos), pero no
ven necesario ayudarles. Consideran que los
Naglopers son lamentables fracasos de la
condición Laibon. Los Kinyonyi pueden ir y
venir como quieran, ya que mantienen pocas
relaciones con los Ishtarri.
Como las jóvenes generaciones
tratan cada vez más de aceptar y
comprender la modernización y volverse
parte de ella, los Ishtarri podrían
convertirse en los Laibon que
sobrevivan a la Yihad. Eso si las
maravillas modernas y las tentaciones
que las acompañan no los destruyen
primero.
Apodo: Glotones
Apariencia: Los Ishtarri son
originarios del antiguo Oriente Medio
y algunos de los más antiguos todavía
muestran esa apariencia, con cabello
negro y piel dorada. A menudo
Abrazan a los mortales hermosos
que encuentran irresistibles.
Debido a esta naturaleza
caprichosa, muchos Ishtarri
son individuos atractivos
de diversos pueblos. Sin
embargo, los Ishtarri
también son víctimas de
sus propios deseos y sus
cuerpos reflejan sus
adicciones, mostrando un
grotesco sobrepeso o cuerpos
devastados por enfermedades y drogas,
entre otros vicios. Como el color de su piel
ocasionalmente los separa del lugar donde
viven, los Ishtarri intentan adoptar las
costumbres y vestimentas de los lugares
donde residen, para ser aceptados tanto
entre los mortales como entre los Laibon.
Refugio: Los Glotones están
presentes en todas las grandes ciudades.
Tienden a vivir en propiedades que parecen
harenes, que constituyen un refugio para un solo
Ishtarri, aunque muchas proles también viven en
hogares comunes para el intercambio de
información. Estos refugios normalmente
son mansiones decadentes y lujosas para
los estándares locales y llenas con toda la
belleza y lujos que son capaces de
encontrar. Algunos se rodean de belleza
física, pero otros prefieren una estimulación
más cerebral o química.
Procedencia: Los Ishtarri son atraídos por
cualquier cosa que llama su atención; normalmente vicios
que ya tenían en vida. La belleza física es su principal
prioridad, y en su mayoría los Ishtarri son un Legado de
apariencia sensual. Sin embargo, debido a sus adicciones
y a que no dudan en satisfacerlas repetidamente, no todos
los Glotones son agradables a la vista. Abrazan
drogadictos, así como aquéllos infectados con las
enfermedades de Venus e incluso a los que ostentan el
poder si el poder es su principal deseo. También dan
valor a los espías y han Abrazado a muchos visitantes y
turistas africanos sólo para poder mantener lazos con los
mundos de Occidente y Oriente.
Creación del personaje: Los Glotones son
atraídos por la Apariencia tanto como por los demás
Atributos Sociales. Reconocen el valor de los Trasfondos
como Aliados, Posición y Recursos. Los Ishtarri también
buscan aliados mortales en posiciones de poder. Sin
embargo a menudo Abrazan a un mortal en “el calor de la
pasión” y a menudo les fascinan personas con una fuerte
voluntad para resistírseles. Es este capricho y
despreocupación al Abrazar lo que podría llevar a su
destrucción, ya que los demás Laibon creen que sus
Abrazos descuidados pueden poner en peligro el secreto
que rodea a los vampiros.
Disciplinas del Legado: Celeridad, Fortaleza,
Presencia
Debilidad: Los Ishtarri se vuelven adictos con
facilidad al exceso, pues toda su ansia les conduce a
satisfacer sus deseos sin importar el coste de todo lo
demás. Es su maldición y su condena. Algunos antiguos
se han vuelto físicamente gordos y mentalmente
complacientes, incapaces de cambiar con el tiempo,
aunque muchos de los vampiros más jóvenes tratan de
buscar un equilibrio entre lo que lo viejo y lo nuevo
tienen que ofrecerles. Todas estas adicciones se
manifiestan físicamente, y muy a menudo, el cuerpo de
un Ishtarri es un espejo de su vicio.
Organización: Aunque los Ishtarri no son los
más unidos de los Laibon, mantienen una fuerte conexión
unos con otros. Comparten la información que les llega y
son quizás los Laibon con mayor conocimiento del
mundo que les rodea y del estado de la política. Sin
embargo, normalmente utilizan ese conocimiento para
protegerse, pues en general no pueden librarse de sus
vicios más de lo suficiente para hacer eso.
Cita: "Encuentro encantadores todos los aspectos del mundo,
y ansío probarlo todo una y otra vez y otra y otra…"
Estereotipos
Akunanse: Me pregunto cuán de cerca
podemos estar relacionados, pues es obvio que
ellos han cedido ante su naturaleza bestial como
nosotros, aunque a ellos los ha cambiado de una
forma mucho más evidente que a nosotros. ¿Qué
sienten ellos que no sentimos nosotros?
Guruhi: Como tienen el poder en la
mayoría de las regiones, les apoyamos lo mejor
que podemos.
Kinyonyi: Extraños que disfrutan con su
rareza. ¡Tienen el atrevimiento de llamarnos
turistas cuando son sólo mercenarios a sueldo!
Naglopers: No puedo ver nada excepto
horror cuando veo a estos monstruos. Prefiero
dejarles que jueguen con su gris-gris y huesos y
basura.
Osebo: Un reflejo distorsionado de
nosotros si perdiéramos por completo el control.
Sin embargo, mientras estén bajo la mano
dominante, tienen su utilidad.
Seguidores de Set: Como a nosotros, su
origen les separa del resto. Al contrario que
nosotros, no se han esforzado por adaptarse. Se
escurren por donde pueden y al diablo con el
resto.
Shango: Cumplen muchos deseos de los
Guruhi con frialdad y eficiencia. Mientras los
Guruhi sigan dominado el Reino de Ébano,
accederemos a los deseos de sus lacayos. Pero
cuando los Guruhi caigan, creo que ellos serán los
siguientes.
Xi Dundu: Sigo sus movimientos de
cerca. Con su cruel organización podrían ser el
siguiente poder, si sobreviven al Reino.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario