Ambición y Deseo están relacionados, pero no son lo mismo.
Piensa en la Ambición como en
un objetivo a largo plazo: una
aspiración (si aún respiraras), el
sueño de una vida (si aún soñaras
o tuvieras una vida). En cambio,
los Deseos son más inmediatos:
deseos a corto plazo de venganza, satisfacción o de satisfacción
mediante la venganza.
Ambición
La Ambición de un personaje lo
mantiene en acción y en movimiento noche tras noche y también
a lo largo de la crónica. Proporciona motivación para el jugador
y ganchos argumentales para el
Narrador.
Una Ambición debe poder
medirse en términos de juego (“mi
Ambición es alcanzar Humanidad 10”) o ser un logro concreto
en el mundo de la crónica (“mi
Ambición es liberar Chicago de
la Camarilla”). Una Ambición no
es algo vago como “acabar con el
racismo” o “alcanzar la paz mundial”, sino que se centra en algo
específico, como “causar la Muerte
Definitiva a (introducir el nombre
de un Antiguo particularmente
racista de tu crónica)” o “acabar
con la guerra de la Gehenna en
Ucrania”.
Aunque sea improbable
que una Ambición sea alcanzable
o que lograrla pueda poner fin a la
crónica, seguiría proporcionando
una base para buenas historias;
sólo se requiere que sea teóricamente posible.
Si un personaje alcanza su
Ambición y la crónica continúa,
el jugador debería determinar una
nueva Ambición, en principio una
que haya surgido durante el juego
o la que se siga al darse cuenta de
que su primera Ambición dejó algo
incompleto o pendiente.
Al final de una sesión de juego
en la que el personaje haya trabajado de forma activa en pos de su
Ambición, recupera 1 punto de daño
agravado de Fuerza de Voluntad.
Deseo
El Deseo refleja menos que una Ambición que dure toda una vida, pero
más que un capricho momentáneo.
Cada sesión, un personaje puede
elegir un Deseo nuevo o conservar
uno que no haya satisfecho en las
sesiones anteriores. Una vez por
sesión, cuando el personaje actúe
de forma decidida para cumplir
con su Deseo, podría recuperar de
forma inmediata 1 punto de daño
superficial de Fuerza de Voluntad.
Dado que el Deseo cambia tan rápidamente, no hace falta que lo anotes
en tu hoja de personaje. Anótalo
simplemente en una tarjeta o pósit
para que lo puedas recordar tú, y
también el Narrador.
Esta mecánica proporciona intencionadamente a los jugadores un
incentivo para que los personajes emprendan acciones en vez de esperar a
que la trama se desarrolle sola y se
atrincheren a la defensiva.
Así, un
buen Deseo te conecta con el mundo
exterior. Una simple regla para aceptarlo: si no implica algo o a alguien
que esté incluido en el Mapa de
Relaciones, no vale la pena siquiera
considerarlo como un Deseo. Según
este criterio, “quiero conducir un
Maserati rojo” o “quiero merendarme
a una morena” no funcionarían como
Deseos, pero “quiero conducir el
Maserati rojo de Cytherea” o “quiero
merendarme a la morena de Lord
Harkness” serían unos Deseos perfectos. El Narrador debería determinar
si un Deseo que implique a otros
jugadores serviría para alentar una
interacción jugosa entre los personajes o sólo para intentar obtener
fácilmente Fuerza de Voluntad.
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