El Ministerio

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El Clan de la Fe, Setitas, Seguidores de Set, el Clan de las Mentiras, Tifonistas, Serpientes, Liberadores, Judasianos 

Trazando su linaje desde el aspirante a dios del engaño y el caos egipcio, el Clan antes conocido como Seguidores de Set tiene una reputación tan variopinta como su historia. A la vez culto y Clan, la mayoría del Ministerio se adhiere a un sistema de creencias singularmente perturbador, que batalla moral e ideológicamente contra el legado de Ra y el Dios único. Conocidos y aborrecidos por ser tramposos, seductores y patentes mentirosos, el Clan tiene fama de jugar a todas las bandas posibles en los conflictos entre las grandes Sectas. Tras rechazarse su entrada en la Camarilla, muchos se unieron al Movimiento Anarquista y ahora preparan sus armas gemelas de la tentación y la subversión para llevar liberación espiritual a todos los descendientes de Caín. 

[Comienza la grabación] 

F71: Háblame sobre eso que llamas “el cambio de nombre”. 

Sujeto 363: No sólo lo hago yo. Lo hacemos muchos. Tontaina. 

F71: Tómate tu tiempo. 

F71: No vamos a irnos a ninguna parte. 

Sujeto 363: Así que tienes algunos registros, ¿no? ¿Nos llaman los “Seguidores de Set”? 

Sujeto 363: Venga, pues sigue escribiendo. Sí, así es como nos llamaban. 

F71: ¿Y cuándo cambió ese nombre? 

Sujeto 363: En distintos momentos en distintos sitios. Los únicos que aún usan ese nombre están en África o son de ascendencia egipcia. Ahora somos… Supongo que somos como la cabecera de ese programa de televisión. Ya sabes, el de los budas sonrientes y las pastillas flotantes, en el que adoran las armas relucientes, los coches deportivos y cualquier cosa adictiva. 

F71: ¿Por qué os llamáis el “Ministerio”? 

Sujeto 363: Somos parte Sangre, parte religión. Nos hemos metido en la cabeza que siempre hemos estado cerca de nuestro dios. ¿Por qué no llevar su palabra a los demás? 

F71: ¿Te refieres a la palabra de Caín? 

Sujeto 363: Seguidores de Set. Nosotros seguíamos a Set. 

F71: ¿Quién es Set? 

Sujeto 363: ¿Que quién es Set? ¿Estás de broma? ¿El padre de los vampiros? 

F71: Tus compañeros parecen afirmar otra cosa. 

Sujeto 363: Seguro. Están equivocados. 

F71: Así que ¿por qué ya no “seguís a Set”? 

Sujeto 363: No puedes seguir algo que está en tu interior. Ahora somos Set. Somos su iglesia viva. Su templo. Nuestros cuerpos le pertenecen. Él te está escuchando ahora. 

Sujeto 363: Oh, no le gustas. 

Sujeto 363: Dice que no crees. 

F71: El sujeto parece estar hablando… 

Sujeto 363: A Set le desagrada la ignorancia. 

F71: ¿Qué le gusta a Set? 

Sujeto 363: Las partes veladas de vuestra alma. Las cosas que os gusta ocultar. Como lo que le hiciste al hermano de tu vecino. 

Sujeto 363: Perdona. ¿Te he molestado? 

F71: ¿Por qué “el Ministerio”? 

Sujeto 363: Ahora somos una iglesia para nuestra gente. Nuestra fe habla a través de cualquier fe. Estamos en todas las fes. Antaño éramos el Clan de la Fe. Ahora volvemos a ser ese Clan. El hermano de tu vecino está muy enfadado. Está atrapado en la Duat. Te está esperando. 

F71: Esta entrevista se… 

Sujeto 363: No te perdona. 

Sujeto 363: Te pidió que parases. 

Sujeto 363: Pero sabía que no podías. Podía verlo en tus ojos. Tienes una bestia en tu int… 

[Fin de la grabación. Sujeto eliminado.] 

¿Quiénes son el Ministerio?

