Los Motivos de los Antiguos

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Los Vástagos sabios pueden citar una gran variedad de motivos por lo que los antiguos apoyan el Movimiento Anarquista. Algunos son egoístas, otros dedicados y algunos desconocen otra forma de existencia. A continuación  incluimos unas pequeñas descripciones de las causas más frecuentes por las que los antiguos se involucran en el movimiento. Pero la verdad es que la mayoría de los antiguos poseen más de un motivo, ya que es difícil no tener causas complejas similares a las de cualquier mortal que se sumerge en la no vida nocturna. Los motivos de alguien con siglos de historia e influencia van a ser tan complejos como opacos. Cuando examines estos motivos, no pienses, “¿Cuál va a perseguir el antiguo?” o incluso “¿Cuáles va a perseguir el antiguo?”. En vez de eso, pregúntate mientras avances por la lista, “¿Qué parte de las razones del antiguo para apoyar  el movimiento está compuesta por estos motivos?”.

No Puedo Detenerme

Me habéis traído aquí para responder por mis crímenes. Os contaré lo siguiente: no puedo afirmar silo que he hecho está mal. He luchado contra mis antiguos durante tanto tiempo que han acabado por convertirse en mis pares. Apostaría que algunos de los que os sentáis tras la cámara para juzgarme, que os llamáis antiguos, sois más jóvenes que mis propios chiquillos. No puedo afirmar de corazón que lo que hago esté bien, ya sea ante los ojos de Dios o ante los míos. Mi lucha ha acabado por definirme, y desconozco cualquier forma de volver atrás y preguntarme si lo que hago es justo o bueno. No espero piedad de vosotros, por lo que no se trata de un ruego de clemencia o de una confesión, sino de una absolución. En mis horas de cautividad, al reflexionar sobre el destino que me espera, me he comprendido a mí mismo y a mis enemigos. Ahora sé por qué nunca podréis ceder a nuestras demandas ni llegara ningún compromiso con nosotros. Habéis olvidado cómo hacerlo. Así es, habéis olvidado vuestras aperturas, habéis olvidado cómo aceptarlas. Sólo quiero que sepáis que diga lo que diga mientras el sol transforma en polvo mi carne y mis huesos, yo os perdono.

Los Vástagos se vuelven más anquilosados con sus formas de actuar conforme envejecen, y los anarquistas no son una excepción. Muchos antiguos anarquistas permanecen junto al movimiento porque es la única existencia que conocen. Los Narradores deberían tener en cuenta que muchos caminos llevan hacia el éxtasis. Sólo porque un vampiro varíe su rutina nocturna de forma constante y nunca se alimente en el mismo lugar no significa que haya escapado de las garras de la edad (aunque pueda pensar que lo ha hecho). La existencia paranoica de un soldado encubierto (siempre huyendo y preparado para asestar un golpe contra sus enemigos) es tan estática como la de un antiguo que se levanta a la misma hora cada noche, se alimenta de la misma forma y sigue la misma rutina. Aunque las tácticas de guerrilla varían noche tras noche, su filosofía y su visión del mundo es tan estrecha como las de cualquier antiguo.

Aunque el grado de verdad de esta afirmación varía con cada antiguo, suele ser el caso de cualquier anarquista (o antiguo) que posee más de uno o dos siglos de edad. Obviamente, ningún antiguo envuelto en algo distinto a los contenidos de su propia cabeza va a ser una entidad completamente estática. Los conflictos entre vampiros antiguos se juegan a lo grande. No importa la edad del jugador, del peón o de ambos, si ha sobrevivido un par de años, va a ser lo suficientemente flexible para adaptarse a la política cambiante o a los conflictos por el poder. Donde la inflexibilidad se pondrá de manifiesto es en su incapacidad para adaptarse a los grandes cambios de su existencia. Es  más probable que un antiguo aprenda informática o a manejar un arma de fuego que entienda la liberación de las mujeres o el triunfo de la democracia. Usar un teléfono es sencillo, levantas el auricular, presionas los botones y hablas con la persona al otro lado, pero los puntos de vista son más difíciles de cambiar. Un antiguo revolucionario Abrazado en 1880 no llegará a comprender por qué un renacimiento de la Internacional Comunista sería una opción inviable en las noches modernas.

