En tiempos remotos, muchos antes de la llegada del Profeta, los idólatras Baali surgieron en los desiertos y las colinas de Oriente. Su poder se acrecentó y otros vampiros se vieron obligados a huir o enfrentarse a la corrupción de estos adoradores de demonios. A Saulot, el venerado fundador del Bay't al-Amin, se le agotó la paciencia y envió a sus chiquillos a destruir a los Baali.
Los guerreros al-Amin, conocidos como peligrosos cazadores de demonios, lideraron casi un ejército de Cainitas, incluidos miembros de muchos otros clanes. Los sanadores del bay't, compañeros de los guerreros, organizaron esta impía alianza y dejaron a un lado las rivalidades entre clanes para evitar que se rompiese antes de cumplir su tarea. Después de una campaña prolongada que costó las no-vidas de muchos, los al-Amin emergieron victoriosos. Los Baali fueron derrotados claramente, y los miembros del ejército vampírico se dispersaron de nuevo.
Los al-Amin sufrieron la mayoría de las bajas, pero los que sobrevivieron continuaron con la caza. Sabían que los Baali se refugiarían en sus nidos más ocultos, se lamerían las heridas y resurgirían cuando nadie lo esperase, y el bay't se comprometió a prepararse para aquella noche aciaga. Los miembros del clan fundaron refugios en el norte de África y hasta en las mismas fronteras de Asia para vigilar atentamente a los gobernantes vampíricos y mortales del protectorado que escogiesen.
Muchos también se disfrazaban de miembros de otros clanes lo mejor que pudiesen para evitar que un enemigo que estuviese haciendo un nido en la región se asustase. Como resultado la comunicación entre los miembros del bay't es en el mejor de los casos difusa. Se concentraron también en vampiros cuyo comportamiento mostrase signos de adoración demoníaca, por lo que observaron estrechamente en especial a los locos del Bay't Majnoon y los idólatras Walid Set.
Como todos saben, la mejor manera de encontrar la corrupción en otros es relacionarse con ellos, por lo que los al-Amin suelen fingir pertenecer a otros clanes y convertirse en participantes activos de la no vida de sus ciudades. Se hacen amigos de tantos Cainitas como puedan con la esperanza de o bien detectar algún secreto oscuro o de percibir los primeros signos de influencia diabólica en otros vampiros.
Este último siglo ha sido realmente difícil para los al-Amin. Estaban tan concentrados en encontrar signos de la influencia Baali que otros demonios les han propinado un duro golpe. Todo miembro del clan sintió como su sangre ardía hace cinco décadas y supieron que se había cometido un terrible crimen. Aquellos dotados con un discernimiento especial sintieron como moría su progenitor Saulot al consumir la sangre de su corazón el hechicero Tremere. En Europa los Usurpadores han cazado al resto del linaje Salubri hasta casi extinguirlos, y este mismo destino está alcanzando a los que habitan en tierras islámicas. A la mayoría del resto de los clanes les encanta ver cómo sufren los orgullosos cazadores de demonios bajo los mismos métodos inquisitoriales que ellos utilizan. A los al-Amin no les ha quedado otra opción más que ocultarse aún más y aguardar la llegada de los Tremere.
Los Banu Haqim, los aliados más incondicionales del clan, han estado transportando a Salubri europeos al este, a la relativa seguridad de Levante. En ocasiones los al-Amin locales contactan con estos refugiados y les ofrecen ayuda, pero otros miembros del clan temen que todo sea nada más que una maniobra para hacer que revelen sus tapaderas. En verdad es el peor momento para que resurjan los Baali.
Existen dos castas distintas de al-Amin, que trabajan casi siempre juntas: los guerreros y los sanadores. Los guerreros luchan contra los vampiros adoradores de demonios allá donde les encuentren y también funcionan como investigadores, buscando signos de corrupción influenciada por los Baali o de desequilibrio mental. Son unos maestros a la hora de fingir que pertenecen a otro clan cuando surge la necesidad. Como resultado, también son los que han liderado al clan en sus esfuerzos por mantenerse ocultos y no facilitarle la tarea a los nuevos magos Usurpadores cuando lleguen a la región.
Los sanadores emplean los poderes de su sangre para reparar los cuerpos de los que han sufrido heridas en liza y también se especializan, con toda sutilidad posible, en reafirmar a otros vampiros y a gobernantes mortales contra las lisonjas de los Baali. Entre los vampiros jóvenes de la religión islámica ha resultado ser una herramienta muy útil. Pocos miembros del bay't, la mayoría de los cuales preceden al Islam, son creyentes sinceros, pero están preparados para fingir serlo con la intención de animar a que otros lo sean.
Apodo: Cazadores de demonios.
