Trastornos

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Los ghouls son tan propensos a los Trastornos como los vampiros... de hecho, algunos incluso más, dada su posición servil y el sometimiento de sus amos abusivos. Los ghouls pueden adquirir Trastornos de la misma forma que los vampiros y el Narrador puede asignar uno determinado, si por ejemplo el personaje ha sufrido abusos particularmente severos, se ve obligado a traicionar a sus seres queridos, mata a su propio hijo en un frenesí...

Los Trastornos mas comunes entre los ghouls incluyen: Obsesión, Depresión Maníaca (el Síndrome de Renfield), Regresión y Perfección. También pueden sufrir Trastornos exclusivos de su especie, descritos en este apartado.


Otros Desórdenes Frecuentes entre los Ghouls

• Psicosis Dismenorreica: Este desorden se manifiesta en aproximadamente el 30-40% de las mujeres ghouls "sanas" que siguen teniendo ciclos menstruales regulares tras la transformación. Aparte de doloroso calambres menstruales, la víctima sufre accesos de grave depresión y delirios paranoicos durante el período. Estos episodios suelen durar entre cinco y siete días, dependiendo de la duración media del ciclo menstrual de la ghoul y de la cantidad de sangre ingerida durante el ciclo. Si la ghoul no ha ingerido todavía su dosis mensual mínima de vitae vampirica cuando empieza su periodo, la pérdida de sangre tiene traumáticos efectos psicológicos.

La ghoul se siente a punto de morir, y se vuelve extraordinariamente paranoica ante la posibilidad de no ser atendida por su domitor. En lo peor del acceso, la ghoul se muestras histérica ante cualquier falta, con un miedo literalmente mortal a que su domitor no reponga la menguante reserva de vitae de su corriente sanguínea.

No hay cura conocida para este Trastorno, aunque el doctor Netchurch ha formulado un suero que alivia alguno de los síntomas. Esta droga no ha sido probada en administración y sólo está disponible en el mercado negro o mediante el permiso expreso del doctor Netchurch

(Como Trastorno: Cuando se dan las condiciones apropiadas, la ghoul pierde temporalmente dos puntos de Fuerza de Voluntad. Estos puntos vuelven al fin del ciclo menstrual).
• Histeria Animal: La histeria (el "frenesí" del que se habla en círculos vampiricos) es una constante amenaza para muchos ghouls, incluso los que parecen conservar el control de su alterada naturaleza. Este desorden de la conducta puede afectar al ghoul en cualquier momento (con frecuencia, lo que es bastante embarazoso ante los mortales). Por fortuna, en la mayoría de los ghouls es una condición temporal. El ghoul, con frecuencia ignorando que su "Bestia" (naturalmente vampirica) está tomando el control, siente una tremenda vergüenza y culpabilidad frente a los humanos. Tras uno de estos episodios, suele temer el castigo de su domitor, que puede saber instintivamente que el ataque que ha tenido lugar aun habiendo estado ausente.

La histeria animal se dispara por estímulos sensoriales, ambientales, físicos o emocionales que el ghoul interpreta como negativos: sentimientos de inferioridad ante el domitor, ser abandonado por el domitor, que el domitor sufra daño, sobredosis o carencia de sangre vampirica, sentimientos románticos hacia el domitor no correspondido, grave peligro físicos, ser obligado a cometer actos que violan sus códigos éticos, morales o culturales. En realidad cualquier situación tensa puede provocar un frenesí en el ghoul; los disipadores pueden variar según las percepciones y experiencias pasadas del ghoul.

La terapia de electroconvulsión (TEC, o más conocida como "electroshock") ha sido usada con más eficacia en el tratamiento de diversos ataques de frenesí que varias drogas. Dado que en el 80% de los sujetos de estudio, los síntomas de histeria cesan en un plazo de cinco horas, es posible que lo mejor sea no aplicar ningún tratamiento. No obstante en casos en los que el ghoul se mantiene en frenesí durante más de 48 horas seguidas, pueden no responder a nada aparte de la lobotomía o la hipnosis. Suele ser mejor evitar el tratamiento de drogas, pues muchos de los psicofármacos disponibles tienen contraindicaciones en una corriente sanguínea con vitae. Estas drogas pueden, de hecho, aumentar la intensidad de los síntomas.
(Como Trastorno: Todos los ghouls corren el riesgo de un frenesí, pero un ghoul que sufra este Trastorno debe hacer sus tiradas a una dificultad similar a la de los vampiros. Los aparecidos de la familia Bratovitch sufren automáticamente una aflicción similar y no pueden adquirir este Trastorno).
• Autoagresión: Más conocido como masoquismo, este Trastorno se da con frecuencia entre los ghouls, particularmente los que rinden vasallaje a "antiguos" Cainitas. Los servidores en cuestión parecen sentir una atracción compulsiva hacia las situaciones o relaciones que saben les causarán intenso dolor (y frecuentemente en detrimento de sus relaciones mortales). Hacen numerosos sacrificios, muchas veces innecesarios, en nombre de sus domitoris. Estos ghouls suelen tener problemas con otros ghouls, mortales o vampiros que les traten con respeto.

En contra de la opinión mayoritaria, muchos de estos ghouls no disfrutan del dolor y el sufrimiento; algunos sencillamente temen enfrentarse a sus domitoris. Otros sufrieron abusos o agresiones sexuales en su vida mortal, y no conocen un trato distinto. Otros niegan ser víctimas de abusos, pues creen que deben hacer sacrificios a cambio de la vida eterna que les otorgan sus domitoris. Por último, unos pocos racionalizan que están siendo justamente castigados por sus "pecados" contra Dios.

Este Trastorno suele quedar sin tratamiento, pues muchos domitoris prefieren que sus ghouls se muestren algo sumisos. La promiscuidad es frecuente en el ghoul, que puede sentir atracción sexual en el dolor, pensando que es la única forma de atención que recibe del domitor.
(Como Trastorno: La Naturaleza del ghoul pasa a ser Masoquista o Mártir. El personaje, sólo recupera Fuerza de Voluntad cumpliendo los requisitos de su Naturaleza, sin recibirlos por otros conceptos, como el final de la historia... etc).
• Dependencia: El ghoul muestra una tremenda dependencia de alguna otra persona, normalmente el domitor o cualquier contacto humano que mantenga tras su conversión.

Un ghoul afectado por este desorden de la personalidad suele ser extremadamente indeciso (si dependiese de él, su domitor tendría que decirle qué ropa llevar, qué comer, con quién relacionarse, cuándo irse a la cama y cómo divertirse). Gran parte de este comportamiento se debe a un excesivo temor al abandono.

Temiendo quedarse solo, el ghoul tolera cualquier abuso para evitarlo. Cuando más tolera el control ajeno sobre él, mas indefenso y estúpido se siente, lo que le desanima todavía más de tomar medidas para resolver la situación.

Así, el trastorno queda sin tratamiento mientras la insegura conducta del criado es fomentada por el domitor.

(Como Trastorno: La víctima debe hacer una tirada de Fuerza de Voluntad, por lo general la dificultad es 6, para rechazar una orden o sugerencia de su domitor. es frecuente que su Naturaleza cambie a Sicofante).
Debe tenerse en cuenta que no todos los ghouls muestran estos comportamientos erráticos, ni todos tienen desórdenes de la personalidad o la conducta. Muchos ghouls tienen relaciones saludables con sus domitoris y muchos domitoris muestran respeto y admiración por los logros de sus ghouls. Conozco el caso de una ghoul que fue salvada del deterioro físico y mental por un humanitario domitor que la convirtió en ghoul antes de que se manifestase una enfermedad de origen genético.

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