Los Uji (Familias)

´La llegada de los Kuei-jin del continente chino a Japón alrededor del año 600 A.E.C. marcó el primer intento Catayano de establecer su hegemonía en la isla. Los gaki nativos se enfrentaron a los invasores en muchas batallas costeras e interiores, destruyendo un gran número de aldeas humanas y Líneas de Chi en el proceso. Incapaces de reunir el suficiente Chi como para rechazar a los intrusos, el grupo más numeroso de los gaki, los Bishamon, optó por esconderse, retirándose hacia las regiones salvajes y las islas más externas del archipiélago japonés, desapareciendo de escena durante años.

Los Catayanos, triunfantes, pusieron Japón bajo el control de la Corte del Dragón Celeste. Para hacer su usurpación del poder digerible para las poblaciones shen indígenas, los invasores se reconstituyeron como la Casa Genji, integrándose en la sociedad shen en sustitución de los desaparecidos Bishamon.

Sin embargo, los que viven por la espada mueren por la espada, y el reino de los Genji murió de la misma manera que comenzó, con un torrente de sangre. El alzamiento del imperio mongol en China y el declive de las Cinco Augustas Cortes aisló a los Genji del Dragón Celeste, con lo que se encontraron vulnerables a sus enemigos y en especial a los gaki, a quienes habían derrocado hace siglos. Aquellos mismos gaki regresaron de su exilio con una ansia de sangre en sus ojos. Encabezados por los Bishamon, los exiliados aplastaron a los Genji, sirviéndose de las poderosas magias naturales que habían aprendido y perfeccionado durante los años que pasaron escondidos. Los Kuei-jin que regresaron del destierro fueron apodados tobi, o "Milanos Negros", en conmemoración a un determinado tipo de ave predador carroñero endémica de Japón.

La consecuente purga, conocida en la historia Kuei-jin como el Año de los Milanos Negros, marcó el fin del gobierno del Dragón Celeste sobre Japón. Los Bishamon recuperaron la iniciativa y cayeron con contundencia sobre el mayor grupo de guerreros e instigadores Genji, reduciendo a los (muy pocos) supervivientes de estos últimos a tres pequeños e insignificantes wu, despojados por siempre del poder que poseyeron originalmente. Los Genji aceptaron rápidamente las condiciones de rendición, con lo que ambas casas empezaron a convivir, si bien no en armonía, al menos sin saltar una a la garganta de la otra.

Fue a partir de la purga de los Milanos Negros cuando los Bishamon, los Genji y otros grupos más pequeños de Kuei-jin empezaron a seguir el ejemplo de los poderosos clanes humanos organizándose en uji, "familias" extensivas de Catayanos de mentalidades afines. Los uji siguen siendo las estructuras en torno a las cuales se organiza el Pueblo Demonio japonés en las noches actuales. Sin embargo, en esta Quinta Edad, los uji se fundan y evolucionan en circunstancias muy distintas y muchísimo más desesperadas. La inminente Edad del Pesar obliga a ajustarse a una cierta medida de cambio casi hasta al más anciano de los gaki.