Todos los relatos de la Serpiente son ciertos. Todos los relatos de la Serpiente son mentira. Set-Apep, Loki, Kali, Lucifer, Ahura Mazda. Satán. No importa su nombre, son el enemigo eterno de lo divino. Son el diablo noble que busca eliminar a la humanidad de la tiranía de Dios. En este relato es Set, y es él, no Caín, el primero entre los muertos hambrientos. Es una mentira verdadera en la que creen la mayoría de Serpientes. En su mente no están malditos por Dios, sino que son hijos bendecidos por un anti-Dios durmiente. En la Annu de calles negras, la gran Primera Ciudad de edades pasadas, el dios rey Ra estaba volviéndose viejo y débil y necesitaba escoger a un sucesor para el asiento de la divinidad. El noble Set, lleno de cicatrices tras una vida de guerra contra la serpiente Apep, escuchó consternado cómo Ra nombraba a su hermano Osiris como futuro señor de la tierra y el cielo. ¿Cómo podía Dios escoger a un débil erudito antes que al más poderoso de los guerreros? ¿Cómo podía ser Dios omnisciente si no podía ver la debilidad de Osiris? En un ataque de rabia y celos, los ojos de Set se abrieron a la verdad. 

—Cada hombre y cada mujer es una estrella, un dios atrapado en carne mortal. ¡No somos inferiores a Él y no necesitamos Su tiránica ley! —dijo Set a sus discípulos, doce en total—. Mataremos a Osiris y reclamaremos la divinidad para nosotros. Libertad, poder y la muerte de tus enemigos; Set sabía cómo hacer una oferta tentadora. Pronto estaba sobre el cuerpo desmembrado de su hermano, con la mandíbula de un asno en la mano. Triunfante, Set repartió las partes del cuerpo por todo Egipto, pero en su orgullo se olvidó de Isis, esposa de Osiris, y su Magia. Isis buscó los trozos de su amante muerto y lo recompuso cosiéndolos hasta que éste se alzó. Isis se desnudó y lo amó como si aún estuviera vivo. De su unión póstuma surgió Horus, y Ra lo nombró rey y dios de Egipto por derecho. El plan de Set había fallado. A su vez, él fue capturado, asesinado y exiliado a la Duat, la tierra de los muertos sin reposo. Y para su desgracia, fue recibido por su víctima, Osiris, ascendido como señor del inframundo. Ése debería haber sido el final, pero para Set sólo fue el principio. 

 Algunos dicen que hizo un pacto con su antiguo enemigo, la serpiente devoradora Apep; otros, que mató a la serpiente en combate singular. No importa cómo lo lograse, obtuvo grandes poderes al consumir el corazón de su gran enemigo y se abrió camino fuera del infierno luchando. Ni vivo ni muerto, Set fue maldecido a ansiar eternamente la sangre viva y a marchitarse bajo la ardiente mirada de Dios. Liberó de sus castigos a sus viejos aliados uno por uno y les dio Sangre de la Serpiente. Murieron y se alzaron como sirvientes del pecado, con la tarea de seducir a la humanidad para que se alejase de la cegadora luz que oculta la tiranía de Dios y para hacer la guerra al cielo: Set y su ejército contra Horus, el tirano de la creación, un demiurgo nacido de simiente muerta. Ésa es una guerra que nunca acabará. 

Los vampiros del Ministerio suelen Abrazar en las filas de los irreligiosos, los herejes y los corruptos. Los criminales son un objetivo común, al igual que los timadores, los defraudadores y los gurús de la autoayuda. También se aproximan a aquéllos que buscan destruir o subvertir la religión: encuentran deseables a ateos proselitistas, iconoclastas, profesores y estudiantes de filosofía e historiadores que buscan la verdad tras el mito. El Ministerio se siente atraído por quienes saben controlar los deseos y falsedades humanos. No buscan corromperlos, como suele considerarse erróneamente, pero sí se interesan por quienes saben gestionar la degradación, el fraude y la erosión de la creencia ciega. Conforme se les otorga la condición vampírica (o a menudo antes), los reclutas del Clan son introducidos al culto a Set. Para el Ministerio, el Clan y su creencia secreta están íntimamente relacionados, aunque su fe adquiere muchas formas. Religión e instrumento memético por igual, puede insertarse en cualquier credo, organizado o personal, y derribarlo desde dentro. 

