Ellen la Negra

Ellen la Negra es una Gitana de edad indeterminada. Tiene ojos rasgados y sus ojos pueden ser de cualquier color del arco iris. Su piel es oscura, incluso para una Gitana. Siempre se presenta entre sus parientes Rom vestida con faldas, brazaletes y pañuelos tradicionales Gitanos, aunque nadie recuerda haberla visto llevar nunca zapatos. Ellen la Negra es la cuentacuentos más consumada de los Rom. Aparte de su legendaria madre, Daenna, ella es la cuentacuentos más famosa de entre los Rom. Sus historias son fascinantes y astutas que, según se cuenta, ha llegado a tener a familias enteras de Gitanos extasiados durante períodos de hasta dos días y dos noches.

Sin embargo, como todo el mundo sabe, es especialmente sensible con sus historias y si nota que alguien no está prestando atención, nunca terminará de contar la historia a esa kumpania o familia. Una de sus tácticas más conocidas es la de llamar prala, hermano, a su público y si no le contestan inmediatamente con la palabra pena, hermana, cesará la narración. No se sabe mucho de la historia de Ellen ni de su vida actual. No viaja con ninguna familia ni kumpania, aunque se cree que es una Phuri Dae.

Ellen la Negra lleva al menos 40 años viajando, aunque siempre se la describe como una mujer de edad indeterminada. Hay quien dice que es posible que, si no se trata de la propia Daenna, Ellen haya aprendido a manipular los Hilos del Tiempo. Si esto es cierto, ella podría viajar por el tiempo y dejarse caer entre sus hermanos Rom a su antojo cuando le apetezca tener compañía o contar alguna historia nueva. Nadie conoce sus objetivos, aunque se la ha visto aparecer entre las motos sucias y los camiones de alguna kumpania en gira para contarles una historia que en ese momento parece extraña y absurda, pero les sirve de ayuda más adelante. Este tipo de comportamiento lleva a muchos Phuri Dae a afirmar que Ellen intenta probar y preparar a jóvenes Rom para desempeñar un papel durante la Convergencia. Sin embargo, nadie sabe cuál será el papel de los Gitanos en la Convergencia.