¿Qué es la Camarilla?

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Para entender lo que es la Camarilla, primero es necesario comprender, a un nivel profundo y permanente, lo que no es, Especialmente, la Camarilla no es en absoluto el grupo que contiene a lo “buenos” vampíricos. La Camarilla no existe para proteger a la humanidad de la depredación vampírica; en cambio, su función es asegurar la existencia más segura y provechosa posible para sus miembros, El cuidado que pone la Camarilla en no hacer demasiado evidente su presencia es exactamente el mismo esfuerzo que lleva a cabo el lobo para ocultar su presencia entre las ovejas. La Camarilla es, pues, una secta de los vampiros, para los vampiros y por los vampiros, Existe para proteger a su miembros de las oleadas de la humanidad, que gracia, a u mera superioridad numérica podría barrer a la mayoría de los Vástago de la faz del planeta.

La mayor y mejor mentira de la Camarilla, la Mascarada, existe precisamente para este propósito, La Mascarada es un velo de desinformación y falsedades que oculta el propio hecho de la existencia de la Estirpe al mundo mortal. Lo que no puede ver la humanidad no puede matarlo, y de este modo los Vástagos están a salvo, El que la necesidad de presentar la Mascarada limite de alguna manera las bajas que los vampiros de la Camarilla causan sobre la población mortal se deriva simplemente de la obligación de mantener la ilusión. Sin embargo, la Camarilla se ocupa realmente del status quo y de su conservación. A los vampiros antiguos que dictan la política de la Camarilla les gusta tener poder. Les gusta tener el control de cientos y miles de Vástagos más jóvenes. Les gusta contar con oleadas de subordinados que le protegen. Y, lo más importante de todo, quieren que las cosa sigan exactamente como le gustan. La Camarilla funciona, al menos para los vampiros que toman la decisiones, y de este modo dirigen la política de la secta hacia la conservación en vez de hacia el progreso. ¿Podría funcionar mejor la Camarilla? Posiblemente, pero entonces no serviría tan bien a los intereses de aquellos que la controlan. Incluso aquellos vampiros que se encuentran un poco por debajo en el escalafón (por ejemplo, lo antiguo y la primogenitura) tienen intereses creados para mantener las cosas como están. Reliquias de un pasado muy lejano, estos Vástagos no tienen sitio en el mundo moderno. Por sí solos perecerían en seguida. La Camarilla le proporciona refugio contra lo fuertes vientos del cambio, protegiéndoles de una era en la que no encajan los duelistas ni los nobles de la corte del Rey Sol, pero en la que van que ni pintados los codificadores y lo maníacos informáticos. Manteniendo a la Camarilla como la organización cuasi feudal que es, estos Vástagos se crean una zona de bienestar para ellos mismos. Envolviendo a la Camarilla con Tradiciones  y cargos, mantienen la secta a un nivel que pueden manejar.

Nadie sabe a ciencia cierta si este retraso deliberado de la evolución de la secta es dañino a fin de cuentas, pero hay buen número de Vástagos más jóvenes que están poco contentos con el estado actual de las cosas. En cuanto a los inmortales más jóvenes, ¿qué les ofrece la Camarilla? En una palabra, seguridad: La secta es protección (por sofocante que parezca) mientras el nuevo vampiro e hace con sus nuevos poderes y aprende la costumbre de su nueva existencia. Es un grupo de aliados contra el mundo mortal y los otros vampiros, un refugio contra los nuevos y terribles peligros de la no vida. Aunque esa seguridad puede volverse rápidamente opresiva, al principio vale mucho para un Vástago recién Abrazado, que en otra circunstancias estaría completamente solo.