Puede tomar la forma de una alternativa sutil o una descarada herejía del sistema de creencias que la engendra, y su propósito definitivo es erosionar cualquier otra fe a la que se aferre para liberar, como lo denomina el Ministerio, al creyente de sus cadenas. No es coincidencia que el auge de la Herejía Cainita siga a la creciente presencia del Ministerio en los dominios vampíricos. Muchos dentro del Clan mantienen enormes bibliotecas de tratados filosóficos y teológicos con este propósito, en algunos casos convirtiendo la caza de escrituras y artefactos antiguos que llevar al culto en su ocupación nocturna. Otros toman una ruta más improvisada y buscan liberar gente, tanto vampiros como mortales, a un nivel más personal, sin limitarse a romper sus convicciones estrictamente religiosas. Pueden invertir muchos meses en simplemente observar a su objetivo para deducir exactamente qué vicios prohibidos supondrán la mayor tentación.

El Ministerio en la sociedad vampírica 

En los dominios vampíricos, el Ministerio sirve gustosamente a dos propósitos. Por un lado, no tienen miedo a ensuciarse las manos para suministrar drogas, recipientes y cualquier otra cosa de la parte más desesperada de la ciudad. Por otro lado, son el núcleo espiritual de muchas coteries. Esta dicotomía no le pasa desapercibida al Ministerio. Bailan con el diablo y predican pureza espiritual. Aunque algunos chupópteros los consideran hipócritas por este mensaje contradictorio, los Ministros reclaman el papel de mártires: confraternizan con el pecado para que los demás no tengan que hacerlo. Así, tienen una negación plausible. La mayoría de vampiros aceptan esta explicación, ya que la utilidad de los Ministros supera las sospechas más incisivas. Internamente, el Clan suele organizarse en torno a un “templo”, y las ciudades mayores albergan múltiples santuarios. Rara vez son sitios de adoración evidentes, más bien son áreas de reclusión, discretas y convenientes. 

Las espaciosas salas traseras de una tienda residual de pornografía, el almacén abandonado en el que se refugian los sin techo de la ciudad o los niveles superiores de la orden esotérica local son todos ellos adecuados para las congregaciones de Set. Esto no quiere decir que todos los miembros del Clan se adhieran a sus enseñanzas. Muchos Abrazados en el Clan abandonan sus costumbres o nunca llegan a aprenderlas. Sus compañeros rara vez los buscan para volver a reclutarlos, y en la mayoría de casos se les permite obrar como deseen. A menos que se les pille revelando secretos del Ministerio, algo cuyo castigo suele ser cruel, prolongado y creativo, el Clan no impone su credo a sus hijos. Aun así, para mantener la propensión de su Sangre por el subterfugio y la atracción, la mayoría de Ministros gravitan a roles similares en la sociedad vampírica y mortal, ya sea de forma consciente o no. Otra razón de que la cultura de este linaje persista es que muchos afirman oír la voz de Set, o Sutekh, en la Sangre. 

Algunos pasan un tiempo considerable meditando, esperando recibir algún indicio de la voluntad de su creador. Los que logran convencer a otros de su conexión con él se ganan un gran respeto dentro del Clan y suelen actuar como altos sacerdotes en los templos. Demostrar tal comunicación es otro asunto y, como es habitual entre chupópteros, tiende a reducirse a quién puede hacer que no se cuestionen sus afirmaciones. La ira de Set parece orientarse principalmente hacia las fes abrahámicas, pues los miembros del Clan dicen ser descendientes del Ra y el Atón de sus tierras nativas. Ésta podría ser la razón por la que han terminado asociándose con la serpiente del jardín del Edén. Oficialmente, el Clan considera sus tendencias egipcias como anacronismos ligados a un pasado que los ha dejado atrás y condena a los “Setitas” que moran en templos y se asocian con momias. Al tiempo, hay una línea de comunicación habitual con las bases egipcias del Clan, cuyo control nunca han perdido realmente. 

Rudi: Seré franco contigo, Agata. No me gusta cuando las Serpientes comienzan una operación en mi ciudad. Copenhague y sus habitantes estarían mejor sin ellos. 

Agata: Cuando dices que comienzan una operación, ¿te refieres a mi novio? 

Rudi: Por favor, tómatelo en serio. Es un problema real. Las Serpientes son parásitos que depredan la desesperación de la gente, su miedo a la muerte y su anhelo de pertenecer a algo. 

Agata: Me lo tomo en serio. Cuando nos encontramos por primera vez, Rahim me trajo tres cosas: el nombre y la dirección del amante mortal de un Sheriff de la Camarilla que estaba buscando matar, un maravilloso joven con un exquisito sabor a miedo en su sangre y un ramo de rosas rojas. Para mí eso es una operación. 

