La región fue explotada en un principio por los Kuei-jin de la Corte del Fénix Escarlata, que llegaron desde muy lejos y cayeron sobre estos antiguos pueblos. Sin embargo, los recién llegados descubrieron rápidamente que no eran los únicos cazadores nocturnos de la jungla. Todo tipo de cambiaformas salvajes protegían el Chi de la región y los antiguos pergaminos hablan de temibles demonios, espíritus y otros horrores que atormentaron a sus habitantes. Para los Kuei-jin del Fénix Escarlata la no vida se convirtió en una batalla nocturna por la supervivencia, presionados por las Cortes del norte y por los Reyes Yama y sus huestes.
No es extraño que algunos decidieran sucumbir al encanto del mal. La Corte del Fénix Escarlata se convirtió en un caos de
wu y Cortes enfrentadas, ya que un ancestro tras otro se convertían en
akuma y caían de las Sendas Dhármicas. Hasta hoy en día, las Cortes del sur tienen la reputación de ocultar
akuma, fomentando las prácticas más viles del Tigre Diablo y comportándose de forma decadente e indecorosa.
Los Kuei-jin del Sudeste Asiático responden que sus detractores deberían examinar su propia conducta; sin embargo, el estigma persiste.
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