La regla principal de la organización Anarquista es que
se da en un entorno hostil.
No tenemos el lujo de primero
construir nuestras comunidades y
luego llevar la lucha al enemigo.
Los enemigos están en todas
partes y se alegrarán de traernos
la lucha a nosotros.
Queréis edificar un Movimiento Anarquista viable y lo más
posible es que estéis en una ciudad
de la Camarilla: entonces necesitáis
lidiar con los intentos de la Camarilla para deteneros. Si no estáis en
una ciudad de la Camarilla, no os
preocupéis: aún habrá enemigos,
desde aspirantes a tiranos que
quieren convertir la ciudad en su
dominio a agentes de la Camarilla
que buscan instalar un Príncipe.
De hecho, en cierto sentido es
más fácil subvertir un dominio de
la Camarilla que establecer uno
nuevo. Al menos con un Príncipe
sabes quién es tu enemigo.
El Movimiento
El Movimiento Anarquista no cobró vida por sí solo. Requirió trabajo
duro y organización. No es la parte más emocionante de ser un Anarquista. Todo el mundo quiere clavarle una estaca en el corazón a un
Príncipe, pero, si realmente queréis tener éxito, necesitáis seguir el viejo
eslogan “educar, agitar, organizar”.
Educar significa explicar a otros chupópteros, especialmente a los
jóvenes, que hay otras opciones. No conocen la historia del Movimiento
Anarquista. No saben nada de la Primera Revuelta, del nacimiento de
los Estados Libres ni de cualquier otra cosa. No es como si pudieran leer
sobre ello en un libro. Alguien debe contarles una historia alternativa a
la que vende la Camarilla. Si alguien cree que Dios le ha maldecido para
servir a los Antiguos, no va a rebelarse. Dadles hechos para que así puedan empezar a pensar por sí mismos.
Agitar significa hablar con la gente, convencerla de que luche.
No
podéis sentaros sin más a esperar a que los oprimidos se deshagan de
sus grilletes. Necesitáis estar ahí, entre la gente que queréis en vuestro
bando. Para algunos esto es difícil, porque requiere escuchar. No podéis
simplemente golpear a la gente en la cabeza con vuestra filosofía. Necesitáis escuchar sus preocupaciones, ver cómo podéis ayudarlos y cómo
pueden ayudaros ellos a vosotros. Así, podéis lograr justicia para todos y
construir un amplio frente revolucionario.
Organizar significa convertir a una muchedumbre de furiosos chupópteros jóvenes en un movimiento motivado con poder que dure de verdad. Mediante concentración y estructura, la furia puede transformarse
en un cambio real. Esto es especialmente importante al enfrentarse a
un enemigo activo. Si respondemos como individuos en lugar de como
comunidad, es más fácil caer en la paranoia y la división.
Chupópteros
Somos un Movimiento de chupópteros. Vampiros, para andarnos
sin rodeos. Diversos Movimientos
locales se han organizado siguiendo toda clase de principios,
y me parece bien. Somos una
gran carpa que alberga muchas
motivaciones unidas por un deseo
de libertad. Sin embargo, hay
algunas cuestiones prácticas que
han demostrado funcionar.
La comunidad que estáis
construyendo necesita unas reglas
claras sobre nuestras habilidades
especiales, sobre todo las que afectan a la mente. No hablo de cuando usas tu encanto sobrenatural
para vacilar a tus amigos. Una
broma es una broma, incluso entre Anarquistas. Hablo de privar a
alguien de su libre albedrío. Para
muchos de nosotros, la tiranía de
la Camarilla está personificada en
el arrogante Ventrue que te fuerza
a humillarte mientras controla tus
acciones. Aseguraos de no usar
nunca esas tácticas en el Movimiento. Sé por experiencia que
a la gente le disgusta menos que
le den una paliza que el control
mental.
Proporcionad servicios esenciales. Suena muy poco glamuroso,
pero es lo que puede hacer que un
Movimiento sea un éxito rotundo.
A la Camarilla no le importan ni
la más mínima mierda los jóvenes
chupópteros. Si el Sire de alguien
le abandona en las calles, mala
suerte. Si te metes en problemas,
estás solo. Esta actitud de la Camarilla puede ser una debilidad.
Haced saber que, si un joven chupóptero necesita un lugar donde
quedarse, consejo sobre la Caza,
ayuda para lidiar con su identidad mortal, etc., siempre puede acudir a vosotros. Os garantizo que tendréis
multitud de amigos. Dadle a la gente cosas que necesita
desesperadamente y os escuchará.
Permitid a la gente cambiar. No os obsesionéis con
sus historias personales, especialmente si son jóvenes.
Todos somos Anarquistas y tenemos un enemigo común,
no podemos permitirnos disgregarnos en grupúsculos
enfrentados entre sí. ¿Qué más da si uno era un policía
y otro un anarca? Ambos sois chupópteros. Lo mismo
con quienes quieren desertar de su Secta y unirse a
nosotros. Recibámoslos y juzguémoslos en base a cómo
actúen con nosotros, no en cómo actuaron antes.