Rudi: ¿Un ramo? 

Agata: No le juzgues. Han pasado siglos desde que estuviera de moda que los hombres fuesen románticos. 

Rudi: ¿En serio estás dejando que el Ministerio te seduzca con flores? 

Agata: Gracias al Ministerio, el Movimiento Anarquista se está extendiendo a lugares a los que nunca habría podido acceder. Aparte, no son un monolito. Tienen grupos y todos ellos nos dan fuerza. Las Brujas de Equidna, que demuestran que un buen culto nunca se extingue realmente; el Salón de Jörmungandr aquí en los países nórdicos, las Serpientes Edénicas de Khay’tall… 

Rudi: ¿Jörmungandr? ¿Eso no es una banda de metal? 

Agata: Sí, de true black, con fans fanáticos. Todo un culto del juicio final. Ya los viste en la última protesta. ¿Tan confiado eres que crees que no necesitas ayuda, Rudi? El Ministerio está en todas partes, de América a India. Personalmente, me gusta saber que hay un templo esperándome si alguna vez me da por ir a Nueva Delhi. 

Rudi: ¿Desde cuándo te has convertido en una experta? Nunca te han interesado las cuestiones de lo oculto. Sólo eres una asesina. 

Agata: Qué típico de ti. Ésa es la diferencia entre Rahim y tú. Él me hace sentir viva de nuevo de verdad. 

Rudi: O sea que me estás diciendo que deberíamos hacer causa común con esos escurridizos raritos… ¿por apoyo emocional? ¿Cuál es su jugada? ¿Qué clase de mundo quieren? 

Agata: No estoy segura… 

Rudi: ¿Puedes preguntárselo a tu novio? 

Agata: Está enfadado conmigo. Maté a su Chiquillo. Es que no pude evitarlo; estaba hablando de la “reencarnación en la Sangre” y pensé que podría darle un pequeño empujoncito hacia la siguiente vida.

El Ministerio en la sociedad mortal 

La Serpiente nadaba por el río de la humanidad como un pez siguiendo la corriente. Se mecía y zigzagueaba, sonriendo a algunos, inclinando la cabeza con deferencia ante otros, encontrando un nuevo amigo a cada mirada. Su sonrisa atajó la multitud cuando su mirada encontró al adolescente rezagado tras su madre. Debía de habérselo llevado a hacer las compras de última hora en contra de su voluntad. Sin poder evitarlo, el adolescente le devolvió la sonrisa a la enigmática mujer, a cuyo paso se adaptaba la multitud. 

—Tus ojos me dicen que no deseas estar aquí. El adolescente bajó su teléfono, miró alrededor y luego medio sonrió bajo su capucha. —¿Quién eres? ¿Seguridad del centro comercial? Espera, ¿te conozco? —Frunció el ceño mientras la Serpiente aún sonreía. —Yo te conozco a ti. Sé la gente con la que vas, los tratos que hacéis en la oscuridad. He oído lo que le hicisteis a tu amiga. —La Serpiente entrecerró los ojos. Su sonrisa permaneció. Su amenaza aguardaba una respuesta. —Mira, no podíamos ayudarla. No sabíamos que iba a tomarse todo de golpe. —La voz del chico surgió temblorosa. Su madre estaba ahora fuera de la vista, pero no podía apartar sus ojos de la Serpiente. 

—No, no pudisteis ayudar a la pobre Philippa. Murió, pero no fue vuestra culpa. Aunque ¿ocultar su cuerpo? ¿Asegurarse de que sus padres nunca supieran qué fue de ella? Eso implicó cierta valentía. Cierta estupidez. Y ahora no quieres que tu madre sepa nada de esto, ¿verdad? Ni tu director. Ni… la policía. —No. No quiero. —Entonces ven conmigo. Acude a mi congregación. Encontraremos una forma de arreglarlo. De que arregles las cosas. Los dos se marcharon del centro comercial sin que el chico apartase lo más mínimo los ojos de la Serpiente. 

