Las Cortes modernas del Sudeste Asiático son conocidas entre los Kuei-jin como Cortes Doradas. Al encontrarse en la periferia del Reino Medio sus vecinos chinos no confían en ellas, y durante siglos han "disfrutado" de la reputación de decadentes, bárbaras y falsas. Es cierto que, históricamente, estos Kuei-jin han adoptado elementos culturales poco ortodoxos de los visitantes indios y musulmanes; también es verdad que, en la Quinta Edad, las Cortes Verdes están muy involucradas en el tráfico de narcóticos y otros vicios.
Sin embargo, lo que más sorprende al tradicionalista Quincunx es la naturaleza matriarcal de muchas de estas Cortes, que son gobernadas por mujeres, las Reinas
penangallan, que rivalizan con los mandarines del Quincunx y los samurái Bishamon en astucia y letalidad.
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