Conversión Súbita

Cuando te cuento que me he aliado con tu causa, no espero que me creas y no puedo culparte por ello. He luchado contra ti en el pasado y te he causado grandes preocupaciones y mayores pérdidas. Tú, por tu parte, me has causado un nivel similar de sufrimiento. Has destruido a dos de mis chiquillos. Yo he matado a varios de tus hermanos en la lucha. Sería comprensible que ambos desarrolláramos una enemistad eterna. He servido al sistema contra el que luchas, y contra el que a partir de ahora ambos lucharemos. He estado reflexionando, meditando sobre las muertes de mis chiquillos, y he llegado a una conclusión: estás en lo cierto. Al pensar en sus muertes, me he dado cuenta de que soy el culpable de las mismas. Ninguno de ellos se habría involucrado en la lucha si no les hubiera ordenado, persuadido y obligado a tomar parte en ella. Les utilicé como herramientas, tal y como afirmas que los Vástagos antiguos hacen. Fueron mis soldados, les obligué a liderar mis ghouls mientras yo permanecía a salvo en mi refugio. Fueron mis tropas de choque, y aunque sentí su muerte, fueron unos peones prescindibles. Cuando me llegó la noticia de sus muertes pensé `Mejor ellos que yo”. Tal y como afirmas. Y la batalla en la que murieron no fue heroica. Perecieron mientras intentaban aplastar tu movimiento porque ponía en peligro mis intereses y los intereses de mis compañeros. Aunque utilizaba una burda justificación sobre la protección de la Mascarada, sólo era para vender el problema a los jóvenes. Nunca intentamos negociar. Hace dos noches pensé que el sacrificio de mis chiquillos fue muy eficaz. Te habían causado problemas y al morir, eliminé un bien que podrías haber reclutado y utilizado contra mí, por lo que su sacrificio fue muy rentable. Era lo mismo que pensé mientras les enviaba hacia su muerte. Pero unas horas más tarde, tras reflexionar en que el suicidio no era mi única opción, decidí unirme a vosotros. Podrías matarme, un destino que me tendría merecido. Tras el asesinato de tus compañeros y el de mis propios chiquillos, sería un castigo justo. Sin embargo, si lo consideras justo, quiero disfrutar de la oportunidad de enmendarme.

No todos los antiguos son unas máquinas que traman manipulaciones  sin  preocuparse  por  las  repercusiones morales, planeándolas con años o décadas de antelación y tratando al resto de los seres como peones y piezas de ajedrez en sus luchas y rivalidades. Aunque ese es el punto de vista de la existencia de muchos Vástagos, se trata de un estado degenerado. Es la condición de los más ancianos, de muchos de los que están a punto de convertirse en wassail.

Aquellos antiguos que no están en el borde de su existencia y todavía poseen remordimientos son vulnerables a los argumentos de los anarquistas. Volvemos a estar ante uno de los triunfos de la Revuelta Anarquista: la Camarilla acepta una determinada filosofía, la Senda de la Humanidad, que admite el valor del individuo y deja lugar a la validez de la filosofía anarquista. Si un vampiro es miembro de la Camarilla, existen muchas posibilidades de que siga la Senda de la Humanidad, y todos salvo los seguidores más degenerados de esta senda son conversos potenciales de la causa anarquista.