Los vampiros del Ministerio suelen encontrarse infiltrados en la sociedad nocturna de los mortales como narcotraficantes, dueños de clubes o sencillamente proxenetas. Otros ascienden algunos peldaños y terminan como productores cinematográficos, dando conferencias de autoayuda u, ocasionalmente, como terapeutas, suponiendo que puedan compaginar los requisitos de su Mascarada con sus adicciones nocturnas. No importa el disfraz que vistan, los Ministros rara vez carecen de seguidores. Ya sea una banda, una secta o una pandilla informal, los perdidos se arremolinan en torno a las Serpientes como las proverbiales polillas a la luz. La red tejida por la Serpiente, que rara vez se preocupa por burocracias o conspiraciones complicadas, es más bien personal y se mantiene unida por la desesperación, la necesidad o el miedo. La mayoría de Serpientes se consideran por encima de los chupópteros que Cazan ganado y se alimentan en callejones o de los que crían rebaños emulando una familia. Sus rebaños son congregaciones. Sus recipientes les entregan sangre voluntariamente, porque saben las consecuencias de no hacerlo. Llegan a amar a los vampiros que se alimentan de sus venas, porque, en definitiva, son las únicas criaturas que pueden entender el vacío moral de sus almas.

La traición de la Camarilla 

Relatado por m-z , autoproclamado alto ministro de rotterdam 

Eso es lo que todos queréis oír, ¿no? Cómo pasamos de ser independientes a aspirantes a la Camarilla y luego Anarquistas. Es un buen descenso al barro. Te contaré la versión corta. Estoy seguro de que oirás la larga con todos los adornos de uno de los Ministros “ordenados”. Antaño, nuestro Clan era los Seguidores de Set. Antes de eso, éramos algo distinto. Sigue retrocediendo y verás que hemos cambiado de nombre según iban pasando de moda. 

El hecho es que siempre nos hemos aferrado a la fe, escogiendo una nueva que emular tan pronto como dejábamos seca la anterior. No le gustábamos a nadie. Todos sabían que éramos una influencia corruptora para los demás chupópteros. Pero éramos útiles. Si querías algo, nosotros podíamos conseguirlo. Pero algo que nadie entendía era que una vez habíamos sido mortales, igual que el resto. Y aún teníamos nuestra moral. Sí, había quienes forzaban las cosas un poco o se pasaban de la raya, pero eran una minoría. Para la mayoría de nosotros era bastante más fácil lavarnos las manos de los crímenes a un par de pasos de distancia que entregarle su carne rosita a algún pervertido Ventrue. Así que sí, en nuestros tiempos nos odiaban, pero todos querían lo que teníamos. Mucho antes de que el Sire de tu Sire fuera creado, se formó la Camarilla. Todos los peces gordos se unieron y preguntaron: «¿Quién se va a sentar en la mesa principal?». Eran los Ventrue, los Tremere, los Toreador… Ya te haces una idea. Los rumores dicen que nosotros también recibimos una invitación. Pues con esta invitación miramos de qué lado soplaba el viento y lo pospusimos para otra ocasión. Sorprendentemente, los fundadores mantuvieron la compostura, pero tengo entendido que Rafael de Corazón estalló una vez los Hierofantes abandonaron la sala. 

Han pasado unos 500 años y todo se ha ido a la mierda. Está eso de la Llamada, nuestros territorios están siendo invadidos y el Sabbat está tramando algo más que simplemente morder el gran bufet de Oriente Próximo. No es buen momento para ser independiente. Así que organizamos una reunión con la Camarilla. Ellos mandaron a algunos de sus líderes, nosotros a algunos de los nuestros, y le dimos mucha importancia a la ceremonia en un hotel de lujo de París. ¡Queríamos que todos vieran que estábamos de vuelta y que no había que jodernos! Pero no salió como planeamos. Dicen que nuestros regalos a la Camarilla fueron fastuosos. Entregamos un puñado de supuestos sarcófagos de Ancianos e hicimos una inmensa inversión en carteras de valores Ventrue. Les estrechamos la mano a los fundadores, firmamos los pergaminos, que no habían sido tocados desde Enrique VIII o quien cojones fuera el rey por aquel entonces, nos sentamos y entonces… bum. Estoy seguro de que no fue culpa de la Camarilla que el incidente terrorista de mayor nivel desde el 11-S ocurriese esa noche. Ese hotel y todos los edificios circundantes fueron arrasados como si, no sé, algunos Haqimitas se hubieran colado y hubieran llenado el jodido lugar de explosivos. ¿Hubo supervivientes? 

