Familia Ravnos

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La realidad solía ser amiga mía.
                   -PM Dawn "The Utopian Experiencie"


Las numerosas ramas de la Familia Ravnos se han extendido por todo el Mundo de Tinieblas desde que Daenna mordió la Fruta del Árbol de la Sabiduría. Los Ravnos, Guardianes de Kooserin, la Semilla del Despertar Terrestre, no han dejado de transitar por un sendero entre la oscuridad de terciopelo sanguinolento de los no muertos y las duras mañanas inyectadas de sangre del despertar humano. Este sendero no es fácil de atravesar y demasiados Ravnos han dado pasos en falso y se han visto atenazados por la adicción y el dolor de la no muerte. Las ramas de la familia Ravnos se extienden por Europa y las Américas, pero su mayor concentración siempre ha estado en los Balcanes y el área conocida como Europa del Este. Allí es donde se unen profundamente las raíces de la Familia Ravnos. Los Ravnos afirman que Daenna volvió una ves a la Ciudad de Marfil después de su transfiguración. De este viaje volvió con otro tipo de semilla, del que nacieron los Ravnos, o así cuenta la historia.

Durante la noche de su apresurada huida de la Ciudad de Marfil con Sarrath, Daenna dotada de nuevos poderes, lloró desconsoladamente por su marido shimulo. Resulta a averiguar cuál había sido el destino de este, Daenna retrocedió, dejando a su hermano Sarrath esperando su regreso. Mientras buscaba a Dracian. Daenna volvió a las ruinas calcinadas de su hogar, calientes todavía de las brasas del fuego y los recuerdos de su corazón. Sin pensar en posibles peligros, Daenna abrió las puertas de sus sentidos y dejó escapar su alma para que esta buscase a su marido shimulo. Algunos dicen que permaneció entre las cenizas durante horas, y otros dicen que durante días, pero finalmente, una de las extremidades de su gloriosa alma se topó con el último vestigio de la forma de su marido. Al buscar entre los escombros y las cenizas, Daenna distinguió una pequeña piedra cubierta de manchas de la sangre que antes corría por Dracian; todo lo que quedaba de su amado. Tras llorar durante un rato, Daenna tomó la piedra y huyó de la ciudad para siempre.

Los años pasaron y Daenna vivió entre los humanos del mundo con una pasión inigualada por el resto de los mortales. Al aumentar el número de sus hijos, la madre de todos nosotros se fijó en estos, desde el bebé más pequeño hasta la abuela más mayor, hasta encontrar a un hombre entre ellos que poseyese dentro de sí una pasión de la fuerza similar a la suya. Este se llamaba Ravnos, y a él le otorgó Daenna el legado de su marido. Colocando la piedra ensangrentada en la lengua de Ravnos, Daenna se mordió su propia lengua antes de besarle en la boca. Con el deseo de que la magia de la sangre funcionase, Daenna levantó su navaja y la hundió en el pecho de Ravnos, agarrándole con fuerza mientras sentía cómo la sangre de éste fluía y disminuía y recuperaba la fuerza en el abrazo de esta.

De este modo engendraron Daenna y su marido a su único hijo, y de este surgieron los shimulo a los que otros vampiros conocen como Ravnos. Sin embargo, Ravnos tenía otros hijos propios antes de que Daenna le eligiese para la transformación y estos hijos protegieron a su padre como todos los que son familia se protegen entre sí. A su vez, Ravnos transformó a algunos de ellos en seres como él, pero a la mayoría los dejó vivos y humanos. De estos descendieron realmente los Ravnos, o al menos eso es lo que se me contó a mi y a mi madre antes que a mi.