Obviamente, existen antiguos que no les importa este hecho. Algunos han degenerado hasta tal punto que sólo poseen la consciencia más rudimentaria. Otros están en desacuerdo con la causa anarquista porque son egoístas, están convencidos de que la filosofía anarquista es imposible de llevar a cabo o rechazan el pensamiento que se oculta tras el Movimiento Anarquista. No es importante con lo que estén de acuerdo, sino con lo que estarían dispuestos a aceptar si tuvieran voluntad para ello. Estos conversos son los mejores y los peores antiguos. Son antiguos, por lo que son competentes en algún campo. Como miembros importantes de la Camarilla, comprenden cómo funciona el sistema, tanto en general como en sus aspectos más específicos. Muchos de ellos poseen influencia, poder, chiquillos, ghouls y riquezas. Son conversos, por lo que es probable que posean cierto fervor que les impulse a utilizar estos recursos al servicio del movimiento. Estas son las partes buenas.

Las partes malas son numerosas. Obviamente, podrían estar fingiendo, y eso deja fuera de lugar cualquier discusión porque resulta demasiado obvio. Además, son antiguos, por lo que estaban acostumbrados a estar al mando y es probable que este hábito les impulse a intentar ponerse al frente de cualquier operación. Incluso si están cualificados, sus intentos causarán un elevado roce en una organización centrada en células de activistas políticos y terroristas. Además, no es la clase de trabajo que estaban acostumbrados a realizar. La reglas del juego son distintas, por lo que van a ser proclives a caer en errores de aficionados si están demasiado acostumbrados a la forma de actuar de los antiguos.

Además de ello, es probable que el antiguo haya roto su relación con la Camarilla de forma dramática, una forma normal en cualquiera que busque comenzar un nuevo capítulo en su existencia. La forma en la que lo haga puede ser tan inconsecuente como una carta dirigida al príncipe en la que afirme “Me largo para convertirme en anarquista”, o algo tan horrible como para incluirle en la Lista Roja (como diabolizar a varios primogénitos o algo parecido). En estos casos el peligro radica en que sus nuevos aliados pueden no saber de estos hechos hasta que Theo Bell o Madame Guil aparezcan en compañía de sus bandas de matones. Para finalizar, el antiguo puede no estar en una condición psicológica estable. Como ocurre en el caso de alguien que decide tirar por la borda cientos de años de experiencia a cambio de un nuevo comienzo, posee el potencial de una persona inestable. La revelación que le impulsa puede ser un deseo de muerte que está sublimando a través de su “suicidio” político y su unión a una causa perdida. Esta culpa podría hacer que se sumergiera en el letargo o en wassail. Podría ser sincero, aunque también podría acabar pensándoselo dos veces y traicionar a sus nuevos aliados. Sea lo que sea, este acto pondrá a prueba sus límites psicológicos y morales. La gente que le rodea, incluido sus aliados, resultará herida con frecuencia.

Simple Mercenario

¿Porqué os apoyo? Porque deseo riquezas y poder. Oh, no os asombréis, vosotros también actuáis del mismo modo. La diferencia entre vosotros y yo es que vosotros creéis que tenéis derecho a ello, mientras que yo me he hecho acreedor a él. No estabais dispuestos a molestaros en dar coba a vuestros sires o a jugar con las reglas que nuestra sociedad ha creado con el paso de los siglos.Decidisteis cortar las riendas y hacer un mejor negocio desde el exterior. Es una táctica legítima. Por mi parte he conseguido una buena porción de riqueza al demostrar que era más provechoso permanecer en el seno de la secta. Encuentro divertido e irritante que os dediquéis tanto a vosotros y a los mecanismos que utilizáis para conseguir vuestros fines. Este es mi trato, y como ocurre en todos los tratos, todo es negociable. Vosotros tenéis un ejército. No demasiado bueno, pero un ejército al fin y al cabo. Yo tengo enemigos. Seré más específico, yo tengo un enemigo. Os diré quién es más adelante, si os mostráis dispuestos a cooperar. Os aseguro que no dudareis en convertirlo  en vuestro blanco. Desearía que vuestro ejército atacara a mi enemigo. Matad sus lacayos mortales, destrozad sus recursos. Atacad a sus chiquillos. En pocas palabras, distraedlo. Atraed su atención. Os aseguro que vuestros golpes estarán bien dirigidos porque me encargaré de informaros acerca de vuestros objetivos, ya que tanto yo como vosotros deseamos aprovecharnos de esos golpes. Mientras os dedicáis a minar su seguridad física, yo me encargaré de otros aspectos. ¿Que cómo sabréis que no os estoy engañando?, una pregunta interesante. En vez de sugerir cualquier cosa y aparentar que tengo algo planeado en la mente, dejaré que me digáis que clase de garantía aceptaríais como válida. Obviamente, no puedo prometeros todo, pero creo que si vuestra solicitud es razonable, podemos llegar a un acuerdo.