Unos pocos, pero no estaban de humor para hacer otra asamblea y salieron de París como alma que lleva el diablo. Si haces caso a los rumores, te dirán que recogimos nuestro balón y que nos fuimos a jugar con los Anarquistas en ese momento. Pero no, amigo. Esperamos. Esperamos a que nos llamaran. «Chicos, firmamos los documentos. Seguro que alguno de vo sotros los escaneó, los subió a la red o algo. ¿Cuándo recibimos nuestros asientos de Primogénitos?». Nada. Ni una llamada de la Camarilla. Mientras tanto, los rebeldes Banu Haqim fueron admitidos sin ningún revuelo. Si eso no fue un insulto con el que culminarlo, lo fue lo que ocurrió a continuación. Hesha Ruhadze (puede que hayas oído hablar de él, es un Setita muy influyente, ahora Ministro) habló con algunos contactos de alto nivel de la Camarilla un mes después de París o así. «¿Qué pasa?», preguntó ajustándose su estúpido monóculo. «Estáis fuera del equipo, capullos escamosos —le dijo su contacto—. Desde tiempos inmemoriales os han cargado el muerto allí donde vais. Deberíais ser el Clan del Albatros. Sois de mal agüero. Colgaríais de nuestros cuellos como una pesa. En pocas palabras, embalsamaos e id a chuparle la polla momificada a Tutankamón de paso». Me he inventado una parte, pero te haces una idea. 

Alguien o algún Clan se aseguró de que fuésemos persona non grata en la Camarilla. Yo culpo a los Haqimitas, porque por qué no. Pero pudo ser cualquiera de esos mamones. Encontraron la oportunidad perfecta para meter a los miembros más fuertes de nuestro Clan en ese hotel y presionaron el botón rojo. Si creyese en conspiraciones, culparía a los Degenerados por no querer que les hiciésemos la competencia y diría que estaban preparados para sacrificar a su Justicar para llegar a nosotros. Aunque no lo creo. Por lo que sé, eran mortales quienes estaban tras la bomba. Sin duda se llevaron el crédito. Lo que sí sé es que la Camarilla nos dio esperanzas y luego las echaron abajo. Traicionó nuestras expectativas y nuestra oferta de alianza. Así que sí, ahora estamos con los Anarquistas. No está tan mal. Al menos no tenemos que servir a ningún decrépito Príncipe Haqimita.

Pecados del Ministerio 

Susanne En línea Estoy en el club. ¿Dónde estás? Lo siento S. Estaba yendo al Asylum y he pasado junto a uno de esos predicadores callejeros en el embarcadero que se dedican a aporrear la Biblia. Y justo al seguir andando he visto que estaba haciendo algo de esa mierda de fe curativa. Al mirar me he dado cuenta de que estaba rompiéndoles el cuello y mordiéndoles la garganta!! Había sangre por todas partes en la acera, pero nadie movía ni un dedo. Había una cola de gente esperando a entregarse sin más!! Estoy yendo al coche porque creo que el predicador se ha dado cuenta de que no me sentía atraída. Creo que algunos me están siguiendo. 

Todos los Clanes tienen problemas con el vicio, ya sea instados por la Sangre o porque siguen las depravaciones que tenían como mortales. El Ministerio tiene el hábito de cultivar esos vicios, pero no son monstruos fuera de control. Pueden tentar o conducir a otros vampiros a comportamientos transgresores para ayudarles a salirse del molde. Son facilitadores y promotores. Los Ministros afirman no tomar las drogas con las que trafican, al menos no si desean mantener su posición dentro del Clan. El pecado más fácil de cometer para el Clan es el engaño. La mayoría de Ministros se mienten a sí mismos acerca de su autocontrol y mienten a quienes acuden a ellos buscando guía espiritual sobre sus posibilidades de éxito. Para un vampiro que alienta el vicio de otros puede resultar duro mantenerse apartado de él. La Bestia no es muda, a pesar de todo lo que el Ministerio afirme haberla dominado. Les gruñe en el oído para satisfacerles, manipularles y rapiñarles. Los Ministros no pueden evitar arruinar creencias, incluso aquéllas levantadas tras sus propios requisitos.

Arquetipos del Ministerio 

• Sanador de Fe: Este Ministro siempre ha encontrado más fácil sanar a la gente a través del poder de las palabras y la fe. Como mortal era un evangelista, terapeuta u homeópata que, con su amabilidad y fuerte convicción, persuadía a los demás de que creyendo pueden desaparecer todos los males. Como Condenado no es muy distinto: ahora el pecado contra el que predica es la Bestia en lugar de los simples anhelos mortales. Esta clase de Ministro actúa como guía espiritual de los demás miembros de su coterie.

