El Salto Generacional

Ciertamente, están siguiendo nuestro ejemplo. Después de todo, siempre hemos tomado prestadas con orgullo las innovaciones mortales. ¿Qué es el Status Perfectus sino una adaptación de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y de la Déclaration des droits? Sin duda, no fueron los vampiros quienes inventaron la democracia. Y cuando los Antiguos se burlaron de nosotros por imitar las tontas modas transitorias de los vivos, les respondimos que casi cualquier cosa sería mejor que el puñetero desastre que ellos habían organizado.

Luego transmitimos tales sentimientos, diciendo incluso a nuestros Chiquillos que, si alguna vez terminamos siendo como nuestros odiados opresores, empleasen las lecciones que les habíamos enseñado para derrocarnos. ¡Ja! Ahora, al menos en algunos lugares, eso parece que va a suceder. Al igual que los gobiernos mortales deben inclinarse ante las realidades de los avances tecnológicos, nuestros líderes tendrán que adaptarse a los Neonatos modernos o perecer. Algunos eligen lo último.

Ciberespacio

Pondré como ejemplos dos de los actuales debates que hay entre nosotros. El primero es la propuesta de algunos, según la que debemos regular el uso que los Vástagos hacen de las telecomunicaciones. Quieren cerrar la puerta del establo no sólo después de que las vacas se hayan ido, sino después de que hayan destrozado el equipo de ordeñar, se hayan mudado a las Islas Caimán y publicado sus memorias. Pero dejemos esto aparte por un momento. Los promotores afirman que, dado que las telecomunicaciones suponen una amenaza global para la Mascarada, necesitamos políticas multidominio vinculantes para contrarrestarla. Otros señalan que es exactamente eso lo que dijeron los Fundadores de la Camarilla en Thorns acerca de la Inquisición y la imprenta.

Afortunadamente (para quienes, en efecto, no residen allí), algunos dominios ya han entrado en ese campo de minas con resultados de los que todos podemos aprender. Prohibieron a los Vástagos llevar cualquier tipo de teléfono salvo los más sencillos, les dijeron que cerrasen los foros de Anarchnet, que tenían catorce años, si no querían ser acusados de romper la Mascarada y, en algunos casos, confiscaron o destruyeron sus computadoras y tablets. No creo que aquel concejo estuviera del todo preparado para que se grabase en vídeo su salón privado y su pasatiempo “especial” y se subiera a Internet. Ahora se ha puesto precio a su cabeza en todos los dominios de la Camarilla vecinos y me temo que no les queda mucho tiempo en este mundo. En cuanto al Barón que intentó evitar que se instalara Internet de alta velocidad en su dominio, descubrió que le habían comprado su propia empresa y recientemente lo abandonó para mudarse a la Península del Labrador bajo un nuevo nombre.

Nuestros jóvenes han probado ser alarmantemente hábiles a la hora de crear una distracción en un lugar mientras sabotean o empañan los celebrados proyectos de sus líderes en otro, y me doy cuenta de que, para hacerlo, cada vez cooperan más con los mortales en lugar de manipularlos. ¿Cuánto saben realmente estos mortales? No puedo decirlo, pero los hombres y mujeres cuyo “flashmob” frente al club nocturno del Alguacil lo alejó lo suficiente para que una banda de Neonatos irrumpiera en su refugio e instalara una serie de minúsculos espejos para dirigir un rayo de la luz del amanecer directamente a su cama, estaban notablemente bien coordinados. También sabemos que esos mortales ya estaban enfadados porque el Alguacil clausuró un club rival bajo la falsa acusación de “peligro de incendio”. Luego, los investigadores encontraron mensajes en redes sociales públicas que claramente coordinaban la operación, pero lamentablemente todavía no han sido capaces de descifrar ni las abreviaturas ni la jerga de esos mensajes lo bastante bien como para decir qué significaban exactamente. Entiendo que ésta es una técnica que los asesinos tomaron prestada de los manifestantes mortales en el Próximo Oriente.

Estos rebeldes de nuevo cuño tampoco dudan en confabularse con otros vampiros, Anarquistas o no, en dominios extensos, con quienes intercambian experiencias, sugerencias y equipo. En los dominios de todas las Sectas, los vampiros más viejos notan que los Neonatos cada vez hablan más a sus espaldas (¿y por qué no deberían? ¡Yo misma he disfrutado varias veces de la oportunidad de debatir con seguridad y de forma anónima en Internet con Nodistas del Sabbat!), pero su capacidad para atrapar a esos bribones con las manos en la masa es lamentable sin importar cuántos Ghouls informáticos tengan. No es de extrañar que amenazar la red sea actualmente el modo más rápido de que un líder Anarquista sufra un golpe de estado. Los jóvenes saben muy bien que en este campo es donde tienen su mayor fuerza y poder, y estaría terriblemente decepcionada si no lo defendieran. Hasta ahora, los únicos viejos Anarquistas que han demostrado ser capaces de defenderse de un linchamiento vampírico en los medios son aquéllos lo bastante inteligentes como para redirigirlos hacia su alrededor. Han aprendido que las mismas masas de Vástagos que adoran vilipendiar a los Barones corruptos también harán pedazos con gusto a uno de los suyos a causa de algún escándalo sin importancia.