Algunos antiguos apoyan a los anarquistas sin preocuparse en absoluto por su ideología porque es rentable prestarles apoyo, a corto o a largo plazo. Existen tantas razones específicas como vampiros dispuestos a abrir sus carteras, sus arsenales y sus redes de contactos a estos jóvenes rebeldes. Algunos antiguos miembros del Sabbat desvían sus recursos hacia los anarquistas en un intento de endurecer las opiniones que la Camarilla tiene de ellos. Al hacerles más peligrosos y vulnerables a ser usados como marionetas del Sabbat, esta secta hace que algunos antiguos de la Camarilla que de otro modo hubieran estado dispuestos a soportar cierto activismo juvenil dediquen parte de sus recursos a exterminar a los anarquistas. Esta represión absorbe unos esfuerzos de la Camarilla que de otra forma hubieran sido dedicados para luchar contra el Sabbat, así como alivia la presión que los anarquistas hambrientos ejercen sobre la Espada de Caín. Algunos antiguos que poseen un odio irracional hacia el Movimiento Anarquista suelen realizar campañas similares, animando a los anarquistas y convirtiéndolos en una amenaza seria como excusa para sus represalias.

Otros planes poseen una lógica menos tortuosa. Los anarquistas muestran su hostilidad hacia los antiguos, ya que necesitan aliados y recursos, y están dispuestos a descargar su ira contra cualquier blanco. Para aquellos antiguos dispuestos a vender a sus compañeros por unos aliados potenciales, estas cualidades hacen que los anarquistas sean una fuerza de choque cualificada, en especial si el antiguo en cuestión carece de aliados físicamente capaces, ya que puede utilizarlos para distraer las fuerzas de seguridad de otros antiguos, atacar objetivos valiosos o realizar asesinatos y otras tareas similares si la banda anarquista es extraordinariamente hábil. Si la banda es nómada, mejor que mejor: la misión se habrá cumplido y los culpables habrán desaparecido con su recompensa (o como mínimo es menos probable que las desapariciones atraigan la atención).

Lo bueno de esta situación es que hace que los anarquistas puedan acceder a determinados tipos de recursos con los que pueden hacer daño a algún antiguo. Los problemas asociados son los inherentes en cualquier acuerdo mercenario. El antiguo posee todas las excusas para querer que sus aliados perezcan. Con sólo una traición puede evitar pagar, eliminar cualquier evidencia, privar a sus enemigos de un recurso vendible que ha utilizado contra ellos y eliminar una amenaza para el status quo. También merece destacar que esta clase de acuerdos puede involucrar una operación de provocación. El antiguo no necesita facilitar ninguna garantía ni operar junto a los anarquistas, tan sólo debe enviarles a una situación de peligro. Si el antiguo en cuestión está más interesado en destruir a los anarquistas que en que cumplan la tarea que les ha encomendado, no habrá evidencia alguna de su traición hasta los últimos minutos.

