De acuerdo con los anales del Pueblo Demonio, es posible, aunque difícil, que un Yulan-jin
encuentre un hogar definitivo. De hecho, se supone
que Park Yulan Mi-jo, antiguo miembro de las
Cortes Verdes, consiguió revitalizar su alma a través
de un régimen de Disciplinas del Alma y un modo
de vida Ascético después de haberse bañado en una
fuente sagrada. Habiendo dejado de ser un Yulan-jin, fijó su residencia en Singapur, donde terminó
encontrando la Muerte Definitiva a manos de un
rival celoso.
Por supuesto, los Narradores pueden usar
estas historias como motivación para personajes
Yulan-jin en una gran variedad de crónicas. Aunque
el cambio de cuerpos tiene sus ventajas (como por
ejemplo, dejar atrás viejas deudas y enemigos), el
constante embotamiento de la memoria y el precio
de perder a los amigos debería terminar por pesarle
a un Alma-Que-Salta. El deseo de curar el espíritu y
convertirse por fin en un verdadero Kuei-jin debería
significar tanto para los Yulan-jin como la promesa
de Golconda para los Vástagos.
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