Llego ahora al que quizás es el más sorprendente y trascendental descubrimiento en mis investigaciones, quizá el más asombroso descubrimiento en la historia de la investigación de la fisiología de la Estirpe. El año pasado, uno de mis corresponsales informó de que los Vástagos de Cleveland estaban alborotados a causa de un ghoul sin señor. Como saben, gracias a mis informes anteriores, tales criaturas existen en números mayores de los que la mayoría de los Vástagos creen. Mi corresponsal llamó mi atención sobre este joven ghoul porque no parecía necesitar infusiones mensuales de vitae para mantener su estado sobrenatural. Ella esperaba que yo pudiese explicar esta imposibilidad. Inmediatamente reconocí a la criatura como aparecido, un ghoul hereditario (nunca he trazado el origen de este extraño e inapropiado nombre. Dejo la tarea a etimólogos de nuestra especie). En caso de que el paso del tiempo haya atenuado la temible memoria de mis mecenas, resumiré mi último informe.
En raras ocasiones, un ghoul concibe un chiquillo y lo lleva a buen término (la mayoría de los fetos abortan con ingestión de sangre de la madre). Tal niño, continuamente expuesto a la vitae de la Estirpe mientras está en el útero materno, podría no nacer como ghoul, pero puede mantener ese estado peculiar por sí mismo, sin el consumo de la vitae de un Vástago. Si tales anomalías procrean entre ellas, sus niños pueden llegar a ser a su vez ghouls autosuficientes. Los odiosos Tzimisce han criado familias de tales "aparecidos" durante más de mil años. Hasta la hecha, sólo he experimentado especímenes de dos familias de esta raza inusual, los Bratovitch y los Zantosa. Sólo un aparecido, un Sr. Zantosa, ha participado en una serie de exámenes detallados (mis intentos de criar a mi propio aparecido hasta ahora han acabado en fracaso. Sospecho que el proceso puede conllevar otros factores todavía desconocidos). La posibilidad de examinar otro aparecido hizo mucho para que asumiese mi duradera pena por la muerte del Sr. Zantosa. Afortunadamente, mi inmediata misiva al Príncipe de Cleveland demostró ser lo suficientemente influyente para prevenir la ejecución de este nuevo aparecido.
Durante muchos meses, el joven "Michael Smith" (no es su nombre real) probó ser un socio entusiasta. Su ferviente participación en todas las vivisecciones, una vez se explicó claramente su propósito, ¡demostró la falsedad de los que claman que las más jóvenes generaciones de mortales no tienen interés en la ciencia! Estoy seguro de que su no anunciada partida durante el día fue debida a responsabilidades urgentes e inevitables en alguna parte. Cada prueba que dirigí indicaba que Michael era un aparecido. Aunque lo vigilamos cuidadosamente para prevenir cualquier posibilidad de que ingiriese sangre cainita, manifestó características típicas de los ghouls, incluidas la habilidad para aumentar la fuerza muscular, los reflejos, la resistencia al dolor y la capacidad de curación. Bajo mi tutela, no sólo aprendió a resistir los efectos de grave daño somático (por ejemplo, Fortaleza), sino también a ampliar sus sentidos, ganando de este modo los rudimentos del Auspex. Un chico meritorio, de hecho.
A pesar de sus afirmaciones de que se sentía "diferente" y aislado, Michael parecía de muchas formas el típico adolescente americano contemporáneo (la Dra. Reage me asegura que ese sentimiento de alineación es virtualmente universal a la edad de Michael). No mostró ninguna de las aberraciones mentales que a veces forzaban mis relaciones con el Sr. Zantosa. Michael afirmaba, sin embargo, que su madre era una vampiro. No un ghoul que servía a un vampiro, sino propiamente una vampiro. En resumen, Michael dijo que su padre, solo, le crió en Cuyahoha Falls, Ohio. Él nunca hablaba de la madre de Michael. Cuando el señor "Smith" se volvió a casar, Michael encontró desagradable la nueva situación doméstica y huyó hasta la cerca Cleveland en busca de su otra pariente. La encontró y ella le reveló el secreto como explicación de porqué él era "diferente". Sus ingenuos intentos por introducirle en la sociedad vampírica produjeron el tumulto que llamó mí atención sobre él.
A pesar de lo absurdo de su afirmación investigué: un científico siempre debe permanecer abierto a las afirmaciones sorprendentes, al menos cuando prometen evidencias concretas. Verifiqué la identidad del padre de Michael, gerente de un drugstore en Cuyahoha Falls. El señor "Smith" negó cualquier peculiaridad en su primera mujer, pero rápidamente reconocí los signos de la alteración de memoria. Cuando retiré los bloques mnemotécnicos, confirmó la historia de Michael. Su primera mujer, me dijo, era una vampiro. Como con tantas familias americanas, sin embargo, el nacimiento de un niño creó tensiones en su relación (la cual, para empezar, debió haber sido bastante rara), y se separaron. En loable muestra de preocupación por la Mascarada, la señora "Smith" borró la memoria de su ex marido, dejándole con la idea de que ella simplemente había perseguido un estilo de vida nocturno cuya peculiaridad llegó a ser intolerable. Yo mismo encontré moralmente repugnante ese control mental, pero cuando expliqué mi dilema al señor "Smith", él aceptó racionalmente la importancia de la Mascarada para los Vástagos y el ganado. En una pasmosa muestra de altruismo, adoptó su propia solución concluyente al problema. Rindo homenaje a su memoria.
Todo lo que quedaba era localizar a la antigua señora "Smith" en Cleveland. Por desgracia, ella encontró la Muerte Definitiva la semana antes de que yo llegase, ejecutada por el mismo azote que había acosado a su hijo (permítanme decirles que le dije al tonto creído unas pocas palabras severas cuando lo descubrí). Preguntas entre la chusma de Vástagos de Cleveland, sin embargo confirmaron la identidad vampírica de la señora Smith, una supuesta Vástago de la decimoquinta generación. Debo reconocer que probado el extraordinario parecido de Michael. Parece, por tanto, que dos procesos pueden crear aparecidos. Pueden ser "evolucionados" entre los ghouls. Alternativamente pueden ser "degenerados" de vampiros. Por razones que explicaré abajo, creo que esto sólo puede suceder entre vampiros de la decimoquinta generación.
Para evitar las confusiones, tales crías deberían tener un nombre propio que los distinguiese. Los gitanos de la región de los Balcanes tienen leyendas sobre tales criaturas; los llaman Dhampiros. Aunque estas leyendas son seguramente meras coincidencias, quizá incluso el resultado de antiguas informaciones erróneas para proteger la Mascarada, propongo emplear este nombre para las crías vivientes de los vampiros. Es un nombre que necesitaremos: Michael puede muy bien ser el primer Dhampiro pero, a la medida que proliferan los vampiros de sangre débil, no será el último. espero de verás que Michael vuelva a mí. Debo confesar cierta consideración como de tío o incluso de padre, particularmente ahora que es huérfano. Me consuela el que Michael y su padre ya hayan cortado su relación.
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