Ayudando a Antiguos Compatriotas

No puedo seguir ayudándote. Lo sabes, Yvengy. Hemos estado juntos durante muchos años, y has hecho muchas cosas por mí. Cuando era pobre, me diste refugio, dinero y territorio. Cuando era un joven Chupón al que nadie respetaba, me diste tu apoyo político y acceso libre a tu dominio. Salvaste mi vida en más de una ocasión. No hay forma de que pueda pagarte todo lo que has hecho. Nosotros medimos los favores como si fuéramos comerciantes de la peor estofa que intentan conseguir el mayor beneficio de una simple fruslería. Esto no ha pasado entre nosotros, pero algunas de las cosas que me pides son demasiado para mí. Puedo cambiar las opiniones ajenas, puedo hacer que se imponga el sentido común. Incluso puedo ayudarte con dinero, armas... estas cosas significan tan poco para mí, en especial cuando las entrego a alguien como tú, el antiguo que me sacó de las alcantarillas... ¿Qué me importa si no estás de acuerdo con los ancianos de Venecia? No son mis amigos. Nunca han dado nada por mí. Pero cuando me preguntas por la localización de los refugios, los nombres y los rostros de los ghouls, su descripción física... no puedo darte esas cosas. Algunos de ellos son mis aliados, mis amantes. Aunque no los amo como te amo a ti, amigo mío, son gente que no puedo traicionar. En el caso de los otros, no me atrevo. Quizá si se tratara de un plan desesperado tras el que todo terminara, pero no puedo traicionarlos y seguir aquí. Las consecuencias políticas, si es que llegaran a sospechar que te facilité los datos, serían demasiado devastadoras. Te he dado lo que podía darte. Por favor, no vuelvas a pedirme estos favores de nuevo. Asegúrate de que nadie sepa quién te los facilitó. Si soy descubierto, ni siquiera mi posición me protegerá.

Algunos de los antiguos que ayudan a los anarquistas no lo hacen impulsados por la avaricia o la política, sino por la lealtad y el amor hacia unos compañeros íntegros y hacia amores cuya relación trasciende la diferencia de secta y filosofía y hace que la traición sea un acto concebible. Muchos de los antiguos que apoyan de esta forma a los anarquistas actúan dando soporte a vampiros antiguos, anarquistas que atraparon a iguales más jóvenes mediante el amor, la lealtad o las cadenas del vínculo de sangre. Muchos de ellos son aliados limitados: son los guardianes de los trenes subterráneos, son los sheriffs y los matones que están dispuestos a girar la cabeza en el momento adecuado, son las voces influyentes en la política de los Vástagos que abogan por la moderación y el respeto por un vampiro que se haya en el otro lado del contrato social. Otros antiguos pagan favores de prestación, por lo que pueden ofrecer una ayuda superior a corto plazo, cediendo su músculo a cambio de la negación de un bono vital u otra deuda menos formal.

La parte negativa de estos aliados es que, dejando a un lado a los que están atados por un vínculo de sangre, se mueven impulsados por su corazón. Sus preocupaciones no son globales, y su apoyo no va dirigido hacia la causa anarquista, sino hacia algunos individuos relacionados con ella (o incluso hacia una cuadrilla de antiguos compañeros). Si estos Vástagos mueren o abandonan el movimiento, el apoyo del antiguo se evapora y es probable que cualquier miembro del movimiento que intente recuperarlo se encuentre ante una gélida acogida. Eso sin tener en cuenta que la ayuda suele formar parte de una relación existente, y pocos Vástagos son felices cuando presienten que están siendo utilizados o se les pide que sacrifiquen su existencia, posición e ingresos por alguien que sólo se preocupa por sus propias metas. Existe un límite a lo que un compañero puede dar antes de que la relación comience a erosionarse.

Además, la utilización de compañeros posee una desventaja característica. Las relaciones suelen ser públicas, por lo que es probable que cualquier Vástago que tenga contactos con la causa anarquista acabe teniendo problemas para acceder a información y material que pueda ayudar a esos anarquistas. Esto suele ocurrir porque se sentirá tentado por su posición a hacerlo, por lo que cualquier vampiro inteligente le sacará de este lugar si conoce su relación. Incluso si no traiciona a sus aliados a manos de los anarquistas, la imposición de luchar contra sus compañeros hará mella en su moral.

