Algunos de sangre diluida intentan encontrar su lugar dentro de las sociedades de la Camarilla. Tal vez conozcan la ascendencia de su clan; tal vez no, pero desean unirse a un clan de cualquier manera porque les gusta su cultura e ideales (o al menos lo que él se imagine por cultura, que puede no encajar exactamente muy bien con la realidad). Por ejemplo un ambicioso Caitiff (o Malkavian, Gangrel, Brujah...) podría inocentemente hacer una petición al Ventrue primogénito local para unirse al "club". Tales "aspirantes" suelen terminar decepcionados. Incluso si pueden demostrar la ascendencia de su clan; sus propios antiguos a menudo los desprecian hasta la humillación (poca gente, viva o no-muerta, gusta de descubrir un bastardo en la familia). Muchos vampiros en la Camarilla consideran a los de sangre diluida antes que nada como competencia en el territorio de caza (ciertamente, no hay ninguna necesidad de aliados). Hagan lo que hagan las Últimas Generaciones, no podrán esperar más que ser tolerados de mala gana por los Príncipes de la Camarilla.
Tampoco el Sabbat les trata mucho mejor. La secta valora en sus miembros el poder pro encima de todas las cosas. Chiquillos y reclutas deberán probar su fuerza (y aunque todo el Sabbat parlotee sobre lealtad, pocos de sus integrantes moverán un solo dedo para ayudar a sobrevivir a un nuevo miembro). Para el Sabbat, los de sangre diluida siempre serán un handicap. Si un vampiro de las Últimas Generaciones puede diabolizar a su manera a alguno de una generación más baja y fuerte, perfecto; ha probado su valía para la supervivencia. ¿Y si no? El Sabbat no lamenta la Muerte Definitiva del débil. Sea su meta la Camarilla o el Sabbat, los Aspirantes se enfrentan a obstáculos desalentadores. La Camarilla está obsesionada por la edad, la generación y la creación legítima de chiquillos. El Sabbat está obsesionado por el poder crudo. Los de sangre diluida no poseen ninguna de estas dos cualidades. Los Aspirantes deberán trabajar más duramente que cualquier otro neonato para conseguir igual reconocimiento, pero sin ningún derecho. Los vampiros envidiaran cada éxito que el personaje consiga. Supón que un joven Caitiff puede demostrar que es tan buen líder como cualquier Ventrue, tan buen artista como cualquier Toreador o (Dios nos asista) tan bueno como... un experimentador... como cualquier Tzimisce. Los miembros más jóvenes del clan se resentirán al ver cómo destaca un extraño, y los más viejos por el desafío a los prejuicios establecidos por la generación y la línea de sangre.
Los Independientes tienen sus propios prejuicios insulares, y son muy selectivos a la hora de elegir a quién Abrazan. Pero los Assamitas, los Seguidores de Set y los Giovanni valoran en gran manera sus propias ideologías. Un forastero que demuestre unas habilidades excepcionales y devoción por los propósitos del clan podrá conseguir una cauta aceptación como asociado, si no como miembro de pleno derecho. Aún así, escasos vampiros de los de sangre diluida han oído algo sobre estos pequeños y a menudo cerrados clanes. Esto podría cambiar en el futuro. Los Aspirantes más arriesgados, sin embargo, anulan todos los obstáculos para llegar a ser miembros de un clan utilizando una simple estratagema: mintiendo. Un vampiro puede inventar un falso linaje para hacerse más respetable, viajar a una nueva ciudad y presentarse ante el Príncipe. Los vampiros han intentado realizar este tipo de fraude a lo largo de los siglos; los más viejos llaman a tales mentiras rastacouere. Los pogromos contra los de sangre diluida han acentuado el aumento de estos rastacouere. Un rastacouere, no obstante, deberá afrontar una casi segura Caza de Sangre si su impostura es descubierta por los antiguos de la ciudad. Si hay algo que odien los antiguos, es que les hagan quedar como unos imbéciles.
Rol: Los Aspirantes son extraños que se pasan por casa de uno y aplastan sus narices contra la ventana. Un Aspirante debe tener al menos algunas razones por las que cree que podría ganarse la aceptación de un clan o secta (aunque estuviese completamente engañado). Tales personajes podrían aportar nuevos puntos de vista a una secta o clan mientras aprenden sus costumbres y ganan aceptación.
Debilidades: Un Aspirante tiene cualquier debilidad intrínseca que le imponga la fragilidad de su línea de sangre. No tiene Posición por haber sido aceptado como miembro (pero de bajo rango) de la Camarilla o el Sabbat, dejará de serlo. Será un miembro normal de la secta, aunque de una generación alta. Será tratado como cualquier otro neonato.
Cita: "Júzgame por mis actos, no por mi sangre"
Estereotipos:
La Camarilla: Criaturas odiosas. Algunas veces incluso son tan útiles como un ghoul. Casi. Tienes que seguir las reglas si quieres ganar el premio (pero te digo, si estos gilipollas no fuesen los únicos jugadores de la ciudad...)
EL Sabbat: Debiluchos. Perros rogando por los restos de las mesas de sus amos. Es gracioso, pensaba que dijeron que querían derechos iguales para todos los vampiros sin importar la edad ni la generación. Supongo que todavía piensan que algunas generaciones son "más iguales" que otras.
Los Anarquistas: Consigue una no-vida. ¿Lo has hecho ya? Los mohosos vejestorios nunca te darán una buena oportunidad. ¿Y ustedes lo están haciendo tan bien?
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Por favor necesito ser un vampiro y revivir el reino que cada dia cobrara mas fuerza
ResponderEliminarGracias por comentar, pero desgraciadamente esta pagina trata de un JUEGO de rol, nada que ver con vampirismo, lo siento :)
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