Nivel 04 - Recuerdos de Tormentos no Vividos [Viento y Agua]

Mediante este ritual, los Tigres-Diablo gozan de uno de sus pasatiempos favoritos, el tormento, sin las dificultades de tener que mutilar de verdad a la víctima. Entrando en una residencia y llevando a cabo esta ceremonia sobre la víctima dormida, la 'torturan" durante toda la noche, aunque cuando despierte se dará cuenta de que no ha sucedido nada. Este tipo de tortura onírica elaborada es de las predilectas de los que castigan a los pecadores, aunque se ha utilizado también de vez en cuando para otros propósitos (normalmente eróticos).

Sistema: El Tigre-diablo debe colocarse junto a la víctima y recitar para sí un mantra de 15 minutos. Al terminar, la víctima se ve transportada a un lugar onírico controlado por el Tigre-diablo. Nada de lo que sucede es real y la víctima no puede morir, por muy gravemente que se la mutile. El Tigre-diablo puede optar por aparecer como sí mismo en el sueño, como otra persona o no aparecer, siendo la mente invisible que controla el desarrollo de la pesadilla. En esta ceremonia puede participar más de un Wan Kuei, compartiendo el control del paisaje onírico. Todos los Tigres-diablo participantes deben unir las manos alrededor del cuerpo de la víctima, conocer la ceremonia y llevarla a cabo.

Los Wan Kuei no tienen por qué estar visibles durante la ceremonia, y en cuanto al gasto necesario de Chi para mantener las Disciplinas, el sueño entero dura una sola escena. La correspondencia entre el tiempo en el sueño y el tiempo fuera la escoge el Tigre-diablo. La víctima puede sufrir la tortura durante días y al despertar descubrir que el sueño sólo ha durado un instante, o puede que tenga un sueño terrible en el que cae y al despertar se de cuenta de que lleva toda la noche gritando dé terror. Si se perturba la realización de la ceremonia, aunque sólo sea durante un momento, el sueño termina y la víctima despierta casi con seguridad. Si los Tigres-diablo terminan la ceremonia de forma natural, pueden decidir si la víctima se despierta o no en ese momento. Si se usa esta ceremonia repetidamente en toda su intensidad, la víctima puede ahusar de un modo suicida de estimulantes para evitar dormir, o sufrir una crisis psicótica.