Leyendas
El Más Viejo Abrazó deliberadamente entre
varios pueblos y tribus durante su primer viaje. En el
norte de África se encontró con Demdemeh, cuya
naturaleza le intrigó, por lo que lo sometió a terribles
torturas para probar sus capacidades. Sin embargo, por
cada herida que Tzimisce le infringía a Demdemeh, éste
contestaba con una réplica cínica.
Al parecer el Más Viejo deformó por completo a
Demdemeh con su poder, retorciéndolo por completo de
dentro a fuera, dejando sus órganos y huesos expuestos al
exterior y enterrando sus ojos en su cabeza. Cuando Tzimisce le preguntó qué se sentía al verse de aquella
manera, Demdemeh respondió que aquello no era nada,
porque todos los sabios eran capaces de contemplar su
interior. Impresionado por la respuesta del mortal,
Tzimisce Abrazó a Demdemeh y se marchó.
El chiquillo africano de Tzimisce se internó en
el Sahara, que por aquella época no era un desierto.
Varios relatos orales afirman que habitó
entre las tribus de Sao y Tibesti, siendo conocido como
un chamán justo y sabio, reuniendo un rebaño de
servidores que se convirtieron en una de las tribus más
numerosas.
Gran parte de África era muy diferente al
territorio que se conoce actualmente. El gran Mar Ticonis
cubría parte de las tierras que se convertirían en Costa de
Marfil, Malí, Níger, Nigeria, Chad y el sur de Argelia. En
el medio de este lago interior se encontraba la isla de
Ahaggar, conectada con el resto del continente por un
estrecho istmo. Demdemeh convirtió estas tierras en su
dominio y se instaló allí con su tribu.
El dominio de Demdemeh no fue tranquilo,
porque África tenía sus propios monstruos que desafiaron
la presencia de los Tzimisce. Demdemeh creó
monstruosas bestias reptilianas llamadas mokele y
también manadas de deformes servidores babuinos,
conocidos como naglopers, nombre que sería adoptado
por sus descendientes. Protegiendo al pueblo de Ahaggar
Demdemeh construyó la gran ciudad de Khamissa, en
desafío a los egipcios. Desafortunadamente con el paso
del tiempo se volvió cada vez más monstruoso,
alimentándose no sólo con sangre, sino también con
enormes festines de carne, lo que aterró a sus seguidores
mortales.
Una red de extrañas agallas cubría su
deformado rostro, que carecía de ojos, nariz y boca. Sólo
sus chiquillos comprendían los incoherentes murmullos
que susurraba.
Poco a poco el Mar Ticonis se fue secando, y el
desierto tomó su lugar. El pueblo de Ahaggar se marchó,
siguiendo a las demás tribus que abandonaban el noroeste
de África. Los mokele se rebelaron contra Demdemeh y
huyeron después de diezmar la población de Khamissa.
Muchos naglopers huyeron hacia el sur y se
desvanecieron en la noche. Abandonado por sus
servidores, Demdemeh se retiró del mundo en las
profundidades de un lago bajo las montañas de Ahaggar.
Tras la desaparición de Demdemeh sus
chiquillos se esparcieron por el continente africano,
liderados por la bruja Sycorax, dejando a su sire bajo el
cuidado de sus últimos y leales ghouls, los feroces
antepasados de los Tuaregs.
Muy pronto leyendas sobre
horribles monstruos que acechaban en la noche cobraron
realidad para los pueblos africanos, que conocieron a los
Tzimisce bajo los nombres de eggun, asambomsan,
naglopers y otros. Los vampiros africanos, conocidos
colectivamente como Laibon, aceptaron su presencia a
regañadientes.
Extrañamente, la maldición de Tzimisce se
manifestó alterada en sus descendientes africanos,
obligándolos a enterrarse completamente bajo la tierra,
pero sin una conexión definida hacia un territorio en
particular, tal vez debido a su carencia de lazos con
Kupala.
Sycorax, la chiquilla de Demdemeh, intentó
gobernar a los pueblos Nok y se instaló como una reina
en la ciudad de Ile-Ife. Sin embargo, sus ambiciones
fueron detenidas por la llegada de nuevos pueblos, los
Yoruba, que conocían la naturaleza de los Cainitas y sus
depredaciones. El rey Oduduwa y sus seguidores creían
en el dios Oludumare y sus servidores espirituales, los
Orisha, y su fe y sus hechizos demostraron ser un fuerte
obstáculo para los Naglopers.
Los Yoruba combatieron a
los vampiros hasta expulsarlos de su dominio.
Sycorax finalmente se vengó de sus enemigos
siglos más tarde, con la llegada de los esclavistas
musulmanes y europeos, que destruyeron varios de los
reinos Yoruba. Durante esta época Demdemeh se había
despertado del letargo y con la ayuda de su chiquilla
luchó contra los hechiceros Yoruba, pero ni siquiera su
poder consiguió la victoria para los Naglopers. El
conflicto llevó a Demdemeh a pactar con los vampiros
europeos que viajaban con los esclavistas, pero estas
alianzas raramente beneficiaron a los Naglopers a largo
plazo. Cansado de siglos de guerra, Demdemeh y algunos
de sus servidores se retiraron al Gran Valle del Rift, en
Kenya, al este del Lago Victoria. Sycorax terminó por
caer en la guerra contra los hechiceros Yoruba, sus
descendientes sobrevivieron en dominios aislados,
manteniendo poca relación con los mortales o incluso con
otros vampiros.
