Hay ataques que en términos de juego consumen la Fuerza de Voluntad del objetivo, un proceso conocido como Desollar el Alma. Los más corrientes son las armas de fuego Yin creadas con el Fuego en la Mano (Dios-Cuerpo de Fuego) y la Mirada de los Mil Infiernos (Obligación). Cuando se ataque con Desollar el Alma, el objetivo absorbe con su Hun (los Cainitas y mortales usan el Autocontrol o el Instinto). Por cada nivel de daño que no se absorba, se resta uno de los puntos de Fuerza de Voluntad temporal del objetivo. También disminuye la Fuerza de Voluntad permanente en una cantidad similar a efectos de tiradas de prueba y resistencia psíquica hasta que se recupere la temporal.
Una vez que se consuma el último punto de Fuerza de Voluntad temporal del objetivo, los niveles adicionales de daño por Desollar el Alma producen un trastorno mental temporal cada uno y un nivel de daño agravado imposible de absorber. Los Cainitas que pierdan su último punto de Fuerza de Voluntad caerán casi invariablemente en el Rótschreck (dificultad 10).
Si un Wan Kuei pierde en cualquier momento su último punto de Fuerza de Voluntad en un ataque de este tipo, debe hacer una tirada de Naturaleza de la Sombra similar al estado de chih-mei. Se comporta como un animal, y todos los recuerdos de este período suelen perderse, aunque se pueden recuperar mediante la Lágrima de Dragón y otros poderes similares.
Estos ataques pierden su potencia al estrecharse las Redes Celestiales en la Quinta Edad. Las reglas modernas para ataques de este tipo comienzan a funcionar desde principios hasta mediados del siglo XVII, dependiendo del lugar.
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