Naglopers (Tercera Edición)

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Leyendas

El Más Viejo Abrazó deliberadamente entre varios pueblos y tribus durante su primer viaje. En el norte de África se encontró con Demdemeh, cuya naturaleza le intrigó, por lo que lo sometió a terribles torturas para probar sus capacidades. Sin embargo, por cada herida que Tzimisce le infringía a Demdemeh, éste contestaba con una réplica cínica. Al parecer el Más Viejo deformó por completo a Demdemeh con su poder, retorciéndolo por completo de dentro a fuera, dejando sus órganos y huesos expuestos al exterior y enterrando sus ojos en su cabeza. Cuando Tzimisce le preguntó qué se sentía al verse de aquella manera, Demdemeh respondió que aquello no era nada, porque todos los sabios eran capaces de contemplar su interior. Impresionado por la respuesta del mortal, Tzimisce Abrazó a Demdemeh y se marchó. El chiquillo africano de Tzimisce se internó en el Sahara, que por aquella época no era un desierto.

Varios relatos orales afirman que habitó entre las tribus de Sao y Tibesti, siendo conocido como un chamán justo y sabio, reuniendo un rebaño de servidores que se convirtieron en una de las tribus más numerosas. Gran parte de África era muy diferente al territorio que se conoce actualmente. El gran Mar Ticonis cubría parte de las tierras que se convertirían en Costa de Marfil, Malí, Níger, Nigeria, Chad y el sur de Argelia. En el medio de este lago interior se encontraba la isla de Ahaggar, conectada con el resto del continente por un estrecho istmo. Demdemeh convirtió estas tierras en su dominio y se instaló allí con su tribu. El dominio de Demdemeh no fue tranquilo, porque África tenía sus propios monstruos que desafiaron la presencia de los Tzimisce. Demdemeh creó monstruosas bestias reptilianas llamadas mokele y también manadas de deformes servidores babuinos, conocidos como naglopers, nombre que sería adoptado por sus descendientes. Protegiendo al pueblo de Ahaggar Demdemeh construyó la gran ciudad de Khamissa, en desafío a los egipcios. Desafortunadamente con el paso del tiempo se volvió cada vez más monstruoso, alimentándose no sólo con sangre, sino también con enormes festines de carne, lo que aterró a sus seguidores mortales.

Una red de extrañas agallas cubría su deformado rostro, que carecía de ojos, nariz y boca. Sólo sus chiquillos comprendían los incoherentes murmullos que susurraba. Poco a poco el Mar Ticonis se fue secando, y el desierto tomó su lugar. El pueblo de Ahaggar se marchó, siguiendo a las demás tribus que abandonaban el noroeste de África. Los mokele se rebelaron contra Demdemeh y huyeron después de diezmar la población de Khamissa. Muchos naglopers huyeron hacia el sur y se desvanecieron en la noche. Abandonado por sus servidores, Demdemeh se retiró del mundo en las profundidades de un lago bajo las montañas de Ahaggar. Tras la desaparición de Demdemeh sus chiquillos se esparcieron por el continente africano, liderados por la bruja Sycorax, dejando a su sire bajo el cuidado de sus últimos y leales ghouls, los feroces antepasados de los Tuaregs.

Muy pronto leyendas sobre horribles monstruos que acechaban en la noche cobraron realidad para los pueblos africanos, que conocieron a los Tzimisce bajo los nombres de eggun, asambomsan, naglopers y otros. Los vampiros africanos, conocidos colectivamente como Laibon, aceptaron su presencia a regañadientes. Extrañamente, la maldición de Tzimisce se manifestó alterada en sus descendientes africanos, obligándolos a enterrarse completamente bajo la tierra, pero sin una conexión definida hacia un territorio en particular, tal vez debido a su carencia de lazos con Kupala. Sycorax, la chiquilla de Demdemeh, intentó gobernar a los pueblos Nok y se instaló como una reina en la ciudad de Ile-Ife. Sin embargo, sus ambiciones fueron detenidas por la llegada de nuevos pueblos, los Yoruba, que conocían la naturaleza de los Cainitas y sus depredaciones. El rey Oduduwa y sus seguidores creían en el dios Oludumare y sus servidores espirituales, los Orisha, y su fe y sus hechizos demostraron ser un fuerte obstáculo para los Naglopers.

Los Yoruba combatieron a los vampiros hasta expulsarlos de su dominio. Sycorax finalmente se vengó de sus enemigos siglos más tarde, con la llegada de los esclavistas musulmanes y europeos, que destruyeron varios de los reinos Yoruba. Durante esta época Demdemeh se había despertado del letargo y con la ayuda de su chiquilla luchó contra los hechiceros Yoruba, pero ni siquiera su poder consiguió la victoria para los Naglopers. El conflicto llevó a Demdemeh a pactar con los vampiros europeos que viajaban con los esclavistas, pero estas alianzas raramente beneficiaron a los Naglopers a largo plazo. Cansado de siglos de guerra, Demdemeh y algunos de sus servidores se retiraron al Gran Valle del Rift, en Kenya, al este del Lago Victoria. Sycorax terminó por caer en la guerra contra los hechiceros Yoruba, sus descendientes sobrevivieron en dominios aislados, manteniendo poca relación con los mortales o incluso con otros vampiros.