Cleavers

Mi segundo ejemplo es la inquietante nueva tendencia a adoptar, lo que, una vez más, tal vez sea inevitable dadas nuestras doctrinas, pero es extremadamente peligroso. Por adopción me refiero justo a eso: algunos Vástagos jóvenes no ven por qué su condición debería privarlos de las alegrías de una vida familiar. Se van a vivir con un amante mortal y el hijo de ese mortal o encuentran algunos niños en una situación familiar miserable y les ofrecen desaparecer (algunos incluso tienen a sus propios hijos de antes del Abrazo, pero cómo obtuvieron a los mocosos no es el problema). Incluso he escuchado estratagemas más elaboradas en las que una Vástago que tenía óvulos congelados de antes de su muerte busca un vientre de alquiler mortal. Mientras algunos administran Sangre a los niños, deteniendo o retrasando así su crecimiento, otros se niegan a hacerlo por razones morales. Parten de la base de que los niños son mucho mejores que los adultos guardando secretos (al menos aquéllos que creen que podrían amenazar a un amado padre) y afirman que con eso basta. Peor aún… hablan de ello en blogs. Anónimamente. Los llamamos “cleavers” en referencia a un caso ocurrido en Victoria (Columbia Británica) que la Prensa Libre Anarquista cubrió de forma extensa. El autor de esa serie de artículos empleaba el término como una expresión ridícula de desprecio y así la usamos la mayoría de chupópteros. Los propios cleavers la han adoptado como un símbolo de orgullo y hasta presumen de superioridad moral por ello.

Afortunadamente, son muy pocos y todavía ninguno se ha atrevido a revelarse abiertamente. Pero tienen un número creciente de simpatizantes secretos en el Movimiento, algunos de los cuales les ayudan y ocultan activamente, mientras que otros simplemente observan si realmente funciona. Sí, los Barones, concejos y todo eso intentan erradicarlos diligentemente. He oído hablar de arrestos, condenas y ejecuciones, todo ello en secreto por miedo a que las autoridades de la Camarilla descubran nuestro pequeño problema. Creo que no necesito profundizar en cuál sería su reacción, cuando ya nos ven como monstruos heréticos. Pero, por desgracia, tratar de ocultar algo suele ser un ejercicio de futilidad. Algunos filtraron hasta el más mínimo detalle a portales Anarquistas con toda la velocidad y la ubicuidad que el nuevo siglo puede ofrecer. ¿El resultado? Más simpatizantes de los cleavers y cada vez más protestas. Hasta los Anarquistas que apoyan ilegalizar la adopción se oponen a juicios y destrucciones secretos… especialmente de niños mortales. Niños muertos, por Dios. ¿Cómo pudiste ser tan estúpido, Lisander?

¡Tú que liberaste esclavos en el Ferrocarril Clandestino! ¿Qué vamos a hacer, Rachel? Te lo suplico. He existido el suficiente tiempo para saber que esto es exactamente el tipo de pequeña chispa que provoca una explosión. Y nuestros Neonatos saben cómo montar un escándalo por una atrocidad, aunque haya que exagerar o alterar un poco los hechos. Cielo santo, los entrenamos en las formas más antiguas del arte y han dominado las nuevas por su cuenta. Si no hacemos nada, los cleavers podrían destruir la Mascarada o desencadenar una guerra entre Sectas. Pero si actuamos con demasiada dureza contra ellos, no sólo podríamos acabar traicionando nuestros ideales más preciados, sino que podríamos desencadenar una guerra civil. Por fortuna, nuestros jóvenes prefieren la resistencia no violenta y actividades de agitación cultural que avergüenzan a sus Antiguos para que hagan concesiones antes que el conflicto armado. Esto sería sólo el principio. Sí, protestarán pacíficamente y algunos de nuestros líderes serán lo bastante recalcitrantes como para morder el anzuelo. Responderán como lo harían los viejos Príncipes y obtendrán la misma recompensa. Oh, forma parte de la estrategia: sacrificas la sangre de unos pocos inocentes ante los opresores para así enardecer a las masas. Todo cruzado de los derechos civiles lo sabe, todo terrorista lo sabe. Dios sabe que lo sabemos. Incluso en las victorias “no violentas” hay bajas, a veces importantes. Todo esto te puede parecer el nerviosismo de una anciana que llegó a la mayoría de edad después de las grandes revueltas, pero sé que una tormenta puede estallar sin previo aviso.