La Muerte y el Alma

Edit
Una Amenti, una momia actual, es una mezcla de espíritu antiguo y otro moderno. Estos dos componentes se convierten en una sola alma en la que una vez habitó solo el espíritu moderno, y esta nueva entidad, dotada del don de la vida, tiene la misión de restaurar el equilibrio en un mundo qué esta sucumbiendo con demasiada rapidez a las depredaciones de la corrupción. El mortal es el elemento más importante de la resurrección. Sin un anfitrión adecuado, el poderoso tem-akh (o espíritu completivo) e incluso la maravillosa ceremonia que confiere la vida eterna no son nada. De igual forma, la resurrección es algo más que restaurar la vida de un cadáver: es el regalo de una nueva vida, una nueva iluminación y un nuevo poder. Tal redención sólo puede concederse a los caídos. No pueden evitar que muera ahogada una persona que simplemente estaba de pie cómodamente en el muelle. El alma de un individuo satisfecho y funcional no es buena candidata al renacimiento. Aunque muriese de forma prematura, esa persona afortunada a alcanzado cierto equilibrio (o Maat) mientras vivía.

Su alma saludable y equilibrada no posee heridas que curar. El tem-akh repara almas heridas, incompletas, atormentadas. Los egipcios denominan al defecto trágico del mortal hamartia, el punto débil que evitaba que alcanzase sus sueños y viviese una vida feliz. Puede que fuese adicto a la heroína, que fuese demasiado tímida para defenderse cuando su amante le pegaba, que otros la manipulasen para su satisfacción egoísta o que tuviese una voluntad tan débil que acataba siempre los deseos de los demás en lugar de perseguir los suyos. Criminales, enfermos mentales, adictos a toda clase, masoquista y mártires, los desesperados y los deprimidos... todos tienen almas que piden a gritos que las completen y remidan. Cualquier cosa que no está en armonía con Maat requiere que sus heridas sean curadas, sus defectos sean reparados y su desequilibrio se compense. La naturaleza de la hamartia del mortal determina qué tem-akh será el que posiblemente se funda con su alma durante la resurrección.

El espíritu completivo egipcio puede sentir el desequilibrio del espíritu mortal. Cada tem-akh es un fragmento de un poderoso y ancestral espíritu egipcio, es todo lo que queda de una antigua alma, la porción más fuerte de un ser antes completo. Sólo mediante esa fuerza logró el tem-akh sobrevivir al vórtice de la última tormenta fantasma. Las negras nubes de Apofis erosionaron las almas, desgarrándolas y los restos destrozados descubrieron que no podrían aguantar mucho tiempo en esa condición reducida y dañada. Por ello, los espíritus ancianos buscaron almas actuales con las que unirse. Su dios Osiris les encomendó que buscasen a quienes estuviesen a punto de morir y qué pudiesen ser reparados por las nobles almas de Amenti. En su infinita sabiduría el dios de la vida previó que la unión entre ambos tipos de espíritu salvaría a las almas egipcias marchitas y perfeccionarían los espíritus de los muertos recientes que sufrían. El alma unificada creada de esta manera podría convertirse en una poderosa herramienta para restaurar los principios de Maat.

Una vez fragmentado tem-akh encuentra a un compañero cuya debilidad pueda eliminar, espera al otro lado del Manto que separa los mundos a que el mortal muera. La habilidad de los fantasmas para ver cuándo alguien esta apunto de morir les permite escoger, antes de que el propio tem-akh se desvanezca en el Olvido.

Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Sobre las Fuentes
Por favor visita el apartado “referencias” para encontrar las paginas originales de donde fue extraída la información, vampiro.cl es un compendio, nuestro objetivo es recopilar la mayor cantidad de contenido que circula por la web, son muchas personas que día a día traducen y/o comparten conocimientos que verteremos acá, nuestro aporte es clasificar, ordenar y compartir con la comunidad rolera.

0 comentarios:

Publicar un comentario