Aun así, hay una excepción. Que les den a los Antiguos. Seré directo: no tratéis con Antiguos a menos que
también tengáis Antiguos de vuestra parte. Y probablemente no los tengáis. He visto pasar esto varias veces:
un Heleno o una Diva dice que deserta de la Camarilla.
Todo el mundo se emociona. Poder, privilegio, ¡hay tantas cosas en las que este hermoso aliado podría ayudarnos! La cosa es que todos los Antiguos son unos putos
egoístas, incluso cuando dicen importarles la libertad.
Si están presentes, querrán ser el centro de atención.
Estos Antiguos tratan al Movimiento como un patio
de juegos durante unas décadas y luego vuelven a sus
colegas de la Camarilla una vez se han aburrido.
Por último, evitad a los líderes. Puede que sea cosa
de mi política personal, pero las estructuras jerárquicas
te hacen vulnerable. Si hay un líder, la Camarilla lo
corromperá. Hay que esforzarse por entrenar pequeñas unidades, células o bandas autónomas que tengan
iniciativa propia. No somos ovejas, somos criaturas
no-muertas de la noche. No deberíamos necesitar a un
hombre grande y fuerte que nos diga qué hacer.
Libertad
El ancestral problema de la libertad frente a la seguridad será un estorbo también. Desafortunadamente,
es real. Predicaréis libertad e igualdad entre todos los
que se unan al Movimiento, pero también habrá que
ejecutar a los espías de la Camarilla, lo cual es espinoso,
especialmente si la Camarilla empieza con su propaganda. Tiene la ventaja de que a ella es inútil acusarla
de hipocresía: es sobre lo que está construida, su misma
esencia. Se supone que nosotros somos mejor que eso,
así que para nosotros esa acusación puede ser peligrosa.
Aun así, asumid que os enfrentaréis a intentos de asesinato,
Vínculos de Sangre forzosos,
chantaje, a que envíen a la Segunda Inquisición información de
vosotros, a campañas de desprestigio, etc. Yo siempre he lidiado con
esto siendo franco con mis amigos.
Les he avisado de que esto podría
suceder para que así lo reconocieran cuando ocurriese.
Ésa es probablemente la mayor
prueba a la que se enfrentarán
vuestros esfuerzos de organización. ¿Podéis construir una
comunidad lo bastante fuerte
para soportar las mentiras que la
Camarilla pueda lanzar en vuestra
contra?
A veces es muy difícil tomar
decisiones. Digamos que una joven
chupóptera os ha traicionado al
filtrar información a la Camarilla. La chantajearon, el Sheriff la
amenazó con matar a su familia
mortal. ¿Qué podéis hacer?
Perdonarla. Esto mostrará que
la gente puede acudir a vosotros
si la Camarilla intenta algo y que
estáis dispuestos a escuchar. Pero
puede estallaros en la cara y haceros parecer débiles.
Ejecutarla, de forma pública
o privada. Podéis convertir a esta
traidora en un ejemplo, pero a
veces es mejor que simplemente
desaparezca. Si tenéis suerte, se
culpará a la Camarilla de ello.
Convertirla en un agente doble
sin que lo sepa dándole información falsa. Esto es lo que llamaría
la “jugada vampírica”. Vuestros
principios no importan, sólo sois
chupópteros. Usadlo para luchar
por el Movimiento.
Fiestas
En serio, necesitáis buenas fiestas.
Si los chupópteros jóvenes de
vuestra ciudad piensan que el
Movimiento tiene las mejores
fiestas, ya tenéis medio camino
hecho. Elogiad a los héroes del
Movimiento, recordad a los que
murieron por la lucha y aseguraos
de que fluya la sangre cuando
celebréis un éxito contra la
Camarilla.
Éste es un error común entre
muchos Anarquistas intelectuales.
Exigimos que todos en el Movimiento sepan hablar de filosofía
Anarquista con la terminología
apropiada y que estén al día con
las últimas ideas. Esto está muy
bien para tener un complejo
debate sobre los matices de la
liberación vampírica, pero si estás
construyendo un Movimiento amplio, necesitas a todo el mundo.
Bueno, no a cada psicópata.
Hay líneas que no deberían cruzarse, y vosotros mismos decidiréis cuáles son esas líneas para
vosotros. Únicamente aseguraos
de que no son muchas u os encontraréis solos.
Dadle a la gente grandes ideas
en las que pensar, buena música
para bailar y un lugar donde puedan enfrentarse unos a otros sin
atraer la atención de los mortales.
Arrodillarse ante los Antiguos
en un Elíseo apesta, así que estar
en los Anarquistas debería ser
mejor. Debería ser la buena vida
para todos nosotros, a pesar de los
peligros.
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