La Capilla Principal fue atacada.
Según recuerdo, ésta fue la
primera vez que encontramos
evidencias de una nueva Inquisición organizada. De alguna forma,
conocían nuestras debilidades y
conocían el mayor secreto de los
Tremere: dónde encontrarlos,
cuándo hacerlo y cómo destruir su
principal bastión.
Las noticias informaron de explosiones por toda la ciudad, pero
sería más justo llamarlos terremotos o desintegraciones. Nunca vi
llamas en ninguna grabación, sólo
edificios colapsando rápidamente.
Y de un momento a otro, la Pirámide quedó disuelta, Tremere y su
Concilio Interior supuestamente
fueron convertidos en cenizas para
siempre.
Ahora la ciudad carece de líderes. A los desconcertados Brujos
les han prohibido sus Antiguos
poner un pie en ella, la Inquisición mira en otras direcciones y
los Anarquistas han comenzado
a asentarse, estableciendo sus
refugios en polvorientas salas que
fueron abandonadas con prisa hace
una década.
Mi limitada comprensión sitúa
la Capilla en el centro de alguna
zona de cuarentena de la ONU,
lo que me dice que allí hay algo
que vale la pena rescatar. Piensa en
Viena como en el Vaticano de los
vampiros. Tantos Brujos poderosos
con refugios seguros, personal bien
equipado y magia secreta escondida en cada grieta y cada rincón. Y
sin realmente nadie que cuide ya
de ella.
Lo que me molesta de cómo
cayó Viena es la inconsistencia.
Puedo creer que la Inquisición
estuviese tras esto, aunque no me
preguntes cómo lo hizo. Pero, y
es un gran pero, ¿por qué sólo
tuvieron por objetivo a los Tremere? ¿Y por qué luego subieron
la apuesta en Londres al purgar
a todas las manzanas podridas?
Algo no encaja. Casi desearía que
los Tremere fueran aún una unidad lo bastante sólida como para
investigarlo todo.
– Ambrus Maropis, Hacker, WebMaster y Erudito Tecnológico
Gracias por compartir este material, que siempre será útil.
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