Trasfondo

Toma cada rumor aterrador que haya oído sobre África –canibalismo, sangrientos rituales, lo que quieras- dale una forma humanoide y probablemente estés mirando frente a frente a uno de los Naglopers. Si los Akunanse obtienen sabiduría de su relación con sus Bestias, los Naglopers permiten que sus instintos bestiales salgan a la superficie, influyendo en sus acciones y a menudo moldeando las personalidades que antaño les hacían humanos. Tortura, asesinato, perversiones sexuales y cosas peores son comunes entre los Naglopers, y de hecho los Naglopers no consideran estas actividades nada fuera de lo común. La tortura es una de las actividades favoritas del Legado, y se rumorea que obtienen posición dentro del linaje desarrollando nuevas y creativas formas de tortura. Aparte de esto, los Naglopers tienen poco de lo que hablar y muchos tienden a ser bastante territoriales, especialmente por lo que se refiere a intrusos de su Legado. El nombre de Naglopers viene de una palabra Khoikhoin para designar a un hechicero maligno o una criatura de la noche. El apodo del linaje (en la lengua local) es Asanbonsam, que está extraído de una leyenda sobre hombres de pies como garras que acechan en los árboles de la selva y atacan a los viajeros para alimentarse de su carne y sangre. De hecho las variaciones de estas criaturas legendarias son una de las más populares formas de tortura entre los Naglopers. Algunas veces se deforman los pies para formar garras como garfios y dar realidad a la leyenda, pero se considera mucho más interesante que los mortales creen la leyenda por sí mismos.

Normalmente un Nagloper secuestrará a un mortal, deformará al infortunado en la forma de un Asanbonsam y prometerá restaurarle a su forma mortal (o incluso darle una muerte rápida y sin dolor) si actúan como demonios de la selva. Es una costumbre extendida entre el Legado, no sólo de tortura, sino también de conseguir nuevas presas. Es necesario decir que las promesas realizadas a los infortunados raramente son cumplidas, y las víctimas afortunadas terminan convirtiéndose en ghouls, mientras que las desafortunadas a menudo sufren torturas todavía más dolorosas cuando el Nagloper se cansa del juego. Debido a su naturaleza impredecible y territorial. Los Naglopers a menudo son rechazados por los Laibon de otros Legados… pero ni siquiera los propios Naglopers confían mucho unos en otros. Muchos Laibon encuentran la habilidad de los Naglopers para deformar la carne y el hueso aterradora e incluso se rumorea que algunos poseen habilidades mágicas igualmente inquietantes. En la mayoría de los dominios, las acciones de los Naglopers son vigiladas y criticadas, y los que desean sobrevivir en la sociedad Laibon se hacen lo suficientemente útiles como para que sus hábitos sean ignorados.

Los demás vampiros los soportan sólo por los Mandatos y muchos Magaji odian a los Naglopers hasta el punto de expulsarlos de sus dominios. Obviamente los Naglopers parecen haber caído y su forma actual es una parodia deformado de…algo más. Las pocas historias y leyendas antiguas sobre los Naglopers siempre los han mostrado como monstruos retorcidos y brutales bestias, implacables enemigos, siniestros embaucadores, duros guerreros o hechiceros malignos. A los Naglopers no parece importarles. ¿Cuál es el propósito de los Asanbonsam en la sociedad del Reino de Ébano? Sorprendentemente, muchos Guruhi les dejan sobrevivir porque son chivos expiatorios perfectos y una advertencia del lado oscuro de la naturaleza vampírica.

Algunos Naglopers sugieren que son los vampiros perfectos, pero parece que se deforman y degeneran a lo largo de toda su existencia y se escuchan rumores de que los antiguos del linaje se han convertido en fuerzas de la naturaleza, parangones de lo que es un monstruo, moviéndose en la noche sólo para saciar su sed y pronunciar sólo unas pocas palabras en varios siglos. Decir que los Naglopers mantienen relaciones amigables con alguien sería un error. Un Nagloper individual puede tener relaciones con otros vampiros, pero el Legado en conjunto no las tiene en cuenta, ni una excepción debería ser vista como incentivo para negociar con estas monstruosas criaturas.

