Casi cualquier cosa puede provocar un roce en una familia: cualquier insulto, ya sea real o supuesto, puede encender la llama de una larga disputa sobre la disposición de la herencia, el control del negocio o el respeto y la atención de los padres. El resultado puede ser cualquier cosa, desde meses o años de sentimientos ásperos hasta derramamientos de sangre en la calle en caso de que las familias sean suficientemente poderosas.
Cuando se debe resolver una disputa, se necesita sentar a una mesa a todos los implicados, hacer una tirada de Carisma + Empatía o Liderazgo con dificultad según la severidad de la riña y la cabezonería de los principales implicados. Para encontrar una solución equitativa se requiere una tirada de Inteligencia + Política, y una de Manipulación o Carisma + Política para convencer a las partes enfrentadas de que dejen de lado sus diferencias y honren el acuerdo alcanzado.
El número de éxitos de esta última tirada determina hasta qué grado tiene lugar la reconciliación. Con un éxito se logra una solución provisional hasta encontrar otra excusa. Con tres éxitos, el asunto queda enterrado, al menos durante unos años. Con cinco o más, se logra una reconciliación verdadera y sentida, incluyendo abrazos, lágrimas y peticiones mutuas de perdón por parte de los protagonistas.
Exacerbar una riña es mucho más fácil que aplacarla. Con una tirada exitosa de Percepción + Política se puede encontrar la forma ideal de incrementar la discordia, y basta con una tirada de Manipulación + Subterfugio para sembrar la cizaña entre las personas adecuadas. Con tres o más éxitos, la persona que causa la disputa consigue seducir a los que pretende manipular. Unas tiradas de Inteligencia + Subterfugio para fabricar las pruebas adecuadas y unas tiradas de Destreza + Sigilo para colocarlas también funcionarán, anulando la desagradable posibilidad de, que ambas partes hablen y se den cuenta de que les están engañando.
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