La Cuadrilla de Sangre Diluida
Cuando los de sangre diluida tienden la mano hacia la noche, ocasionalmente tienen la suficiente fortuna de encontrarse unos a otros y de no toparse con los depredadores innúmeros que esperan al acecho. Los lazos de lealtad en tales grupos son a menudo inusualmente fuertes. Después de todo, ¿quién los comprende realmente? Todo lo que tienen en este mundo son los unos a los otros.
Para sobrevivir, los jóvenes vampiros pudieran tener que compartir no solo los rebaños y los refugios, sino también cualquiera resquicio de sabiduría y experiencia que pudiesen poseer. Los vampiros de un grupo de sangre diluida probablemente tengan que poner gran parte de su atención en la supervivencia, en la búsqueda de un refugio seguro donde puedan vivir relativamente en paz puede consumir gran parte de la crónica. Sin embargo, la necesidad de comprender les obsesionará casi implacablemente. La carencia de una cultura vampírica heredada les ata en la búsqueda eventual de una propia. Esto puede acabar en el descubrimiento de la sociedad de los Vástagos, o incluso en el descubrimiento de otras sociedades sobrenaturales; es posible que caigan presa de las garras de la seductora filosofía de un culto apocalíptico. También pueden crear un culto propio, tomándose como modelo a ellos mismos, o a cualquier cosa que hayan podido ver en una película o hayan oído de un gurú mortal. Los Vástagos de las sectas mayores solo pueden sacudir la cabeza maravillados cuando se topan con los extravagantes modelos de no-vida que proliferan entre los vagabundos.
Una crónica de alto contenido místico puede construirse, por ejemplo, alrededor de un grupo compuesto por videntes de sangre diluida (y quizá uno o dos seguidores). A la cabeza de todas las otras razones para aliarse, los videntes experimentan una gran multiplicación de sus poderes clarividentes cuando trabajan formando un tándem. Un grupo de videntes pudiera haber sido escogido a dedo y reunido por un poderoso vampiro obsesionado por la Gehena. O podrían haberse encontrado los unos con los otros al haber sido conducidos por sus premoniciones hacia el mismo desastre. Los videntes frecuentemente viajan por el mundo a la búsqueda de objetos, lugares y gentes que pueden inspirarles en sus visiones. Si comparten sus talentos con la sociedad de los Vástagos, podrían atraer una audiencia considerable, de la cual alguien pudiera insistir en si interés por los augurios; los videntes pueden encontrar esta atención bienvenida o problemática, pero como mínimo, hará de sus vidas algo interesante. Por supuesto, no hay duda de que esto también hará granjearse enemigos.
La Cuadrilla Mixta
Un personaje de sangre diluida en un grupo de vampiros normales es a menudo considerado una carga. Es como poco el más débil, sobre todo en combate, y necesita protección (especialmente si el azote aparece para hacer una visita). Por otro lado, puede proporcionar habilidades y talentos únicos al grupo, así como nuevos (algunos dirían ingenuos) puntos de vista. Si tiene el suficiente encanto personal, podría ser incluido en el grupo como una especie de "mascota" o "hermano pequeño". Si no es así, deberá prepararse para ser constantemente intimidado y tomado por imbécil. En el presente clima de prejuicios e incomprensión, el escenario más plausible para un grupo mixto es aquel en el cual los miembros de sangre diluida son los chiquillos de los otros personajes; sin embargo, ésta no es la única posibilidad. Los neonatos en un grupo (manada o banda para el caso) no están siempre en una posición lo suficientemente segura como para desdeñar ayuda externa, por pequeña que sea. Si un miembro de las generaciones más altas se las arregla para conseguir que confíen en él, podrían permitirle esconderse en los flecos del grupo (como ocurre con el vecino, que te invita a comer en el porche pero no te deja pasar adentro). En las ciudades donde todavía no existe un azote que husmee, investigando Abrazos ilegítimos, los anarquistas y los Caitiff podrían acoger de buena voluntad a un frágil chiquillo, mientras no dé muestras fehacientes de estar escapando.
Últimamente los talentos de los videntes son muy apreciados (o temidos) y un personaje que los posea tiene muchos menos problemas para ser aceptado en un grupo que otros de sangre diluida. Por supuesto, dicho grupo puede no tener únicamente motivos altruistas a la hora de extender su generosa invitación, pero la no-vida está repleta de tales pactos fáusticos. Siempre que un grupo mixto sale a la luz, cualquier crónica en la que esté implicado tratará con detalle, posiblemente, el tema de los prejuicios. El grupo pudiera luchar por su aceptación entre los Cainitas, o terminar retirándose para convertirse en eremitas; pero mientras dure la batalla, puede proporcionar a la crónica incontables pequeñas dosis de dramatismo. Otro punto fuerte de los grupos mixtos podría consistir en las oportunidades que proporciona a la hora de dar la vuelta al normal curso de los acontecimientos. Muchas de las crónicas de la sangre diluida se aseguran de explorar el punto de vista de los de esta sangre mientras tropiezan con más y más costumbres extravagantes de los vampiros. Pero, por desgracia, un grupo mixto a menudo acaba siendo expulsado de la sociedad de los Vástagos, aunque la mayoría de sus miembros sean Vástagos legítimos de clanes con buena reputación. En el primer caso el proceso es de asimilación y en el segundo de alineación. Cuando las dos cosas ocurren al mismo tiempo (por ejemplo, los de sangre diluida del grupo empiezan a sentirse más cómodos con el punto de vista de los Vástagos, mientras en el resto crece la repugnancia por el cruel y terrible comportamiento de sus antiguos colegas, es especialmente fascinante sentarse y mirar).
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