Apariencia: Los al-Amin pueden proceder de cualquiera de las gentes de Oriente Medio. El rasgo más distintivo del bay't es el tercer ojo que se abre en su frente al alcanzar el tercer nivel de la Disciplina Valeren. Aunque está cerrado la mayor parte del tiempo sigue siendo bastante llamativo, y para muchos de los usos de Valeren es necesario abrirlo.
Muchos al-Amin prefieren llevar algún tipo de tocado o velo
para ocultar su tercer ojo.
Refugio y Presa: Los al-Amin prefieren vivir entre humanos, habitando en casas sencillas dentro de las ciudades. Unos pocos, aunque raras veces adoptan creencias religiosas, escogen vivir entre comunidades religiosas, siempre que ningún Ashirra haya establecido en ella su refugio. Mucho al-Amin evitan alimentarse de gente devota, y algunos incluso intentan alimentarse sólo de los elementos mezquinos, crueles y delictivos de la sociedad.
El Abrazo: Los al-Amin no acostumbran a Abrazar a nuevos chiquillos porque se convierten en tentadores objetivos dentro de un mundo hostil. Con el fin de romper este tabú, deben o bien encontrar un candidato excepcional o necesitar imperiosamente ayuda en su vigilancia de los Baali. Buscan personas con un fuerte sentido de la justicia y el bien, buen autocontrol y algo de compasión. A veces escogen gente de creencias religiosas, pero sólo si muestran moderación en ellas: el bay't no acoge fanáticos en sus filas.
Creación de Personaje: Los Atributos Mentales suelen ser los primarios, aunque algunos guerreros prefieren concentrarse en los Físicos para prepararse ante el inminente conflicto. Los al-Amin suelen seguir el Tariq el-Umma (Camino de la comunidad), Tariq el-Harb (Camino de la Guerra) o el Tariq el-Sama' (Camino del Cielo). La Generación es un Trasfondo común: pocos de ellos, si es que los hay, son de generación más alta que la décima. Todos poseen un punto en Lingüística que representa el antiguo lenguaje que emplean para comunicarse entre sí.
Disciplinas: Auspex, Fortaleza, Valeren.
Debilidades: Un guerrero al-Amin no puede negarse a ayudar a alguien que la necesite de verdad y si lo hace, el jugador pierde dos dados en todas sus reservas hasta que redima su negligencia de alguna manera. El papel de un al-Amin sanador es restaurar el cuerpo y el espíritu, no dañarlos. Si hiere a otros, aunque sea en defensa propia, el jugador pierde dos dados de todas sus reservas durante el resto de la noche.
Organización: Es infrecuente que dos al-Amin contacten entre sí. Como mucho dos o tres miembros del bay't residen en cada comunidad, y sólo tratan entre ellos cuando han descubierto a un Baali u otro vampiro adorador de demonios del que deben alertar. Si un al-Amin de visita necesita contactar con otro colega lo que hace es dejar mensajes escritos en un antiguo idioma sobre los muros de la ciudad o con cautela en los costados de algún edificio religioso de la ciudad. Aunque es poco frecuente que se comuniquen, la lealtad de uno de los miembros para con otros es inquebrantable: cuando uno pide ayuda, los otros al-Amin acuden sin dudarlo.
Cita: "No confíes en él, amigo mío. Obtiene sus secretos del lugar más siniestro de todos."
Estereotipos
Los Ashirra: Una buena influencia para los otros bay't. El Islam es una religión digna que predica disciplina, contención y una vida virtuosa. Ver cómo otros de nuestra especie la adoptan me da esperanza.
Los Franj: Me temo que nuestra vigilancia en su caso no ha servido para nada. Por las historias que hemos escuchado, los Baali ya se han lanzado en Europa. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que se encaminen a nuestras ciudades? Debemos estar preparados.
Baali: A veces asoman la cabeza desde las tocas bajo las que se esconden, y entonces se la cortamos. Quizá por eso aquí estamos teniendo éxito mientras que en Europa hemos fracasado.
Banu Haqim: Nuestros aliados, según parece. Antaño se enfrentaron a los Baali junto a nosotros, y ahora nos ayudan en nuestro momentos de necesidad. Si tan sólo pudiese aprender a tolerar su actitud violenta con respecto a otros bay't...
Bay't Majnoon: Locos que se creen medio demonios. Nos hemos enfrentado a demonios y sabemos que se equivocan: trátales con compasión y busca en ellos signos de posible corrupción.
Bay't Mutasharid: Se recrean demasiado en su naturaleza monstruosa, por lo que más vale prestarles atención en caso de que caigan ante el verdadero mal. Sin embargo, esos Hajj son un buen ejemplo de lo beneficiosa que es la aparición de los Ashirra.
Walid Set: Puede que no adoren a demonios, pero contribuyen a la obra de los Baali a pesar de que lo nieguen. Úsalos si es necesario, pero jamás confíes en ellos.
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