Incluso los propios Ravnos saben poco de la historia temprana de su familia. Han formado parte de la sociedad Gitana durante mucho tiempo, incluso estando separados de esta. A lo largo de los años, la Familia Ravnos se ha extendido y se ha ido involucrando más y más en los asuntos de los vampiros, que tienen lugar por debajo de la existencia de los mortales, de la misma forma que las corrientes fluyen por debajo del agua que parece calma. Sin embargo, Ravnos y sus hijos shimulo no se preocupaban mucho por los asuntos de los Hijos de Caín. Sin duda, algunos de ellos eran entretenidos y blancos perfectos para bromas, ya que se tomaban a sí mismos muy en serio, pero Ravnos no estaba interesado en todas las maquinaciones que tuvieron lugar en el seno de los Hijos de Caín.

Los Ravnos humanos suelen ser extremistas, incluso para ser Rom. Sus pasiones arden con fuerza y se aferran a su actitud de vivir para el momento como los gaje se aferran a sus mandos a distancia. La otra cara de esta moneda y posible fuerza impulsora que les lleva a alcanzar nuevas cotas de intoxicaciones y astucias desconcertantes, proviene de dos fuentes distintas. La primera de estas amenazas surge de la propia familia. La Familia Ravnos recibe su nombre del primer shimulo que caminó entre ellos como Rom. Desde entonces, el número de vampiros Rom ha aumentado y todos son miembros de la Familia Ravnos. Incluso cuando un Gitano de otra familia recibe el tumnimos, el Abrazo de un Ravnos, para a engrosar las filas de los Ravnos desde este momento.

Estos vampiros pueden pedir ayuda a cualquier otro Ravnos cuando sea necesario. De esta forma, los Ravnos siempre tienen cuidado de que en sus casas, caravanas, trailers y furgonetas haya siempre al menos un sitio al que no llegue la luz. A veces, algún shimulo en particular adoptará una kumpania y viajará con ella, alimentándose probablemente de los de su propia estirpe. Los vampiros Ravnos que se alimentan de Gitanos tienen que combatir su propia adicción particular ya que las Habilidades perdidas tras el Abrazo vuelven a ellos mientras tienen sangre Rom en sus venas. De forma parecida, muchos Ravnos jóvenes se aficionan a beber sangre de los shimulo y se convierten en adictos al poder que esta proporciona. Sin embargo, la mayoría de los Ravnos temen las atenciones y ayudas de sus parientes vampiros.

Hay muchas historias sobre kumpaniyi enteras destruidas por vampiros y de vampiros demasiado embriagados por el poder de la Sangre Gitana que terminan asesinando a su propia gente. A otros Ravnos les preocupa el que demasiado jóvenes Rom vean la inmortalidad a su alcance y vendan a su Sangre para caminar por el sendero de los shimulo. Por cada Gitano que tome este camino, por elección propia o a la fuerza, otro pequeño hilo del tapiz de los Gitanos se deshilacha. Tras muchos hilos rotos, el tapiz empezará a deshacerse. Mediante estas transformaciones, los Ravnos podrían provocar lo que a los gaje les ha resultado tan difícil conseguir: la muerte de su propia familia y tal vez, de todos los Gitanos.

La segunda fuerza que impulsa a los Ravnos es la amenaza siempre presente de esclavitud y genocidio por parte de los gaje, los cuales, en el mejor de los casos, mantienen en jaque a duras penas. La persecución por parte de los gaje afecta a todos los Rom, pero los Ravnos parecen ser más dados a estar e lugar donde esta persecución alcanza sus puntos más enfebrecidos (o donde otros enemigos menos visibles asechan). En Rumania, durante muchos años, los Ravnos (junto con los Phuri Dae), han sido esclavizados por otros pueblos de esa tierra y de las cercanas. Esta esclavitud ha persistido, según se dice, hasta que la shimulo Ravnos Durga Syn, antaño sacerdotisa de la misma gente que esclavizó a los Rom, condujo a los Ravnos y los Phuri Dae a la rebelión contra los que se hallaban en el poder.