• Fraude de por Vida: El Ministerio valora a sus farsantes, timadores y charlatanes, tanto como fachada del Clan como por su aptitud para liberar a otros vampiros de su pesada culpa y sus desviaciones. Como mortal, probablemente este Ministro tuviera un nombre falso, un trabajo para el que no estaba cualificado y contaba más mentiras que verdades a su pareja. Un verdadero enigma para el que era fácil ir de una ciudad a otra con una maleta en mano. 

• Desacreditador de Conspiraciones: Teniendo en cuenta que son el Clan de las Mentiras, el Ministerio tiene una opinión poco amable de los demás estafadores. Este Ministro se dedicaba a descorrer el velo de los ojos de la gente al desacreditar falsos médiums, torpedear teorías de la conspiración o usar la razón para combatir las falacias lógicas de la religión. El Ministerio valora a un chupóptero así por su percepción y lo recompensa enormemente cuando se tragan la política del Clan. 

• Boca de los Dioses: Este Ministro era capaz de oír la voz de Dios antes del Abrazo. Fervoroso creyente y hábil canalizando sus visiones en acciones, triunfó en la vida, formó una familia, dirigió un negocio y estaba bien considerado en su ciudad. Ahora Abrazado, la voz de Dios se ha multiplicado. Quizás sea esquizofrenia, quizás sea la Bestia y la Sangre, tal vez Sutekh y su prole; este vampiro cree que puede oír a todos ellos.

• Arqueólogo Emprendedor: Los verdaderos arqueólogos rara vez obtienen mucho dinero gracias a su profesión. Este Ministro fue uno antaño, o al menos fue un aficionado entusiasta, y tropezó con un tesoro histórico que guardó para sí, trayendo a su futuro Sire a su puerta. Aunque aún persigue su pasión por la arqueología para mantener una fachada legítima, hace desaparecer muchas piezas para estudiarlas, cambiarlas con otros entusiastas o sencillamente añadirlas a su colección personal. 

Disciplinas 

• Ofuscación: La habilidad de fundirse con las sombras, crear un aspecto ilusorio o desaparecer a plena vista. El Ministerio la usa para descubrir las creencias, credos y vicios de mortales y vampiros por igual, para facilitar su explotación y liberación. Los más poderosos también suelen vestir los rostros de figuras de confianza y amigos para seducir mejor a su presa hacia sus santuarios y templos o simplemente al lugar aislado más cercano.

• Presencia: La habilidad de cambiar las emociones de los demás, tanto para atraerlos como para repelerlos. En estas noches, es la habilidad favorita del Ministerio. La usan con sutileza pero con gran poder, con gestos majestuosos y discursos resonantes que llegan al corazón de una congregación reunida para el culto o al yonqui solitario que necesita otro chute.

• Protean: La habilidad de cambiar la forma corporal, ya sea para extender unos colmillos monstruosos o para adquirir la forma de animales. Conocido a veces como Serpentis dentro del Clan, los Ministros usan esta habilidad para sorprender al observador, pero también usan sus variadas e innovadoras formas de escapar del daño. A menudo adoptarán la forma de una serpiente antes que la de un lobo, pero pueden fusionarse con la tierra para evitar el sol como cualquier Gangrel.

Prohibición

La Sangre de los Ministros aborrece la luz. Cuando se les expone a iluminación directa, ya sea natural o artificial, los miembros del Clan retroceden. Reciben una penalización igual a la Severidad de su Prohibición en todas las reservas de dados cuando son sometidos a una luz brillante dirigida directamente a ellos. Además, añaden la Severidad de su Prohibición al daño agravado que sufren de la luz solar.

Compulsión de Clan

• Transgresión: Set enseña que toda mente y espíritu son presa de cadenas invisibles de nuestra propia creación. Con su Sangre irritada por estas ligaduras, el Ministro siente una ardiente necesidad de romperlas. El vampiro recibe 2 dados de penalización a todas las tiradas de dados no relacionadas con seducir a alguien (incluidos ellos mismos) para que rompa un Principio de la Crónica o una Convicción personal, lo que causa al menos una Mácula al final de esta Compulsión.
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