Los Orígenes del Bodhisattva

Entre los estudiosos Kuei-jin hay una controversia que ruge con fuerza respecto al como surgió el concepto de Bodhisattva: si fue producto de la secta Mahayâna o de los propios Catayanos. Hay quienes afirman que surgió de la leyenda Kuei-jin de los Ocho Augustos Inmortales. La historia narra cómo ocho de los Wan Xian no abandonaron sus deberes de protectores de la Humanidad y persistían en recordar a sus hermanos codiciosos sus responsabilidades; sin embargo, cuando el Cielo maldijo a los Diez Mil Inmortales, esos ochos cayeron también bajo la maldición.

Entonces, el Dragón de Ébano y la Reina Escarlata se apiadaron de ellos y enviaron un sabio espíritu dragón, llamado Jiao Shou, para mostrarles a los Ocho un camino para despojarse del anatema y ascender al Cielo. Los Wan Xian, agradecidos, comenzaron a seguir inmediatamente el camino prescrito por el dragón y, después de un azaroso viaje, se alzaron finalmente a un paso del cielo; pero, justo antes de darlo, se quedaron sorprendidos y reflexionaron sobre las vidas miserables de los Kuei-jin y sintieron compasión por ellos, por lo que decidieron permanecer en ese estado casi bendito y ayudar a aquellos que se dedicaran al Sendero de la Redención.

Algunos historiadores Catayanos afirman que esta historia es un antecedente del concepto mortal del Bodhisattva que circulaba entre los humanos de la India justo en la épica en la que fue creada la secta Mahayâna, y que esos humanos sólo fabricaron el nombre (que, en compensación, fue adoptado por los Kuei-jin para denotar a los más sabios y reverenciados entre ellos). Otros insisten en que la leyenda Catayana estuvo fuertemente influida por las creencias Taoístas y Budistas y que fue creada por un Kuei-jin budista durante la Dinastía Sui como un instrumento para introducir a otros Catayanos en el Sendero Óctuple.