La mayoría de los Wan Kuei se resisten a las tentaciones de los Reyes Yama, ya que de lo contrario, el Reino Medio se vería inundado de akuma. Sin embargo, incluso aquellos que ignoran las mentiras seductoras de los señores demonio, se rebelan durante algún tiempo contra los mayores de su corte o wu. A diferencia de unos hijos traviesos, los rebeldes Monos Corredores no ponen a prueba sus límites ni exigen egoístamente unos privilegios que no se merecen. Muchos de ellos simplemente desean que se les trate como a los adultos competentes que fueron antes de morir. A diferencia de los padres, los antiguos de una corte o wu no suelen saber con seguridad qué clase de medidas adoptar frente a este tipo de rebelión, ya sean estas dejar que los jóvenes Wan Kuei liberen su rabia o censurar esta clase de comportamientos desde el principio.
Para desagrado de los Monos Corredores, los antiguos suelen tener razón las más de las veces, lo que explica por qué están más adelantados en su sendero de Dharma que sus discípulos.
Después de que la Tercera Edad dejase paso a la Cuarta, los cinco emperadores Wan Kuei construyeron sus cortes en diferentes rincones del Reino Medio. Cada corte permite que sus miembros resuelvan sus disputas de modos diferentes. Los Wan Kuei de la Tortuga Negra llevan a cabo pruebas de resistencia, mientras que los del Fénix Escarlata llevan a cabo competiciones artísticas para complacer a los espíritus Yang del sur.
Los conflictos entre las cortes no se resuelven fácilmente, y los miembros de estas suelen tener permiso para librar guerras nocturnas entre sí. Por supuesto, también hay pactos, y no todas las incursiones resultan en ataques. Los Emperadores de las cinco Cortes Augustas se aseguran de no declarar la guerra abiertamente entre sí.
Muchos Wan Kuei afirman que una guerra directa entre las Cinco Cortes Augustas sería un anuncio claro de la Quinta Edad.
Cuando los Wan Kuei se hacen la guerra entre sí, somos reservados con respecto a nuestras acciones. Después de todo, somos inmortales, y nadie quiere destruir la eternidad que nos espera por culpa de un plan para hacer dinero o vengarse. Hacemos nuestros planes con cuidado, utilizamos a mortales (o Monos Corredores) cultos y obedientes para atacar los recursos materiales de nuestros enemigos. A menudo, un simple incendio en un edificio basta para recordar a otro demonio que no le conviene jugar con la propiedad de uno. A veces, el precio es mucho mayor.
En los últimos años han llegado informes a la Corte del Emperador Amarillo de la del Tigre Blanco y la de la Tortuga Negra, informes sobre otras criaturas, inmortales que evidentemente no son Wan Kuei. Estos podrían ser los hijos de Zao-lat, el discípulo desgraciado que robó la sabiduría de Xue, o podrían ser incluso los emisarios de la Quinta Edad.
• De los comentarios de Li Citian:
Una vez más esto no tiene sentido. Lu Fen ha repudiado esto mismo al hablar conmigo. Escribió gran parte de la sección anterior para obtener el favor de su mentor, que estaba obsesionado con la precisión y con corregir los errores de sus estudiantes. Sus sentimientos sobre el asunto en cuestión cuando hablamos eran los siguientes:
“El antiguo ya no suele tener razón las más de las veces. El antiguo comprende perfectamente su propio Dharma y el modo de relacionarse su alma con los principios internos de ese Dharma. Sin embargo, algunos antiguos escogen vivir en cimas de montañas y en sumirse en la contemplación de sí mismos en lugar de afrontar el día a día de su existencia inmortal en las que se embrollan meros Monos Corredores. Al mismo tiempo, imagínate el caso de un sabio y aclamado Bailarín de Hueso al que se le acercan a pedir consejo en un asunto de Yin. Sus conocimientos sobre el Yin no tienen por qué ser necesariamente aplicables a las preguntas sobre asuntos demoníacos. La edad no se corresponde necesariamente con la iluminación. El poder y la sabiduría no siempre se forman con el tiempo.”
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