El equilibrio interior entre el Hun y el P'o y entre el Yin y el Yang dentro de cada uno de los Diez Mil Demonios es precario en la Cuarta Edad igual que en la Quinta. Las reglas y efectos de las diversas Virtudes, los estados de alma y desequilibrios son en general los mismos en ambas Edades.
Sin embargo, el Hun es algo más fuerte en la Edad de la Bella Aflicción que en la Edad de Turbación. Esto se manifiesta no sólo en el proceso de creación de personajes, sino también en la influencia del Hun sobre la Naturaleza de la Sombra. Cuando el P'o se apodera del Wan Kuei, el Hun puede permanecer consciente y ejercer una influencia relajante. Cuando el P'o vence en una prueba de Naturaleza de la Sombra, el jugador tira por Hun contra una dificultad de 7 (a diferencia de 9 para la Quinta Edad) para mantener al Hun consciente. Si el Hun está consciente, el jugador puede gastar un punto de Fuerza de Voluntad temporal para disuadir al P'o de su acción. En general, basta un punto para evitar durante unos minutos que el P'o satisfaga una necesidad en particular (a diferencia de todo un turno en la Quinta Edad).
Sin embargo, si el P'o está muy decidido en cumplir su objetivo o se le ha frustrado mucho últimamente, puede que el Hun necesite gastar Fuerza de Voluntad adicional (posiblemente una vez por turno) para evitar que el alma animal se comporte sin moderación. Hay que tener en cuenta que este gasto de Fuerza de Voluntad evita una acción en particular; no el mal comportamiento en general. La Fuerza de Voluntad que se gaste para evitar que el P'o seduzca a un inocente no evitará que el personaje beba alcohol en exceso o golpee a quién le moleste. Un jugador que intente dominar a su P'o totalmente al estar en la Naturaleza de la Sombra normalmente se quedará sin Fuerza de Voluntad mucho antes de que termine el episodio.
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