Los inconvenientes son el coste y el carácter increíblemente adictivo del proceso. Algunos de los materiales del rito sólo pueden recogerse en el Mundo Yang y en las Esferas Yomi, y otros, como el cuerno de rinoceronte, deben comprarse a los mercaderes de la ruta de la seda, que los traen desde el otro lado del mundo. El coste de unas pocas dosis es suficiente para dejar secos los monederos de los mandarines más ricos. Incluso los que pueden permitírselo sólo pueden durante poco tiempo, ya que tras probar una vez el sabor de la vida, hay pocos que puedan decir que no quieren repetir por segunda vez, y tercera, y así en adelante. Al igual que sucede entre los que se alimentan del Chi de los hsien, cientos de años de iluminación pueden venirse abajo en unos pocos meses de adicción. Los Dragones Asesinos están bien informados de la existencia de esta ceremonia, al menos mediante rumores. Los antiguos que lo saben son reticentes a enseñarla a los que carecen del buen juicio necesario para usarla como instrucción hacia la iluminación y no como instrumento para evitarla. De hecho, muchos antiguos se niegan a usarla y suelen ocultar el hecho de que la conocen. Los intentos desesperados por parte de los mandarines más jóvenes de obtener esta ceremonia, aparentemente para obtener la iluminación, suelen ser dolorosos de contemplar, y posiblemente, sólo esta ceremonia ha causado más desgracia al Dharma que todas las demás juntas.
Sistema: A diferencia de muchas otras ceremonias, esta puede practicarla un Wan Kuei con otro Wan Kuei o sobre sí mismo. El sujeto debe poseer un desequilibrio Yang permanente para que funcione, y el practicante debe poseer al menos un nivel de 4 en Ciencia y Ocultismo para poder llevar a cabo correctamente el complejo proceso de mezclar los diversos ingredientes necesarios para la pócima. Esto requiere una tirada de Inteligencia + Rituales con dificultad 6. Los ingredientes deben consumirse al amanecer siguiente, y los efectos duran desde la salida hasta la puesta de sol.
Mientras dure el efecto, el Wan Kuei está vivo otra vez. No puede usar Disciplinas, no puede gastar Chi, no tiene acceso a sus poderes innatos y no puede absorber daño letal. El P'o aún le susurra al oído, y todavía está sujeto a la Naturaleza de la Sombra (aunque el Hun tiene una bonificación de -1 a la dificultad), pero es inmune a la Naturaleza de la Ola y a la de Fuego. En su mayor parte es un mortal normal. Si se le mata, sufre la Pequeña Muerte, sea cual sea la causa. Los Wan Kuei que se expongan a la ceremonia deben hacer una tirada de Fuerza de Voluntad de dificultad 9 para no intentar volver a utilizar la Máscara Viva.
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