Papá Vampiro

Preludio: Se hacía llamar Donna Felisa. Cuando abriste la puerta en contestación a la llamada aquella noche, sonrió de manera encantador, te levantó y te arrojó a lo largo de la habitación. Cuando volviste en ti, tenía a tus hijos y esposa atados como pavos del Día de Acción de Gracias. Donna te explicó que el Sabbat quería tu ciudad. Como el más exitoso agente de bienes raíces en el área, les encontrarías acomodo. Se lamentó de que no hubieras podido recibir los verdaderos Ritos de Creación, ya qué necesitaba que estuvieses en plenas facultades mentales en las noches venideras. Podría hacerse más adelante. Mientras tu mujer observaba, Donna Felisa consumió toda tu sangre y te convirtió en un vampiro. Despertaste hambriento... por eso la criatura había dejado a toda tu familia con vida. Con un supremo esfuerzo de voluntad conseguiste evitar asesinar a ninguno de ellos. Donna Felisa rió. "Mas adelante, cuando la Vaulderie te haga afín a otras lealtades", dijo. Si les servías bien, prometió, su manda te haría promocionar de esclavo a igual a través de algo llamado ritus. Gracias a Dios, tu vecino Phil vino a devolverte el cortacésped. Creyendo que no había nadie en casa, abrió la puerta del garaje con la llave que le dejaste el pasado verano para que pudiese alimentar a tu perro Buster. La luz del ocaso brilló por completo sobre Donna Felisa, que despertó el tiempo suficiente para gritar antes de consumirse en un montón de cenizas. Afortunadamente, dormías detrás de la mesa de trabajo y el aullido te despertó. Le dijiste a Phil que cerrase la puerta y entonces subiste por las escaleras para liberar a tu familia. Phil tenía un montón de preguntas. Al principio trataste de explicarle.

Entonces le dijiste que te mirase a lo ojos. Donna Felisa podía hipnotizar a la gente; lo demostró cuando ella... jugaba... con tu mujer, si ella podía, tú también. Le dijiste a Phil que olvidase el asunto y así lo hizo. De alguna manera te las arreglaste para ordenar tu (¿vida?) con todos juntos de nuevo. Más sesiones de hipnotismo acabaron por eliminar algunas pesadillas que padecía tu familia. Hablaste con tu jefe sobre los bienes raíces y las ventajas que tendría enseñar algunas casas por la noche. Algunos clientes están agradecidos por ello: tienen las mañanas muy ocupadas por el trabajo. Buster tuvo que irse, pero algunas madrigueras cercanas permiten que no tengas que alimentarte de tu mujer o tus clientes. Entonces tu esposa perdió los nervios. ¿No pudiste hablar con el doctor sobre esto, eh? Más hipnosis, y cuando esto no fue suficiente, le diste de beber tu sangre tres veces, como Donna Felisa había deseado hacer contigo. Tu mujer volvía a sonreír cuando entrabas en la habitación. La novia de Bobby había visto demasiado y tuviste que hipnotizarla para hacerle olvidar. Esto cabreó a Bobby. Por eso tal vez intentó clavarte una estaca en el cuerpo. Sesión de hipnosis para Bobby. Ahora la profesora del pequeño Justin quiere tener una charla contigo sobre las descabelladas historias que cuenta en el colegio. ¿Y cuantas débiles excusas has tenido que dar a tus curiosos vecinos? Es posible que también necesiten una pequeña sesión de mírame a los ojos. A duras penas ha pasado una semana sin algún otro absurdo incidente. Algunas veces tienes que reírte de tu propia existencia (ya que la única alternativa sería gritar). Y una vez que arranca, el grito podría no detenerse nunca.

Concepto: ¿Recuerdas aquellas comedias televisivas sobrenaturales, como Embrujada y Soñé con Jeannie? Tu no-vida podría llamarse Papá Vampiro. Eres un tipo normal de clase media con una familia que se ha convertido en vampiro. Todo lo que tienes para sostenerte en este horrible mundo de monstruos es tu astucia y el talento que has desarrollado como un habilidoso agente de bienes raíces. Afortunadamente, eres un súper vendedor, lo que te otorga un increíble manejo de Dominación. Puedes hacer creer a cualquiera cualquier cosa... al menos durante un breve lapso de tiempo. Posiblemente necesitarás de este talento cuando los amigos de Donna Felisa aparezcan.

Ayudas de interpretación: Eres un buen tipo. Es parte de tu trabajo, sí: nadie compra una casa a un antipático. Estás siempre agitando las manos y palmoteando espaldas, con una sonrisa como la del ayudante de un fontanero ante una cañería rota. Eres realmente simpático y parece que es así como van a seguir las cosas. Tío guapo, trabajo guapo, casa guapa en bonito vecindario, bonita familia. Realmente te molesta cuando tienes que avasallar la mente de alguien para preservar tu secreto (pero algún día, de alguna manera, transformarás esta terrible burla en una verdadera y feliz familia de nuevo).

Equipo: Chaqueta de agente de bienes raíces, portafolios de propiedades, premios de ventas, pipa (nunca cigarrillos) y una casa encantadora en los suburbios. ¿Armas? ¿Qué armas?

Cita: "Hijo, creo que es necesario tener una charla sobre cómo se mantienen los secretos de familia."