Trasfondo
Toma cada rumor aterrador que haya oído sobre
África –canibalismo, sangrientos rituales, lo que quieras-
dale una forma humanoide y probablemente estés
mirando frente a frente a uno de los Naglopers. Si los
Akunanse obtienen sabiduría de su relación con sus
Bestias, los Naglopers permiten que sus instintos
bestiales salgan a la superficie, influyendo en sus
acciones y a menudo moldeando las personalidades que
antaño les hacían humanos. Tortura, asesinato,
perversiones sexuales y cosas peores son comunes entre
los Naglopers, y de hecho los Naglopers no consideran
estas actividades nada fuera de lo común. La tortura es
una de las actividades favoritas del Legado, y se rumorea
que obtienen posición dentro del linaje desarrollando
nuevas y creativas formas de tortura. Aparte de esto, los
Naglopers tienen poco de lo que hablar y muchos tienden
a ser bastante territoriales, especialmente por lo que se
refiere a intrusos de su Legado.
El nombre de Naglopers viene de una palabra
Khoikhoin para designar a un hechicero maligno o una
criatura de la noche. El apodo del linaje (en la
lengua local) es Asanbonsam, que está extraído de
una leyenda sobre hombres de pies como garras
que acechan en los árboles de la selva y
atacan a los viajeros para alimentarse de
su carne y sangre. De hecho las
variaciones de estas criaturas
legendarias son una de las más
populares formas de tortura entre
los Naglopers. Algunas veces se
deforman los pies para formar
garras como garfios y dar
realidad a la leyenda,
pero se considera
mucho más
interesante que
los mortales creen
la leyenda por sí
mismos.
Normalmente un
Nagloper secuestrará a un
mortal, deformará al
infortunado en la forma de un
Asanbonsam y prometerá restaurarle a su forma
mortal (o incluso darle una muerte rápida y sin dolor) si
actúan como demonios de la selva. Es una costumbre
extendida entre el Legado, no sólo de tortura, sino
también de conseguir nuevas presas. Es necesario decir
que las promesas realizadas a los infortunados raramente
son cumplidas, y las víctimas afortunadas terminan
convirtiéndose en ghouls, mientras que las
desafortunadas a menudo sufren torturas todavía más
dolorosas cuando el Nagloper se cansa del juego.
Debido a su naturaleza impredecible y
territorial. Los Naglopers a menudo son rechazados por
los Laibon de otros Legados… pero ni siquiera los
propios Naglopers confían mucho unos en otros. Muchos
Laibon encuentran la habilidad de los Naglopers para
deformar la carne y el hueso aterradora e incluso se
rumorea que algunos poseen habilidades mágicas
igualmente inquietantes. En la mayoría de los dominios,
las acciones de los Naglopers son vigiladas y criticadas, y
los que desean sobrevivir en la sociedad Laibon se hacen
lo suficientemente útiles como para que sus hábitos sean
ignorados.
Los demás vampiros los soportan sólo por los
Mandatos y muchos Magaji odian a los Naglopers hasta
el punto de expulsarlos de sus dominios. Obviamente los
Naglopers parecen haber caído y su forma actual es una
parodia deformado de…algo más. Las pocas historias y
leyendas antiguas sobre los Naglopers siempre los han
mostrado como monstruos retorcidos y brutales bestias,
implacables enemigos, siniestros embaucadores, duros
guerreros o hechiceros malignos. A
los Naglopers no parece
importarles.
¿Cuál es el propósito
de los Asanbonsam en la
sociedad del Reino de Ébano?
Sorprendentemente, muchos
Guruhi les dejan sobrevivir
porque son chivos expiatorios
perfectos y una advertencia del
lado oscuro de la naturaleza
vampírica.
Algunos Naglopers
sugieren que son los vampiros
perfectos,
pero parece
que se
deforman
y degeneran a
lo largo de
toda su
existencia y se
escuchan rumores de que los
antiguos del linaje se han
convertido en fuerzas
de la naturaleza,
parangones de lo
que es un
monstruo,
moviéndose en la
noche sólo para
saciar su sed y
pronunciar sólo
unas pocas palabras en varios
siglos.
Decir que los Naglopers mantienen relaciones
amigables con alguien sería un error. Un Nagloper
individual puede tener relaciones con otros vampiros,
pero el Legado en conjunto no las tiene en cuenta, ni una
excepción debería ser vista como incentivo para negociar
con estas monstruosas criaturas.
Apodo: Horrores/Asanbonsam
Apariencia: Los Naglopers generalmente se
preocupan poco de su apariencia, a menudo llevan ropas
harapientas o en jirones, o algunas veces ninguna.