Apodo: Horrores/Asanbonsam

Apariencia: Los Naglopers generalmente se preocupan poco de su apariencia, a menudo llevan ropas harapientas o en jirones, o algunas veces ninguna. Algunos Naglopers utilizan sus habilidades deformadoras sobre sí mismos, haciéndose completamente grotescos.

Refugio: Los refugios de los Naglopers comparten entre ellos una característica: tienden a ser inhabitables excepto para los Laibon más depravados. Normalmente prefieren localizaciones reducidas en la profundidad de las selvas y bosques, bajo las ciudades u otros lugares recónditos (cuevas y similares) llenando los alrededores con decenas e incluso cientos de animales y mortales retorcidos que les sirven.

Procedencia: Los Naglopers no buscan a los mortales que son “malvados” per se, sino a quienes les parecen capaces y bien adaptados para sobrevivir por sí mismos. Cazadores, mercenarios, ladrones, guardianes de cementerios y otros trabajos solitarios son algunos de los conceptos favoritos de los Naglopers. Figuras con éxito en el submundo criminal o corruptos empresarios también son buenos candidatos, ya que han demostrado que son capaces de todo lo que sea necesario para conseguir lo que quieren.

Creación del personaje: Los Naglopers normalmente tienden hacia los Atributos Físicos o Mentales como Primarios. La mayoría no son criaturas sociales, pero los que se orientan hacia los Atributos Sociales suelen ser los psicópatas más aterradores. Los Talentos son las habilidades mejor valoradas, con las Técnicas secundarias y los Conocimientos terciarios. La Naturaleza y la Conducta suelen ser muy diferentes, sobre todo para los Naglopers más inteligentes, mientras que los más brutales tienen Naturalezas y Conductas muy parecidas al no haber conseguido disfrazar su depravación para tratar con los demás. Algunos Arquetipos típicos son Bravo, Niño, Confabulador, Pervertido, Fanático, Solitario, Masoquista, Monstruo, Rebelde, Superviviente y Ansioso de Emociones. Las Habilidades más comunes suelen ser Pelea, Ocultismo, Sigilo, Callejeo y Supervivencia.

Disciplinas del Legado: Animalismo, Auspex, Vicisitud.

Debilidad: Nadie está realmente seguro de por qué los Naglopers están obligados a enterrarse en el suelo antes de dormir durante el día, aunque algunos Laibon creen que sus Bestias les obligan a excavar en la tierra como los animales. Cualquiera que sea la razón, cada día que un Nagloper no se entierre completamente para descansar, divide su reserva de dados en dos (acumulativamente hasta un mínimo de uno). Este penalización permanece hasta que el Nagloper reposa durante un día bajo tierra. Debido a la debilidad del Legado, los pocos que han oído del poder Occidental de Protean Mezclarse con la Tierra, están muy dispuestos a aprenderlo.

Organización: Como se ha mencionado, los Naglopers tienen una organización muy superficial, por así decirlo. Ocasionalmente unos pocos trabajan juntos cuando son obligados por las circunstancias o por miembros de otros Legados. Para la mayoría este carácter solitario tiene que ver con su naturaleza territorial. La única excepción son los juegos y pasatiempos de tortura del Legado. Unos pocos Naglopers pueden olvidar sus diferencias cuando comparan notas (y normalmente estrategias físicas) para torturar a mortales o a otros Laibon. Estos juegos pueden durar semanas o incluso meses, algunas veces sembrando el terror en aldeas o pueblos a medida que más lugareños desaparecen, reapareciendo muertos, mutilados o cosas peores.

Cita: "Ah, qué sabroso pareces, sí. Disfrutaremos diseccionándote lentamente con nuestros dientes. Qué buena pieza serás en nuestra colección [sonido de labios masticando]"

Estereotipos 

Akunanse: Hmmm… ¿Iguales a nosotros o no? Es una buena idea, pero no han ido lo bastante lejos. Estúpidos hombres araña.
Guruhi: Padres pretenciosos. Ellos no nos controlan, pero creen que lo hacen. Una noche les enseñaremos lo afilados que son nuestros colmillos.
Ishtarri: Desplumarlos es tan fácil. Su estupidez pide a gritos una lección y los gordos son muy sabrosos.
Kinyonyi: No son divertidos. Es demasiado difícil engañarles para que jueguen con nosotros. Debemos aprender sus trucos, sí…
Osebo: Los perros favoritos de los Guruhi. Pero hazlos enfadar y veras qué rápidamente se convierten en lobos y matan a las ovejas. ¡Qué divertido!
Seguidores de Set: Ah, sí. Ellos también saben jugar. Algunos incluso nos han enseñado.
Shango: ¡¡¡No!!! [sonidos siseantes] ¡Quema! ¡Quema! [sonido de pisadas que huyen]
Xi Dundu: Ellos son como nosotros, y ayudándoles tenemos mucho que ganar. Como mínimo odian a los Guruhi tanto como nosotros.
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