Aunque los Gitanos eran inferiores en número a sus esclavizadores, el poder combinado de su voluntad, su magia y su conocimiento sobre el mundo, permitió a los Gitanos y a sus aliados forzar al gobierno a liberarles. Por supuesto, la libertad de los Gitanos sólo sirvió para aumentar el miedo y el odio de sus antiguos amos y nuevos vecinos. Los Phuri Dar se dieron cuenta del peligro que suponían aquellas reacciones, e intentaron desaparecer de la superficie del mundo, permaneciendo siempre en los bordes de la sociedad gaje. Los Ravnos optaron por su propio camino. Animados por su éxito y hartos de obedecer servilmente a los gaje, muchos Ravnos se adentraron en las ciudades y los pueblos de Europa oriental y oriente medio en busca de venganza. Maestros del arte del engaño y la estafa, los Ravnos se hicieron fácilmente con el control de muchas de las actividades del mercado negro de esa región, especialmente el juego, las drogas y la prostitución.

Al mismo tiempo, muchos Ravnos hicieron de la mendicidad un arte, cubriéndose de harapos infestados de insectos, fingiendo sufrir deformidades o adoptando una apariencia horrible, mientras los gaje les daban dinero a cambio de sus trucos. Al oír a los gaje comentar lo patéticos y holgazanes que son los Gitanos, los Ravnos no pueden por menos echarse a reír. Después de todo, los Rom saben que se están burlando de los empalagosos gaje, que se aferran a sus posesiones materiales. Es una pena que los gaje no se den cuenta de la broma. De todas formas, no lo entenderían. Los gaje son así.

Tras sobrevivir tanto al holocausto nazi como a un intento similar llevado a cabo tiempo atrás en Albania, los Rom de Europa oriental se enfrentan una vez más hoy en día al odio vivo y agudo de los gaje. Este odio ha empezado a volverse más y más violento hace poco, especialmente en Alemania, Eslovaquia, la República Checa y por supuesto, Rumania. Además, de este odio, está la disputa de los Ravnos con los Tsurara. Por las calles de las ciudades europeas pululan las bandas violentas de Rom de ambas familias, al igual que en algunas ciudades americanas (especialmente, Miami, Nueva Yonk y Los Ángeles). La violencia extrema de estas bandas, dirigida contra Gitanos y gaje por igual, solo sirve para aumentar el miedo y el odio de estos últimos. Sin embargo, como siempre, los Gitanos Ravnos han afrontado con optimismo la persecución cada vez mayor. La mayoría creen que los estallidos de odio ocurridos durante este siglo son una señal de la llegada de la Convergencia, que será la fiesta más salvaje de la historia y en la cual serán, sin duda, los invitados de honor.

Muchos Ravnos cuentan con conexiones estupendas con sus parientes shimulo. Los Ravnos humanos tienen acceso a una serie de ventajas a través de este parentesco. Estas van desde la protección a través de un campo de batalla vampírico hasta información sobre la política de los vampiros, acceso a sangre vampírica y otras drogas para aliviar adicciones. (Desde luego, esta es una "ventaja" bastante cuestionable). Además cualquier Ravnos humano puede solicitar la ayuda de sus familiares vampiros. La respuesta real a estas peticiones puede variar mucho (y depende del Narrador), pero en general, el jugador debe hacer una tirada de Carisma + Cultura de la Estirpe y el número de éxitos determina la velocidad con la que llega la ayuda. Sin embargo, será mejor que el Ravnos que pida ayuda a sus parientes vampiros demuestre estar en verdadero peligro. No es buena idea enfadar a estas criaturas ya que la lealtad familiar no es muy propia de los shimulo.

Los Ravnos también suelen tener al menos unas pocas conexiones con el mercado negro de los lugares por los que pasan. Al entrar en una ciudad nueva, un Ravnos debe hacer una tirada de Carisma + Cultura Local (mercados negros). La dificultad depende de la ciudad y la determina el Narrador.

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