Los Fundamentos

En teoría, la Camarilla es la organización universal de los vampiros (llamados Vástagos, para amortiguar la cruda realidad del vampirismo) que legisla y habla en nombre de todos los vampiros del mundo. Regulada por una serie de Tradiciones acerca de la creación, el comportamiento y la destrucción de Estirpe, la Camarilla está abierta a cualquier vampiro, independientemente de su clan u origen. La secta también se esfuerza, de acuerdo con una de las Tradiciones, por ocultar la existencia de toda actividad vampírica ante los ojos de los mortales. Este engaño, llamado la Mascarada, es el factor definitorio de la existencia de la Camarilla; la creación de la Mascarada, su mantenimiento y la lucha armada para sostenerla es lo que impulsa la mayor parte de la política abierta de la secta, Sin reparar en lo poderoso que pueda ser un vampiro concreto, sólo hay un puñado de Vástago en el mundo. Si la humanidad se enterara de la existencia de los vampiros, la guerra resultante sólo podría tener una conclusión posible: la humanidad vencería, y la Estirpe quedaría esencialmente exterminada, La superioridad numérica sería demasiado aplastante como para que pudieran resistir incluso los Vástagos más poderosos. El miedo al día en el que se alce esa marea genocida es el motivo que impulsa a la Camarilla a esforzar e así para defender la Mascarada. En verdad, la Camarilla está lejos de ser universal. De los trece clanes de vampiros de pleno derecho, sólo seis deben lealtad a la secta. Uno (el Gangrel) ha abandonado recientemente la Camarilla, dos se oponen abiertamente como corazón del Sabbat, y cuatro se mantienen a distancia, supuestamente neutrales o como mínimo no alineados. Incluso los presuntos clanes leales son imperfectos en su lealtad; los llamados  “antitribu” abandonan los clanes de la Camarilla para servir al enemigo, y cada vez más Vástagos se hacen llamar anarquistas, sin obligaciones hacia ninguna secta o grupo salvo hacia los que crean ellos mismos. Así que, acosada por enemigos internos y externos, la Camarilla debería ser un pequeño colectivo ruinoso ¿no? No. Incluso en el umbral de las Noches Definitivas, la Camarilla es la secta mayor, más fuerte y más numerosa de vampiros del mundo. Controla gran parte de América, ocupa una porción del Lejano Oriente y gobierna en casi toda Europa, Aunque menos de la mitad de los clanes pertenecen a la Camarilla, sigue contando con más clanes que ninguna otra secta. Y aunque la ferocidad de los enemigos de la secta puede proporcionarles cierta ventajas, la maestría sin par de la Camarilla a la hora de aprovecharse de lo humanos les ofrece un tremendo poder.

En la Práctica

En la práctica, la Camarilla es una secta de ciudades. La facción como un todo está regida por el Círculo Interior, aunque pocos que no pertenezcan a sus filas pueden contarte quién lo compone, qué es o cómo es de numeroso. El rumor más popular es que el Círculo Interior se compone de los cuasi legendarios Fundadores o de sus chiquillos, pero nadie parece saberlo a ciencia cierta, El Círculo Interior se reúne una vez cada trece años para nombrar a nuevos justicar, quienes sirven como los representantes del consejo regente en el mundo durante los siguientes trece años. Cada justicar por turnos nombra y vincula con su sangre a arcontes para que le ayuden en su trabajo, y de este modo se asegura el sistema político interno de la secta, No obstante, la gran mayoría de los Vástagos no son arcontes, justicar o miembros del Círculo Interior.

Moran en las ciudades, y francamente están más preocupado con los asuntos nocturnos de cualquier metrópolis a la que llaman hogar que con las normas de la secta, Las ciudades bajo la tutela de la Camarilla están gobernadas por un príncipe, que es aconsejado (y a veces dominado) por un consejo de antiguos llamado primogenitura. Por debajo del príncipe hay un conjunto de agentes nombrados o autonombrados que mantienen el orden, sostienen las Tradiciones, y pelean entre ellos buscando más poder. Aquellos Vástagos que no ostentan títulos los quieren, aquellos que tienen poder ansían más poder, y en lo alto de la pirámide el príncipe trata de mantener su autoridad mientras su dominio sigue siendo lo suficientemente fuerte para rechazar ataques de todos los aspirantes. Para el vampiro corriente de la calle, la Camarilla existe como una serie de leyes que cumplir, poderes fácticos que evitar o impresionar e iguales contra los que maniobrar. Sus preocupaciones son mantener su refugio a salvo contra los intrusos mortales e inmortales, encontrar una manera de subir en la jerarquía de la ciudad (o al menos de evitar ser aplastado por la maquinaria del poder), y alimentarse sin atraer la ira de un Vástago más poderoso. Está tan lejos de la imponente y gloriosa guerra contra el Sabbat o las intrigas de altos vuelos antiguos como uno pudiera imaginarse, pero éste también es un elemento esencial de la Camarilla.