Algunos Naglopers utilizan sus habilidades deformadoras
sobre sí mismos, haciéndose completamente grotescos.
Refugio: Los refugios de los Naglopers
comparten entre ellos una característica: tienden a ser
inhabitables excepto para los Laibon más depravados.
Normalmente prefieren localizaciones reducidas en la
profundidad de las selvas y bosques, bajo las ciudades u
otros lugares recónditos (cuevas y similares) llenando los
alrededores con decenas e incluso cientos de animales y
mortales retorcidos que les sirven.
Procedencia: Los Naglopers no buscan a los
mortales que son “malvados” per se, sino a quienes les
parecen capaces y bien adaptados para sobrevivir por sí
mismos. Cazadores, mercenarios, ladrones, guardianes de
cementerios y otros trabajos solitarios son algunos de los
conceptos favoritos de los Naglopers. Figuras con éxito
en el submundo criminal o corruptos empresarios
también son buenos candidatos, ya que han demostrado
que son capaces de todo lo que sea necesario para
conseguir lo que quieren.
Creación del personaje: Los Naglopers
normalmente tienden hacia los Atributos Físicos o
Mentales como Primarios. La mayoría no son criaturas
sociales, pero los que se orientan hacia los Atributos
Sociales suelen ser los psicópatas más aterradores. Los
Talentos son las habilidades mejor valoradas, con las
Técnicas secundarias y los Conocimientos terciarios. La
Naturaleza y la Conducta suelen ser muy diferentes,
sobre todo para los Naglopers más inteligentes, mientras
que los más brutales tienen Naturalezas y Conductas muy
parecidas al no haber conseguido disfrazar su
depravación para tratar con los demás. Algunos
Arquetipos típicos son Bravo, Niño, Confabulador,
Pervertido, Fanático, Solitario, Masoquista, Monstruo,
Rebelde, Superviviente y Ansioso de Emociones. Las
Habilidades más comunes suelen ser Pelea, Ocultismo,
Sigilo, Callejeo y Supervivencia.
Disciplinas del Legado: Animalismo, Auspex,
Vicisitud.
Debilidad: Nadie está realmente seguro de por
qué los Naglopers están obligados a enterrarse en el suelo
antes de dormir durante el día, aunque algunos Laibon
creen que sus Bestias les obligan a excavar en la tierra
como los animales. Cualquiera que sea la razón, cada día
que un Nagloper no se entierre completamente para
descansar, divide su reserva de dados en dos
(acumulativamente hasta un mínimo de uno). Este
penalización permanece hasta que el Nagloper reposa
durante un día bajo tierra. Debido a la debilidad del
Legado, los pocos que han oído del poder Occidental de
Protean Mezclarse con la Tierra, están muy dispuestos a
aprenderlo.
Organización: Como se ha mencionado, los
Naglopers tienen una organización muy superficial, por
así decirlo. Ocasionalmente unos pocos trabajan juntos
cuando son obligados por las circunstancias o por
miembros de otros Legados. Para la mayoría este carácter
solitario tiene que ver con su naturaleza territorial. La
única excepción son los juegos y pasatiempos de tortura
del Legado. Unos pocos Naglopers pueden olvidar sus
diferencias cuando comparan notas (y normalmente
estrategias físicas) para torturar a mortales o a otros
Laibon. Estos juegos pueden durar semanas o incluso
meses, algunas veces sembrando el terror en aldeas o
pueblos a medida que más lugareños desaparecen,
reapareciendo muertos, mutilados o cosas peores.
Cita: "Ah, qué sabroso pareces, sí.
Disfrutaremos diseccionándote lentamente con nuestros dientes.
Qué buena pieza serás en nuestra colección [sonido de labios masticando]"
Estereotipos
Akunanse: Hmmm… ¿Iguales a
nosotros o no? Es una buena idea, pero no han ido
lo bastante lejos. Estúpidos hombres araña.
Guruhi: Padres pretenciosos. Ellos no
nos controlan, pero creen que lo hacen. Una noche
les enseñaremos lo afilados que son nuestros
colmillos.
Ishtarri: Desplumarlos es tan fácil. Su
estupidez pide a gritos una lección y los gordos
son muy sabrosos.
Kinyonyi: No son divertidos. Es
demasiado difícil engañarles para que jueguen con
nosotros. Debemos aprender sus trucos, sí…
Osebo: Los perros favoritos de los
Guruhi. Pero hazlos enfadar y veras qué
rápidamente se convierten en lobos y matan a las
ovejas. ¡Qué divertido!
Seguidores de Set: Ah, sí. Ellos también
saben jugar. Algunos incluso nos han enseñado.
Shango: ¡¡¡No!!! [sonidos siseantes]
¡Quema! ¡Quema! [sonido de pisadas que huyen]
Xi Dundu: Ellos son como nosotros, y
ayudándoles tenemos mucho que ganar. Como
mínimo odian a los Guruhi tanto como nosotros.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario