Repercusiones

Finalmente, el destino natural de la vida de cada línea argumental expira y llega la hora de cerrar las cosas con elegancia. Generalmente, cuando se ha tratado con el infierno, se supone que los personajes vuelven al Reino Medio. Hay que establecer los cambios que su viaje les ha provocado y determinar el éxito o fracaso relativos de sus actos. Sin embargo, eso no es todo lo que hay que hacer. Dejar el infierno y escapar de él son dos cosas completamente diferentes.

Finales Abiertos

¿Quedaron algunos asuntos fuera de lo normal colgados durante la última sesión de juego? Haz notas, durante el transcurso de la partida en sí, de las cosas que se dejan sin hacer. Un alma torturada a la que se le prometió un rescate que nunca tuvo lugar, un personaje que se da cuenta que ha dejado atrás un poderoso artefacto, una puerta que se dejó abierta, o una pregunta cuya respuesta tendría consecuencia ominosas, que quedó sin contestar. Esos cabos sueltos no tendrían porque resolverse en escena, donde los personajes puedan verlo. La vida es complicada, y todos los finales abiertos no tienen que quedar atados nítidamente. La mayoría, simplemente, se desvanecen, quedando sin conclusión como algo sin importancia para el grupo. Sin embargo, algunos podrían resurgir como garfios de futuras historias.

Ganchos Narrativos

A menudo resulta una buena idea el sacar nuevas tramas de sucesos que se desarrollen dentro del Yomi Wan. Sólo porque los personajes hayan dejado el infierno, no supone que el infierno vaya a permitir que se escapen tan fácilmente. Los personajes que hayan provocado una fuerte impresión en el wu pueden hacer reapariciones en momentos posteriores, cuando las almas de los caracteres tratados poco amablemente en el infierno quieran arrastrarse hacia fuera y cobrarse venganza. Recuerda que nada termina nunca en las tierras de los condenados y los muertos, y que los Reyes Yama cuentan con una eternidad para meditar y actuar respecto a los hechos de los intrusos.

Consecuencias

Todo hace ondas; cada acto produce un millón de reacciones. Nunca permitas que un viaje a los Mil Infiernos quede cerrado sin hacer recuento detallado de las acciones, y sin meditar cuáles de ellas podrían afectarlos a ellos, lo que les rodea o al resto del mundo. Las consecuencias pueden llegar como cambios en los rasgos, o quizá una mera perspectiva respecto a su entorno. De nuevo: el mundo en sí no debería permanecer estático. Las acciones que tomen podrían alterar los planes de cualquiera, desde compañeros de viaje, hasta los Reyes Yama. Un viaje al averno es algo que nunca queda cerrado, la mancha y las repercusiones del mismo podrían permanecer durante siglos, y es algo que queda en tus manos decidir, si incluyes tales ecos en tu historia.