Abrazando tus Ideales

Algunos Cainitas mencionan un mito popular que afirma que los anarquistas suelen Abrazar a mortales con ideologías compatibles para que el  Abrazado “continúe la lucha” más allá de la muerte. Cuando se escucha a un ancillae y a un primogénito susurrando entre ellos, pueden sentirse  comentarios que indican que mortales como Karl Marx y Ulrike Meinhof fueron introducidos en el movimiento de esta forma. Pocos de estos rumores son ciertos. Muchos anarquistas, en especial los más modernos, no caerían ene estos actos. Hacerlo constituiría la clase de abuso poco ético que la mayor parte de los defensores del movimiento desprecian, aunque eso no significa que algunos de ellos  sean los suficientemente hipócritas como para hacerlo por ellos mismos, sólo que la oportunidad no  suele darse con la frecuencia necesaria.

Los extendidos rumores que afirman lo contrario tienen su origen en individuos que han actuando como agentes mercenarios del difunto justicar Petrodón. Este Nosferatu era famoso por utilizar  su posición para liderar una cruzada contra el Movimiento Anarquista, una causa por la que profesaba un entusiasmo que bordeaba la obsesión. Sus agentes extendieron estos rumores con una amplia variedad de propósitos, en su mayor parte para sugerir que los anarquistas eran irresponsables con relación al Abrazo, lanzando de esta forma una sombra de duda en su juicio. Aunque Petrodón está muerto, sus rumores le han sobrevivido.

Motivos y Antiguos

Los antiguos no poseen unos sentimientos “anarquistas” o “anti-anarquistas” bien definidos. Cualquier historia que se centre en los anarquistas contará con antiguos “correctos” que harán todo lo posible por oponerse a ellos o engañarles. Tratar de forma seria ideologías, revoluciones y rebeliones implica examinar con detenimiento la psicología de la gente que se opone a ella. Si deseas dar profundidad a la oposición, necesita tener un motivo para existir distinto a “el juego sería aburrido sin tipos malos”. El Movimiento Anarquista posee puntos muy válidos: no es fácil ser un neonato. ¿Por qué los antiguos pasan de ellos? Cierto, algunos caerán dentro de la faceta cínica, pero no todos los antiguos deberían comportarse del mismo modo. Si deseas que exista cierto grado de diálogo entre los personajes de los jugadores y los personajes del Narrador, debes hacer que algunos antiguos sean algo más que unos bastardos egoístas que han crecido gracias a su opresión de los jóvenes, ya que de otra forma, los personajes jugadores no tendrán ningún motivo para hablar. Simplemente cogerán sus armas y su dinamita y dejarán que hablen por ellos.

Una buena forma para que los Narradores piensen acerca de los oponentes antiguos es evaluarlos con el mismo sistema que hemos utilizado para entender a los antiguos anarquistas y sus motivaciones. Después de todo, describe los motivos que impulsan a alguien a unirse a la causa anarquista, por lo que también describe las razones por las que alguien debería rechazarla. Vuelve a leer esas páginas, y por cada motivo que encuentres, pregúntate qué actitud tiene el antiguo hacia él.

¿Acaso rechaza el movimiento por que es demasiado inflexible para aceptar el cambio?, ¿Rechaza su ideología, o encuentra a algunos de los miembros que la defienden tan repugnantes que mide al resto del movimiento con el mismo rasero? ¿Está tan satisfecho con su posición en la no vida que no ve motivo alguno para rebelarse? No pienses que la mayor parte de las respuestas a estas preguntas deben ser respuestas negativas sólo por el hecho de que el antiguo se oponga a los anarquistas.

Un antiguo podría simpatizar con la causa y rechazar el movimiento porque posee malas experiencias con determinados anarquistas, puede tolerar a los anarquistas como individuos pero ver el movimiento como una utopía sin esperanzas. Incluso podría estar abierto a la conversión si se encontrara ante la disyuntiva. ¿Cómo reaccionarán los personajes cuando alguien que piensan que es su enemigo escucha sus motivos?
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