Saskatchewan

El Movimiento en Canadá se ha desarrollado de un modo similar al de los Estados Unidos: activistas en el oeste y filósofos en el este. Los activistas en Canadá occidental no se han confinado en “reservas” como ha pasado en los Estados Libres de California, sino que han expandido sus territorios a lo largo del país en un dominio distinto a cualquiera reclamado por la  Camarilla o el Sabbat. La región de Canadá en la que el Movimiento ha logrado sus éxitos más significativos es Saskatchewan.

Con una población relativamente pequeña incluso en sus mayores ciudades, Saskatoon y Regina, la provincia no puede soportar un dominio urbano centralizado. A finales del siglo xix, la Camarilla reconoció su valor como enlace de las principales líneas de transporte entre el este y el oeste. Para proporcionar un refugio seguro para los Vástagos que atravesaban el país, la Torre de Marfil instaló a un Ancilla Ventrue, Randall Delacroix, como Príncipe de Saskatchewan, encomendando a su pequeña corte defender las rutas de suministro a las principales ciudades de las provincias occidentales de interferencias del Sabbat. Cuando estalló la Rebelión del Noroeste en 1885, el Príncipe Delacroix descubrió que no tenía la cantidad de Vástagos necesarios para lidiar con la situación. Solicitó apoyo a los Príncipes de la Columbia Británica y de Alberta (los dominios de la Camarilla más cercanos). Por razones todavía desconocidas, nunca llegó ninguna ayuda. Sintiéndose traicionado en el peor de los casos y olvidado en el mejor, sólo bastaron unas pocas palabras bien elegidas por parte de los Anarquistas cercanos para convertirlo a la causa.

Tras aceptar la evaluación Anarquista de la situación, Delacroix y toda su desencantada corte abandonaron su lealtad a la Torre de Marfil y se unieron al Movimiento. Desafiando a la Camarilla, Delacroix se proclamó Barón de Saskatchewan y reclamó las vías férreas canadienses que unían el este con el oeste como parte de su dominio. En su declaración afirmó que la Camarilla debía estar agradecida: él se había asegurado de que el Sabbat no lograra establecerse allí, como le habían encomendado. A medida que se han extendido noticias de su Baronía, los Vástagos de lugares lejanos han comenzado a aprovechar la hospitalidad sin preguntas que, durante un breve tiempo, el Barón concede a cualquier enemigo de la Camarilla. Se ha extendido el rumor de que aquí se han celebrado muchas reuniones secretas entre grupos anatema que buscaban un lugar donde planear sus propias campañas contra las Sectas mayores. Muchos dicen que el Barón Delacroix está dispuesto a apoyarles en la medida de sus posibilidades.

Usando los ferrocarriles para viajar por todo el país, los Anarquistas de Saskatchewan se dedican a juegos políticos arriesgados en dominios de la Camarilla por todo Canadá. Ejercen cada vez más presión, reclaman territorios a lo largo de las líneas ferroviarias que atraviesan dominios ya existentes y perturban la influencia vampírica en las ciudades, retando abiertamente a las autoridades del dominio y realizando otros actos de subversión entre Sectas hasta que la tensión aumenta y llegan las represalias. De hecho, no está claro si todas las vías férreas que atraviesan Canadá pertenecen al dominio de Delacroix o si existe un Barón del ferrocarril independiente. De cualquier modo, esa idea desafía el concepto de que la Praxis se reclama en relación a un lugar.

Pero este espléndido nuevo mundo tiene sus propios problemas. En estos momentos, los Anarquistas canadienses mantienen una fuerte relación con muchos de sus iguales de los Estados Libres, a los que solicitan ayuda de vez en cuando contra esta opresión políticamente conveniente. No obstante, la mentalidad de los Estados Libres de abalanzarse sobre el vecino en cuanto da la espalda hace que no esté claro durante cuánto tiempo se atenderán esas peticiones de ayuda.