Edad 

Muchos de los peces gordos de la Camarilla son viejos (tienen siglos o incluso milenios). Han presenciado el auge y la caída de imperios, y el desmoronamiento de filosofías y utopías, y se han movido, inalterado , a través de todo el tumulto. Suya es la presencia estabilizadora (o como algunos dirían, anquilosadora) que ancla firmemente a la Camarilla a sus Tradiciones e historia. Al mismo tiempo, hay más Vástagos jóvenes en la secta que nunca. Con la explosión demográfica mortal también ha crecido la capacidad de las ciudades para sustentar a los Vástagos. Esto hace que haya cada vez más vampiros jóvenes, que miran a sus serios, estables y terriblemente poderosos ancianos con una mezcla de miedo y resentimiento. Y de la misma manera que la edad define a la Camarilla, también divide a la secta.

Poder 

El poder es la moneda de cambio de la Camarilla. El poder sobre los chiquillos, el poder sobre el dominio y el poder sobre los enemigos; toda estas son las monedas con las que comercian los vampiros que están detrás de la Mascarada. A cambio de poder se firman y rompen alianzas, ce crean y destruyen chiquillos y ghouls, y se llevan a cabo asesinatos en las sombras de la noche. En verdad, ¿qué otra cosa pueden ansiar los vampiros de la secta? El dinero no tiene valor, el sexo no tiene sentido y el amor se puede obtener fácilmente. El poder, pues, se convierte en la única cosa que merece la pena perseguir. Eso no significa que todas las disputas por el poder tengan lugar dentro de la secta. La Camarilla lucha con sus enemigos por el control en todo el mundo; los Vástagos se enfrentan al Sabbat a los Lupinos y a otros enemigos cada noche. Independientemente de si el conflicto es por un cargo importante en una ciudad, el control de un club nocturno o el gobierno de toda una ciudad, la lucha por el poder envuelve a todos los Vástagos de la Camarilla, estén dispuestos o no.

Intriga

El principal beneficio del estado vampírico es la inmortalidad. Los Vástagos no tienen que preocuparse por envejecer, volverse decrépitos y finalmente sucumbir ante la muerte. Literalmente tienen toda una eternidad por delante. Con eso en mente, el vampiro corriente se vuelve muy, muy prudente a la hora de exponerse ante algún riesgo. Piensa en todo lo que tiene que perder poniéndose en la línea de fuego: no años ni décadas, sino siglos y milenios. Como consecuencia de esto, ningún vampiro en sus cabales quiere arriesgar su futuro ilimitado más veces de las absolutamente necesarias. Esto quiere decir que los vampiros de la Camarilla no se meten en tiroteos, peleas callejeras o duelos a espada en lo alto de fábricas abandonadas. Son situaciones demasiado peligrosas. Por esto, el instinto depredador de dominio y control innato en todo los Vástagos tiene que ser sublimado, redirigido y canalizado en actividades menos arriesgadas. Y por eso lo Vástagos tejen intrigas y conjuras que habrían asombrado a los di Medicis, a menudo por compensaciones  tan pequeñas como para que el asunto no tenga ningún sentido. A veces las maquinaciones se extienden a lo largo de siglos y continentes, con lo autores de las intrigas viendo pacientemente como se desarrollan los acontecimientos que planearon con tanto cuidado. Otras veces las tramas son la creación de un momento, una contienda ente dos Toreadores hastiados para ver quién puede seducir o destruir a un mortal más rápidamente. Al final, los complots sirven a su propósito. Mantienen las distancias entre los depredadores y les da algo que pensar en las interminables noches. Aquellos que no los iniciaron se verán atrapados inevitablemente en alguno, y como es mejor ser titiritero que marioneta, los Vástagos que se ven inmersos de esta manera comienzan a intrigar por su cuenta, y así sigue la cadena hasta llegar al más débil.

Imagínatelo 

Imagina que trabajas para una corporación mortal normal. Sales fresco de la universidad, te abres paso en el escalafón, y, cuando los que están por delante de ti se jubilan o fichan por otra empresa, sigues avanzando hacia la cima. Todos envejecen y mueren, incluso los Presidentes.

Ahora imagínate esa misma corporación, pero sin competencia que pueda fichar a los empleados ni posibilidad de que lo ejecutivos envejezcan o mueran. Por encima no hay hueco, y nunca lo habrá –a menos que tú lo abras. O te abres paso por el escalafón empleando los método que sean necesarios, o te pasas una eternidad en el nivel inferior. No tienes autoridad, ni esperanza de ascenso ni protección contra los capricho de tus superiores. Ese, en pocas palabras, es el dilema del vampiro joven.
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