Así como el Dharma niega las ilusiones de los Mundos Espirituales, los maestros de la Tempestad han desarrollado una técnica para destruir la forma física de su oposición ilusoria.
Al enfocar el poder del Tau, cada golpe del personaje contra el demonio, espíritu o espectro
"rompe" parte de su forma ilusoria, empujándolos de vuelta a la nada.
Desafortunadamente, el golpe solo rompe la quimera en lugar de destruirla, permitiendo que la criatura se reforme en el Mundo Espiritual y regrese al Mundo de los Vivos si es capaz de hacerlo.
Sistema: El jugador anuncia el deseo de su personaje de usar este golpe antes de resolver su ataque, y gasta hasta el nivel de Dharma del personaje en puntos de Chi para preparar el golpe. El objetivo debe ser una criatura del Mundo Espiritual, uno de los Diez Mil Espíritus, y no estar ligado al Reino de los Vivos. Esto incluye fantasmas, demonios y entidades espirituales, pero no aquellos lo suficientemente poderosos como para ser clasificados como dioses.
Si el golpe tiene éxito, el personaje no tira daño normal. En su lugar, por cada punto de Chi gastado, el objetivo pierde un punto de Fuerza de Voluntad.
Cuando la Fuerza de Voluntad de un espíritu llega a cero, su forma en el Reino de los Vivos es destrozada y debe regresar a los Mundos Espirituales, incluso si no posee el Encanto de Reformación. Los espíritus desintegrados de esta manera recordarán al personaje, ya que este poder les es extremadamente doloroso. Se convertirán en el enemigo implacable del Kuei-jin responsable.
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